Tribunal Correccional de París al pago de una multa y seis meses de cárcel por la negación del Holocausto en su obra Los mitos fundacionales del estado de Israel.
Doctor en Filosofía por la Sorbona, Garaudy se afilió en 1933 al Partido Comunista Francés (PCF), del que fue ideólogo y relevante dirigente. Formó parte del Comité Central y fue miembro de la Asamblea Nacional y del Senado.
Fundó y dirigió el Centro de Estudios e Investigaciones Marxistas. En los años 60 empieza a manifestarse su desencanto del comunismo, que le llevaría a adoptar unas posiciones críticas que provocaron su expulsión del partido a comienzos de los 70, acusado de "
traicionar al marxismo", ideología a la que había dedicado diversos estudios.
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Yo tengo a Marx en la cabeza y a Jesús en el corazón", señaló Garaudy en una entrevista a este diario en febrero de 2001 en la que subrayó que "
durante cuatro siglos, entre el IX y el XIII, Córdoba fue el centro cultural de Europa, en todos los aspectos". "La reorganización de la agricultura española partió de aquí. Los árabes aportaron toda la cultura de Oriente y contribuyeron a crear una civilización completamente nueva. Aquí, el islam adquirió un carácter particular.
Su toma de contacto con Occidente a través de Al-Ándalus supuso un enriquecimiento para la cultura local y también para la islámica. La convivencia de las tres religiones fue muy fecunda. En Córdoba, por entonces, no había tres culturas, sino una que era producto de la síntesis del Oriente con el Occidente", indicó el pensador, convencido de que "
nada en España fue creado que no estuviera inspirado en esta colaboración entre los cristianos, los musulmanes y los judíos".
Garaudy afirmaba que se mantenía fiel a sus sueños de juventud. Y sin descanso hablaba de Córdoba: "
Ser el centro de la cultura europea, en aquella época, significaba prácticamente serlo de la cultura mundial. El método experimental de la ciencia moderna fue introducido por Córdoba. Durante el Renacimiento italiano, Torricelli, el más grande ingeniero de hidráulica de la época, recibió el encargo de reorganizar el sistema hídrico de Florencia y envió un discípulo a Córdoba para que estudiara los métodos de irrigación que durante esa época se utilizaban en España. Y así pasó con la medicina, la técnica, la ciencia, la poesía. De aquí surgieron manuales de medicina que se estudiaron durante muchos siglos en las mejores universidades de Europa, cartas de navegación... Todos los descubrimientos del Renacimiento europeo, gracias a Córdoba, existían en España en el siglo XIII. Y en Italia comenzaron a utilizarse a partir del XVI". Para Córdoba tenía proyectado también un museo del agua que nunca llegó a realizarse.