más vulnerables del país. Según la Defensora de los Habitantes, lo sucedido con el proyecto de ley de uniones civiles demuestra que las autoridades costarricenses “
no se atreven ni a discutir el tema (de los derechos LGTB), como si no existiera esa población”. “
El país no puede ser omiso en esos temas, que evidentemente tiene totalmente abandonados. No podemos castigar a una población por tener una manera diferente de ver sus relaciones sexuales”, añadió.
El movimiento LGTB costarricense se movilizó el sábado Como avanzábamos en días anteriores, el movimiento LGTB de Costa Rica decidió salir a las calles para reivindicar el reconocimiento de sus derechos y protestar contra la homofobia que todavía vive el país. Organizados en el Movimiento de los Invisibles, cientos de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales marcharon por el centro de San José este sábado, 16 de junio. Según los organizadores, la marcha reunió a cerca de 2.000 asistentes.
Entre las principales causas de la movilización se encuentra el nombramiento del pastor evangélico Justo Orozco como presidente de la Comisión Legislativa de Derechos Humanos. Este diputado del Partido Renovación Costarricense arrastra un largo historial de declaraciones discriminatorias, xenófobas, machistas y homófobas. De hecho, el nombre del movimiento surgió como respuesta irónica a las palabras de Orozco sobre el colectivo LGTB: “
No los veo, no los reconozco, por eso no discrimino”.
Además del
cese de Justo Orozco por atentar contra los derechos humanos e incitar al odio en sus declaraciones, la marcha reivindicó el establecimiento de un Estado laico, el reconocimiento de los derechos de la diversidad sexual y la legalización de la fecundación in vitro. La marcha, en la que participaron algunos diputados, finalizó a las puertas del Congreso, donde las y los participantes “
lavaron” de forma simbólica la asamblea legislativa para limpiar la corrupción, el odio, la discriminación y la hipocresía.
Tras la movilización, Justo Orozco afirmó que no cambiará de postura, pero que está abierto al diálogo. “
Vivimos en un país democrático, que respeta la libertad de expresión y cualquiera puede manifestarse. No sé si fue masiva (la marcha), ni me interesa, lo cierto es que estamos buscando una fecha posible para reunirnos a dialogar”, aseguró el presidente de la Comisión Legislativa de Derechos Humanos.