un fracaso en los mínimos consensos para poder entregar una declaración final, "El Futuro que Queremos", a los gobernantes que a partir de hoy llegarán a Rio de Janeiro.
Brasil, que como anfitrión desde el sábado comanda las negociaciones que fracasaron en los plazos estipulados por la ONU, fue criticado por no presentar un texto "ambicioso" por parte del comisario de Ambiente de la Unión Europea, Janez Potocnik. "Se han dejado de colocar puntos importantes con el fin de cerrar el texto lo antes posible", dijo el dirigente de la UE, presente en las negociaciones en Riocentro, el centro de exposiciones ubicado en el barrio carioca de Barra de Tijuca, donde a partir de mañana estará el foco mundial.
Los grupos ambientalistas expresaron repudio a la marcha de las negociaciones y a la falta de una agenda de metas concretas, tal como se hizo en la Eco Rio 1992 hace dos décadas.
El secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, que llegará mañana ha pedido a los 192 países que participan de las negociaciones llegar a un acuerdo para "cambiar los modelos de consumo" en el mundo para preservar el medio ambiente.
El impasse en las negociaciones ocurre en medio de una fuerte puja política entre Estados Unidos y otros países industrializados, Europa y el mundo en desarrollo representado en el grupo G-77 más China.
"Europa busca cerrar un acuerdo en el que los países ricos, en el futuro, podrán abrir el camino para la certificación de los productos de los países subdesarrollados, sin comprometerse a transferirles tecnología para producir con mayor eficiencia ambiental", dijo a ANSA un delegado del G-77.
Los principales temas que dividieron a los negociadores fueron las fuentes de financiamiento de los cambios necesarios en las matrices energéticas e industriales, el concepto de "economía verde" y cuánto poder tendrá el Programa de la ONU sobre Medio Ambiente (Pnuma).
El negociador brasileño Luiz Figueiredo graficó la falta de acuerdo y la necesidad de un avance con una metáfora de un país campeón de cinco mundiales de fútbol: "El viernes pasado terminó el partido en tiempo reglamentario. El sábado iniciamos el tiempo suplementario y no podemos permitir que la prorrogación sea mayor que el tiempo reglamentario".
El objetivo es evitar mayores discusiones entre los gobernantes sobre el texto, que todas la partes sostienen no creará metas inmediatas sobre el desarrollo sustentable en el mundo.