Costa Rica, 26% de su geografía en ''reservas ambientales'' - TicoVisión
Escrito en 09/07/12 a 09:49:36 GMT-06:00 Por Administrador
Ambientales
“Pura vida” se escucha por doquier. Y es que este país alberga reservas y parques ecológicos, convertidos en importantes pulmones verdes del mundo

Costa Rica, 26% de su geografía en ''reservas ambientales'' - TicoVisión


09 de julio de 2012 | TicoVisión | Redacción - Excelsior de México | Ambientales | San José, Costa Rica | Tribuna para el Libre Pensamiento



Costa Rica, el país verde



Por Isabel Gordoa,
enviada especial de Excelsior de México

San José, Costa Rica. -  ¡Costa Rica, Pura Vida! Frase que se escucha en cada rincón del país, y es que no sólo produce una cantidad considerable de oxigeno al planeta, también alberga el cinco por ciento de la biodiversidad del mundo, la cual se ubica en sus bosques tropicales, secos, húmedos y principalmente lluviosos.

Muchos han oído hablar del Rain Forest, conocido por su exuberante vegetación de árboles que alcanzan los 70 metros de altura, mismos que albergan todo un ecosistema de plantas, aves, mamíferos e insectos, y qué mejor representado que en la película de Jurassic Park, filmada en este destino, con escenas en las que se observa detalladamente el bosque tan abundante que pareciera interminable, con cascadas y ríos que desembocan en el mar.

Desde San José, capital de Costa Rica, parten los recorridos a los Parques Nacionales, tesoros
Tabacón cuenta con 15 pozas de aguas termales con distintas temperaturas

naturales protegidos por el Sistema Nacional de Áreas de Conservación, los cuales abarcan el 26 por ciento de la geografía nacional. Algunos ubicados en la costa del pacífico, unos en la Cordillera Volcánica y otros en el corazón del Rain Forest y el Cloud Forest.

Hacia el noroeste se llega a La Fortuna, distrito que resguarda el Volcán Arenal y las aguas termales de Tabacón, en La Alajuela hacia el noroeste en Santa Elena está Monteverde, una reserva privada propiedad del Centro Científico Tropical y en la zona centro de la misma provincia, la cafetalera Doka, el Volcán Póas y la laguna Botos.

El camino sigue al norte de Heredia donde se localizan las Cataratas de la Paz. Asimismo, por la carretera Panamericana que recorre la costa del pacífico, en la provincia de Puntarenas, se encuentra el Parque Nacional Manuel Antonio. Travesías con duración de un día para los visitantes.

Entre aguas termales

Así como varios países del Continente Americano, Costa Rica se sitúa dentro del llamado Cinturón de fuego del Pacífico que reúne a la mayoría de los volcanes del mundo. Las Cordilleras de este país tienen 300 focos volcánicos de los cuales menos del cinco por ciento están activos.


La experiencia inicia en San José hacia el Parque Nacional Volcán Arenal, un trayecto de 150 kilómetros. Durante el camino se observan distintos paisajes, destacan los pequeños poblados de La Alajuela con casas todas de techos laminados, tal particularidad se debe a la constante actividad sísmica que tiene Costa Rica, y es que diario hay de entre 100 a 300 temblores de bajo grado, si las casas llegaran a derrumbarse, el techo laminado disminuye el riesgo de sus habitantes.


También se miran los ranchos ganaderos en los cerros boscosos, y entre más se avanza hacia el norte, más abunda la vegetación tropical, hasta llegar al distrito La Fortuna a las faldas del Volcán Arenal, en ese punto se puede percibir su gran altura de más de mil 670 metros.
Los monos y perezosos se pasean por las playas de Manuel Antonio

El Arenal es uno de los volcanes más representativos de Costa Rica, su figura cónica se puede observar desde el arribo al país en imágenes plasmadas en grandes espectaculares hasta en pequeñas postales.

Inició su último y actual período de actividad en el año 1968 después de 500 años de estado latente. Desde esa fecha emite en forma constante gases y vapores de agua, con algunas explosiones, esto hace del volcán el más activo de Costa Rica y uno de los 10 más activos del mundo.  Admirar el descenso de la lava al rojo vivo, especialmente en horas de la noche, es uno de los atractivos imperdibles.

El Parque Nacional Volcán Arenal consta de 12 mil hectáreas, en ellas se encuentran las famosas aguas termales provenientes de los ríos del volcán. En este caso se visitó el hotel Tabacón, que destaca por sus  15 pozas de agua mineralizada, con distintas temperaturas que parten de los 38 grados centígrados hasta los 42 grados centígrados, y si se camina al inicio del río es posible encontrar el agua a una temperatura de 45 grados centígrados.

Baños naturales de “aguas termales” dentro del “Parque Volcán Arenal” y dos preciosas vistas del colcán.
Las mejores pozas se encuentran en la sección de adultos, allí hay aguas termales escondidas entre la naturaleza, de las que caen cálidas cascadas con una temperatura de 30 grados. Esta agua mineralizada tiene beneficios de salud y belleza como la limpieza de toxinas, reactivación del metabolismo, relajación de músculos, reumas y rejuvenecimiento de la piel.

 Y para los que gustan de agua fría también hay albercas con temperaturas bajas de 23 grados centígrados para quitar el calor del cuerpo.

La energía del Volcán Arenal, el calor del Río Tabacón, la vida tropical del bosque y la pureza del aire son los principales factores que atraen a los turistas a la zona.

Caminata por las nubes

Al día siguiente, el tour parte de San José hacia el Parque Nacional Monteverde, un trayecto de alrededor de cuatro horas. El camino es tedioso; sin embargo, la belleza del sitio compensa las

incomodidades de la distancia. Es la zona con mayor vegetación del país, allí se encuentra el corazón del Cloud Forest, un bosque de altura que se caracteriza por tener casi 100 por ciento de humedad a lo largo del año, misma que se condensa y forma neblina constante dentro de todo el Parque.

Al llegar a la Reserva de Monteverde, un guía aguarda para trasladar a sus visitantes a un sitio desconocido en el que sólo se observa abundante vegetación y con suerte algún animal.

Al inicio del recorrido, Milton, el guía, explica ciertas reglas del bosque, como el seguir sus pasos por los senderos, ya que si se pierde es difícil volver a retomar el camino por su extensa vegetación; segundo, es más factible que a un animal le de miedo los humanos a que ataque y tercero, no correr cuando se observa uno, ya que al hacerlo, es probable que el depredador persiga a su presa.  Pero, al observar un gran animal de cuatro patas directo hacia el grupo lo único que se pensó fue en huir. Un coatí se acercaba sin ningún miedo y sin cambiar su camino, por lo que varios corrieron sin repasar las reglas del bosque.

El principal atractivo de la travesía, son sus puentes colgantes, un recorrido que permite admirar la naturaleza desde otra perspectiva, como si se fuera mono o ave, ya que estos puentes pasan muy cercanos a las copas de los árboles, asimismo, la neblina cubre los puentes y pareciera que se estuviera caminando por la nubes.

Además de observar la amplitud del Cloud Forest, como si de un bosque interminable se tratara, sus árboles están llenos de aves, mariposas, insectos y cientos de plantas.

El bosque posee más de 100 especies de mamíferos, 400 de aves, 120 de anfibios y reptiles, así como más de tres mil tipos de plantas de las cuales 500 son orquídeas.

Durante la marcha se observó dos tipos de ave, el Pájaro Campana y una pareja de Quetzales, Milton comenta que es de mucha suerte observar esas especies, ya que sólo se ven en su época de anidación en los meses de marzo y mayo.

Después de recorrer los cinco puentes, con longitudes que van desde los 30 hasta los 300 metros y con alturas de 15 hasta 49 metros, se partió hacia el Parque Nacional Santa Elena. Allí, Milton lleva a su grupo por distintos senderos que recorren el Cloud Forest.

Parque Nacional Monteverde

Las intensas nubes y los árboles tan juntos hacen que el sitio se perciba obscuro, como si de un bosque encantado se tratara. Los troncos y ramas de los árboles están cubiertos casi en su totalidad por epífitas, líquenes, hepáticas y musgos. Estos árboles, son hogar de muchas especies, las cuales algunas ni si quiera bajan al suelo del bosque.

Bosque tropical

Después de visitar los distintos paisajes del bosque lluvioso y el bosque nuboso, el recorrido sigue hacia el bosque húmedo tropical del Parque Nacional Manuel Antonio, uno de los lugares con mayor belleza escénica del país y de los más concurridos.

Allí, el principal atractivo es su reserva natural ubicada a las costas del Pacífico, dónde es posible observar especies de monos y perezosos mientras uno se pasea en alguna de sus múltiples bahías de arenas blancas y exuberantes follajes, además de contemplar las grandes montañas que las circundan, llenas de vegetación.

Manuel Antonio tiene una gran biodiversidad, tanto terrestre, con su bosque primario, secundario, manglar y vegetación de playa, como marina, por sus grandes arrecifes coralinos, islas y una laguna de 14 hectáreas. El sitio atrae a miles de surfistas, bañistas, ecoturistas y observadores de aves, ya que cuenta con 352 especies diferentes.

El tour inicia en los senderos del parque donde es muy común encontrarse con la fauna más sobresaliente, entre ellos mapaches, coatimundis, guatuza, el perezoso de dos dedos, el mono cara blanca, felinos de considerable tamaño y el mono tití, especie en peligro de extinción. En total alberga 109 especies de mamíferos y 346 especies de vegetales. El paseo sigue hacia Punta catedral, una isla que, debido a su acumulación de sedimentos, se unió a la masa continental, a través de una faja arenosa. Desde ahí, se observan las mejores vistas del Pacífico.

Después de caminar por la zona, no hay que perderse de nadar en la playa Manuel Antonio con oleaje suave y de aguas con temperatura cálida y justo atrás, se encuentra La Espaldilla Sur, con grandes formaciones de rocas, perfecta para una sesión de fotografías. También, está Puerto Escondido, pero su acceso depende de las mareas por encontrarse en acantilados.

Anteriormente, el Parque fue poblado por la comunidad indígena Quepoa, nombre que dio origen a la ciudad de Quepos, con la llegada de los colonos, las tierras se convirtieron en áreas de cultivo y ahora en un centro turístico con varios servicios, restaurantes y alojamientos que se encuentran rodeados de vegetación.

Cafetalera Doka, Volcán Poás y Cataratas de la Paz

Éste es uno de los tours más tradicionales de Costa Rica, un recorrido completo que incluye la visita de una cafetalera, la observación de un cráter activo, la excursión a cascadas y  a un refugio de animales.

El trayecto comienza en la cafetalera Doka, propiedad de la familia Vargas, con más de 110 años. Allí, un guía lleva a sus invitados por el mundo del café. Lo primero que menciona es que Costa Rica destaca por ser uno de los principales productores de café en el mundo, y no sólo por su cantidad, si no como dice el dicho por su calidad, y es que en sus sembradíos se cultiva café de primera calidad, conocido como Peaberry. El país tiene las mejores condiciones por su altitud, clima y tipo de suelo.

Después de un desayuno acompañado de café, se realiza una visita para conocer un poco acerca de su historia y producción, desde su inicio, con la semilla llamada por los Ticos, “Soldadito”, hasta los grandes beneficios cafetaleros.

El guía explica que el grano del café tiene de dos a tres semillas en su interior. El Peaberry tiene sólo una semilla, este tipo de café equivale al cuatro por ciento de la producción total. Es un café de baja producción, pero de gran calidad.

El proceso desde el crecimiento de la semilla hasta que el café está listo para empacar y vender toma alrededor de  tres meses.

El segundo punto de la visita inicia en un camino bardeado de helechos y sombrillas de pobre, llamada así al tipo de plantas que recorre los senderos que llevan hacia uno de los volcanes más visitados y activos de Costa Rica, el Poás, ubicado sobre la Cordillera Volcánica Central a una hora y media de San José.

Se dice que su nombre se deriva del latín “puas”, debido a la presencia de algunas plantas con púas en la zona; ó a la existencia de un pueblo denominado “Púas”.

Al llegar a la cima, se encuentra un balcón desde dónde se observa una panorámica del volcán. Su cráter principal con un diámetro de mil 320 metros y 300 metros de profundidad, es el mayor atractivo, ya que, además de tener miles de años de actividad, cuenta con una laguna con colores que van desde los verdes, azules, morados y amarillos, que varían por su composición química.

Y es que aun cuando su temperatura se encuentra de entre los 60 grados centígrados, el volcán es rico en azufre y es uno de los más ácidos del mundo con un PH de 0.4 por ciento, casi ácido puro. El mejor momento para verlo es por la mañana antes de que bajen las nubes. Un segundo cráter más antiguo, es asiento de la laguna Botos, actualmente ya no está activo y sólo tiene agua fría de origen pluvial.

Después de observar al cráter, el recorrido sigue hacia la provincia de Heredia, dónde está el Parque Jardines Cataratas de la Paz, compuesto por cinco cataratas. Allí, se camina por senderos que recorren un inclinado cañón a un costado del Rain Forest, hacia tres de estas cataratas, ya que las entradas a dos de ellas fueron derrumbadas por un terremoto. Desde una plataforma, es posible tomar fotos por debajo de la catarata Magia Blanca, también, desde varios puntos contemplar las cataratas el Templo y la Encantada. Asimismo, el parque es refugio de varios animales, como monos,  jaguares, ranas y sapos. Además, hay un serpentario, aviario, mariposario y una casita típica de campo, donde finaliza la travesía.




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