Se teme que
narcos mexicanos quieran fugarse San José.- El gobierno de Costa Rica declaró ayer alerta máxima en una prisión de las afueras de esta ciudad por peligro de fuga de una célula de cinco mexicanos del cártel del Golfo, una de las principales narcomafias de México, que fue capturada la semana anterior en este país por desarrollar una vasta operación de contrabando de cocaína desde Colombia a México y Estados Unidos, por pasos terrestres de Centroamérica.
La policía judicial costarricense negó ayer que un conato de incendio, ocurrido el sábado en celdas de tribunales capitalinos en las que estaban los mexicanos, y un tiroteo frente al edificio principal de la Corte Suprema de Justicia, en esta ciudad, estén ligados al caso.
Sin embargo, el comisionado antidrogas y viceministro de la Presidencia de Costa Rica, Mauricio Boraschi, anunció que “estamos preparados para afrontar cualquier eventualidad" en el pabellón de máxima seguridad de La Reforma, la más importante cárcel de este país y hacia donde la célula fue trasladada el domingo, bajo fuertes medidas policiales, desde las celdas judiciales.
El grupo, dirigido por el mexicano Juan Manuel García Hernández, de 37 años y alias El Güero, fue detenido el jueves anterior en 12 allanamientos simultáneos en varias zonas de Costa Rica en los que también fueron apresados tres costarricenses. La red enfrenta seis meses de prisión preliminar.
La Fiscalía General de Costa Rica aseguró que El Güero es hombre de confianza del mexicano Jorge Eduardo Costilla Sánchez, alias El Coss y uno de los supuestos líderes del cártel del Golfo. De los otros cuatro mexicanos, dos son primos de apellido Peña, de 38 y 40 años; González, de 53, y Zataraín, de 32.