Don Camilo, me toma muy de sorpresa el artículo suyo en Tía Zelmira. Don Pepe no merece esas ofensas.

Cierto que es equivocado por parte del BCCR utilizar el color verde en ese billete, porque Don Pepe está por encima de banderías políticas, pero Don Pepe se merece estar en cualquier emisión de billetes.

Más bien hizo falta una denominación para Mora Valverde y Calderón Guardia, y eso, que sí se debe criticar, no lo hace usted.


Cierto que las empresas que formó Don Pepe debían a los bancos cuando él murió, porque los buenos emprendimientos de las personas superan su vida terrenal, y todavía debemos, pero siempre hemos pagado y siempre necesitamos pedir prestado, porque las empresas se endeudan para trabajar, para dar empleo y crecer. De ahí a tomar un humor burdo de la calle para atacar a Don Pepe, es un acto sumamente mezquino.

Cierto que Don Pepe tenía errores humanos, pero escribir usted sobre Don Pepe y venir ahora diciendo que “disimuló” sus “contradicciones” en esos libros, es una insinuación rastrera que más bien lleva a pensar y sentir que mejor no hubiera usted escrito nada de eso, y que quizá lo hizo solo por mercadear la pluma.

Su artículo ofende, mucho, a quienes tenemos por norte el legado de Don Pepe, y no es de recibo, pues él no lo merece. En todo caso, al pedestal de la historia donde se erige Don Pepe, no llega el nivel de esas aguas turbias.