En Gaza, no queremos ayuda, sino la oportunidad de trabajar - TicoVisión |
Escrito en 05/10/12 a 06:18:34 GMT-06:00 Por Administrador |
"Aquí, el suicidio es una señal de que los palestinos viven con muy poca esperanza y muy pocas oportunidades de construir un futuro mejor", dijo Shaheen. 05 de octubre de 2012 | TicoVisión | Redacción - IPS | Medio Oriente | San José, Costa Rica | Tribuna para el Libre Pensamiento Por Eva Bartlett Gaza, 5 de octubre de 2012.- "La abrumadora mayoría de las personas con las que trabajamos nos dicen: ‘No queremos ayuda, sino la oportunidad de trabajar y ganar dinero’. Especialmente quienes tenían un empleo decente, pero lo perdieron en los últimos años", dijo Karl Schembri, de Oxfam Gran Bretaña. En su trabajo como encargado de comunicaciones de esa organización en Gaza, Schembri interactúa habitualmente con algunos de los palestinos más pobres de la franja, y considera que esa situación es evitable. "Los males de Gaza están causado por el ser humano. Es una situación de des-desarrollo, donde la infraestructura y el conocimiento estuvieron allí y el desarrollo ocurrió", dijo a IPS, refiriéndose a los años previos a 2006. Ese año, Hamás (acrónimo árabe del Movimiento de Resistencia Islámica) fue democráticamente electo, tras lo cual Israel impuso su asfixiante sitio a la franja palestina. "A pesar de la ocupación israelí, la economía de Gaza de algún modo se sostenía a sí misma, hasta que se prohibieron las exportaciones. El mayor mercado natural para la franja, Cisjordania e Israel está ahora fuera de fronteras, como ocurre con mercados regionales como el de Jordania", señaló. En su informe "Gaza in 2020 - A Liveable Place?" (Gaza en 2020: ¿Un lugar habitable?), divulgado en agosto por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), llega a la misma conclusión. Uno de los principales motivos de que la economía no haya podido recuperarse y volver a los registros previos a 2000 es el bloqueo a Gaza, según el estudio. Crédito: Crédito: Eva Bartlett/IPS Al tener prohibidas las exportaciones de cualquier tipo, entre ellas las de productos agrícolas, textiles, alimentos, muebles, la vasta mayoría de las fábricas de Gaza han cerrado sus puertas, afectando a los cientos de miles de palestinos otrora empleados allí. "La economía de Gaza fue totalmente destruida durante al guerra israelí de 2008-2009 contra la franja, incluido 95 por ciento de las fábricas y los negocios", dijo Khalil Shaheen, director del Departamento de Derechos Económicos y Sociales en el Centro Palestino para los Derechos Humanos. "Bajo el cierre ilegal impuesto por Israel a Gaza, la prohibición total a las materias primas ha lisiado la capacidad de estas fábricas de volver a operar", dijo Shaheen a IPS. Aproximadamente 80 por ciento están cerradas o escasamente operativas. "La comunidad pesquera se ha visto completamente afectada por los ataques diarios de la armada israelí, y por el hecho de que le niegan el acceso al mar", planteó Shaheen. Por culpa de la decisión unilateral de Israel, los pescadores palestinos se ven obligados a pescar dentro de las tres millas náuticas más cercanas a la costa de Gaza. "Pero los pescadores son atacados incluso a 400 metros de la costa", dijo Shaheen, agregando que "los israelíes intentan impedir que todos los pescadores palestinos pesquen en aguas gazatíes". Según un informe de la ONU de septiembre, el desempleo entre los jóvenes refugiados en Gaza es de 59 por ciento, una estadística alarmante que hace avizorar que el problema no se solucionará a corto plazo. "El desempleo rampante es el resultado de las sistemáticas políticas israelíes, que incluyen el completo rechazo de la fuerza laboral de Gaza en el mercado israelí", dijo Shaheen. Antes, obreros palestinos laboran, por ejemplo, en el sector de la construcción en Israel, planteó. "Los trabajadores palestinos están altamente calificados en todos los aspectos de la construcción", agregó. Jaber, padre de seis hijos, ya no se desempeña en la agricultura, ni trabaja en Israel, ni en ninguna de las potenciales áreas en las que está calificado para hacerlo. "Hace 10 años trabajaba en Israel, como mecánico, en establecimientos agrícolas, en la construcción, en varias cosas. Desde que cerraron las fronteras, no he tenido un trabajo sólido, apenas he hecho trabajos ocasionales, pero que no alcanzan para mantener a mis hijos", relató. Los pocos trabajos que aún quedan en la Gaza sitiada son algunos de los más peligrosos. Por ejemplo, el de los túneles, que son una fuente de ingresos para los trabajadores desempleados y sus familias. Pero el jornal promedio cayó de 100 dólares o más a alrededor de 10", explicó Shaheen. Los riesgos que hay que correr para cobrar esa miseria son enormes. Según los médicos, desde 2006 fallecieron más de 160 palestinos trabajando en los túneles. "La mayoría fueron muertos y heridos por los bombardeos israelíes o por el colapso de los túneles y la consecuente asfixia o electrocución", dijo Shaheen. En los últimos dos meses, las autoridades egipcias destruyeron y cerraron túneles. Shaheen estima que por lo menos 150 fueron totalmente destruidos, y otros 150 clausurados. "Antes trabajaban 40.000 personas en los túneles. Ahora son 5.000, como mucho", señaló. "Incluso los niños aportan al ingreso de sus familias. En toda la franja de Gaza, los menores están en las calles intentando vender chocolates, goma de mascar y baratijas", explicó. Y, lo que es peor, juntan los escombros de las casas destruidas en las regiones fronterizas de Gaza, corriendo el riesgo de ser blanco del fuego israelí. "Decenas de niños resultaron heridos cuando soldados israelíes les apuntaron mientras intentaban recolectar escombros para revenderlos en la construcción", dijo Shaheen. Solo entre el 26 de marzo de 2010 y el 27 de diciembre de 2011, la organización Defence for Children International documentó "30 casos de menores baleados mientras recolectaban material de construcción o trabajaban cerca de la valla fronteriza". El desempleo no solo afecta el poder adquisitivo de las familias; también afecta su estado de ánimo, planteó Karl Schembri, de Oxfam. "En los últimos cinco años vimos surgir una nueva clase de pobres: personas que trabajaban en Israel o incluso en fábricas de aquí y que quedaron desempleadas de la noche a la mañana. Tenían casas lindas, decentes, y de repente pasaron a no tener ningún ingreso. Esto fue un golpe enorme a su dignidad y a su motivación", sostuvo. La autoinmolación de un joven de un campamento de Gaza a comienzos de septiembre puso de relieve el poco discutido asunto de los suicidios, antes poco comunes en este territorio predominantemente musulmán. "Aquí, el suicidio es una señal de que los palestinos viven con muy poca esperanza y muy pocas oportunidades de construir un futuro mejor", dijo Shaheen. "Hay una sola solución al problema del desempleo: poner fin al cierre ilegal de la franja de Gaza", planteó, agregando que esto conllevará "poner fin a la vergonzosa conspiración internacional del silencio, que da impunidad a las acciones ilegales de Israel". |
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