MARCHA EN DEFENSA DE LA DEMOCRACIA - (Discurso de la Magistrada Calzada) - TicoVisión |
Escrito en 23/11/12 a 04:49:02 GMT-06:00 Por Administrador |
"Por eso propongo desde ya el mes de noviembre, como el mes de la democracia y la civilidad costarricense..." 23 de noviembre de 2012 | TicoVisión | Redacción - | Nacionales | San José, Costa Rica | Tribuna para el Libre Pensamiento Magistrada Ana Virginia Calzada Miranda Presidenta de la Sala Constitucional La vida cotidiana de las y los costarricenses se explica con base en la democracia. Para el costarricense, la democracia es un concepto que lo integra y define, que lo motiva e inspira. Más allá de un ideal, de una doctrina o de un modelo político, para nosotros «democracia» es sinónimo de nuestra vida diaria. No en vano, un ilustre Estadista latinoamericano manifestó a viva voz, a pocos metros de aquí, sendas palabras que aún resuenan con fuerte eco en nuestra memoria, y que por su profundo contenido deben ser inspiradoras para nuestro diario vivir, y ser tenidas en cuenta como motivación de gran actualidad. Dijo el recordado ex Presidente uruguayo, que «allí donde haya un costarricense, esté donde esté, hay libertad». Y hoy aquí estamos muchos costarricenses, convencidos y dispuestos a defender la democracia y los valores que son pilares de nuestro Estado, la libertad , la justicia, la equidad, la seguridad, y con ellos los principios inherentes a la democracia, como la separación de poderes y la independencia judicial. Es muy grato comprobar que tenemos una amplia reserva cívica y moral, que algunos pensaban diluida, pero que en estos días ha demostrado su energía y vitalidad. Las y los costarricenses nos hemos interiorizado de que no somos ni debemos ser «siervos menguados», que tenemos derechos que son sagrados, y que «cuando alguno pretenda manchar» la gloria de la Patria , aquí se encuentra un pueblo decidido a defender sus derechos. Para defender la democracia y los derechos inherentes, esta defensa debe ejercerse en el marco de la institucionalidad, pues la misma democracia nos provee los mecanismos adecuados para su protección. Es por ello que debemos oponernos seria y responsablemente a todo intento de menoscabar esos mecanismos, de minimizarlos, acallarlos o alinearlos. El Poder Judicial es pieza clave del engranaje de consolidación y fortalecimiento democrático. Es el bastión último en la defensa de la democracia. En estos días hemos visto las abiertas y confesas intenciones de algunos grupos que intentan disminuir, acallar, llamar la atención y orientar al Poder Judicial hacia rumbos lejanos de su independencia. Estas voces no son nuevas. Nos han dicho que nos hemos excedido, que nos hemos extralimitado, simplemente por cumplir de manera fiel las competencias que nos asignaron la Constitución y la ley. Hemos escuchado que debemos revisar, ajustar y disminuir las competencias, y que debemos reorientar nuestro actuar para que el país sea gobernable. En diversos foros he señalado que a la Sala Constitucional se le endilgan muchas culpas ajenas. Ahora, se quiere hacer ver al Poder Judicial como el responsable de una aducida ingobernabilidad, que es consecuencia no de las decisiones judiciales, sino de la ineficiencia e incapacidad de ejecución de las políticas públicas. Hoy se amenaza con el nombramiento de los Magistrados, pero se nos ha amenazado hasta con usurpar el control de nuestro régimen de pensiones y comprometer así el futuro de nuestros hijos. Las señales son muchas, pero el compromiso democrático lo es más. Debemos pronunciarnos en contra de todas esas manos, que tanto antes como ahora, pretenden manipular al Poder Judicial. Que no ensucien la democracia, que no mancillen los principios, que no violenten la vida republicana. Manifestémonos con valentía, pero también con prudencia, con la firme conciencia de estar haciendo lo correcto, de estar actuando con responsabilidad. No permitamos que se apropien de este movimiento otras voces que igualmente han rozado con la democracia. Esta es una manifestación del pueblo y las instituciones democráticas, del pueblo y las instituciones concientes y comprometidas con la responsabilidad política, que busca la armonía, el bienestar y la paz social. Seamos representantes de la civilidad. Manifestémonos con entusiasmo, con vehemencia, pero también con respeto, con la altura y la seriedad que implica sabernos representantes de un poder de la República y de un movimiento social informado. Ahora, en noviembre, marchemos en defensa de la democracia, como en el pasado, también en noviembre, se hizo respetar el resultado de las elecciones populares y se aprobó la Constitución que juramos defender y que hoy, una vez más, cumplimos nuestro juramento defendiéndola de quienes quieren apropiarse de ella. Por eso propongo desde ya el mes de noviembre, como el mes de la democracia y la civilidad costarricense. ¡Fuera las manos ajenas del Poder Judicial! ¡Fuera la manipulación de la separación de poderes! ¡Fuera la violación de la independencia judicial! ¡Seamos un Poder Judicial independiente, no un Poder Judicial menguado! |
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