Costa Rica: La Tercera República - TicoVisión 
Nuestro sistema o Estado, ha venido dando síntomas importantes de estar viciado, de que no existe esa total independencia entre poderes...
27 de noviembre de 2012 | TicoVisión | Redacción - | Opinión | San José, Costa Rica | Tribuna para el Libre Pensamiento
Por Johnny Schmidt C
27 de noviembre de 2012.- Las democracias suponen total independencia entre sus poderes, Ejecutivo, Legislativo y Judicial, y es el pulso político que se ha generado en los últimos días en nuestro país.
Una democracia también necesita que eventualmente surjan diferencias o desacuerdos para poder perfeccionarse o por lo menos tener una sacudida que le permita desintoxicarse.
Ahora bien, ¿cuál se supone debe ser el plazo de vigencia de una constitución política?
De 1949 al actual 2012, han pasado 63 años de vigencia de nuestra actual constitución y de nuestra segunda República, 63 años donde hoy nuestro país no es el mismo que cuando se aprobó ese documento, es más, el mundo no es el mismo. Todo ha cambiado, desde los valores hasta los recursos con los que
Una democracia también necesita que eventualmente surjan diferencias o desacuerdos para poder perfeccionarse o por lo menos tener una sacudida que le permita desintoxicarse.
Ahora bien, ¿cuál se supone debe ser el plazo de vigencia de una constitución política?
De 1949 al actual 2012, han pasado 63 años de vigencia de nuestra actual constitución y de nuestra segunda República, 63 años donde hoy nuestro país no es el mismo que cuando se aprobó ese documento, es más, el mundo no es el mismo. Todo ha cambiado, desde los valores hasta los recursos con los que
se cuenta y la visión del futuro que hoy se pueda tener es muy distinta a la que tuvieron en 1949.
Hoy, tenemos una constitución que se ha venido remendando, y que en principio podríamos decir que esa carta magna contiene el espíritu de lo que nuestras padres y abuelos sentían y querían, y que nos podría servir como un punto de partida para que hoy nosotros confeccionemos un nuevo documento que contenga lo que sentimos y queremos hoy y que podamos proyectar para los siguientes 63 años.
A partir de ese nuevo documento que daría formato a todas nuestras leyes y marco jurídico para una sana y pacífica convivencia entre todos los que vivimos en éste hermoso pedazo de tierra llamado Costa Rica, podríamos hablar de “La Tercera República” y que vendría a llenarnos de un nuevo optimismo con respecto al futuro nuestro, pero sobre todo con respecto al futuro de las próximas generaciones.
Nuestro sistema o Estado, ha venido dando síntomas importantes de estar viciado, de que no existe esa total independencia entre poderes que se han dejado entrever en decisiones trascendentales en todos los poderes, y en donde esas decisiones parecieran orquestadas desde algún cuarto poder informal y oculto, que hoy nos hacen dudar de toda nuestra institucionalidad, lo cual nos coloca en un limite peligrosísimo si usamos algunos puntos de referencia como para suponer o visualizar el desenlace de un régimen que cae en ese tipo de vicios.
Hay muchos cambios que la patria demanda y que no nos hemos atrevido atender…
En algún momento se descompuso la brújula que nos indicaba el norte y pareciera que hoy el país se mueve con la fuerza del viento pero sin rumbo establecido, y por eso el término “plan país” comenzó a sonar y a hacer eco en muchas gentes que sienten que hace falta esa visión a futuro que sugiere ese plan país, sin embargo no se puede construir sobre ruinas, lo correcto y seguro sería remover escombros y sembrar cimientos nuevos que soporten lo que se pretenda construir, razón por la que cualquier plan país necesita de una nueva constitución que nos asegure una sólida Tercera República.
Hoy, tenemos una constitución que se ha venido remendando, y que en principio podríamos decir que esa carta magna contiene el espíritu de lo que nuestras padres y abuelos sentían y querían, y que nos podría servir como un punto de partida para que hoy nosotros confeccionemos un nuevo documento que contenga lo que sentimos y queremos hoy y que podamos proyectar para los siguientes 63 años.
A partir de ese nuevo documento que daría formato a todas nuestras leyes y marco jurídico para una sana y pacífica convivencia entre todos los que vivimos en éste hermoso pedazo de tierra llamado Costa Rica, podríamos hablar de “La Tercera República” y que vendría a llenarnos de un nuevo optimismo con respecto al futuro nuestro, pero sobre todo con respecto al futuro de las próximas generaciones.
Nuestro sistema o Estado, ha venido dando síntomas importantes de estar viciado, de que no existe esa total independencia entre poderes que se han dejado entrever en decisiones trascendentales en todos los poderes, y en donde esas decisiones parecieran orquestadas desde algún cuarto poder informal y oculto, que hoy nos hacen dudar de toda nuestra institucionalidad, lo cual nos coloca en un limite peligrosísimo si usamos algunos puntos de referencia como para suponer o visualizar el desenlace de un régimen que cae en ese tipo de vicios.
Hay muchos cambios que la patria demanda y que no nos hemos atrevido atender…
En algún momento se descompuso la brújula que nos indicaba el norte y pareciera que hoy el país se mueve con la fuerza del viento pero sin rumbo establecido, y por eso el término “plan país” comenzó a sonar y a hacer eco en muchas gentes que sienten que hace falta esa visión a futuro que sugiere ese plan país, sin embargo no se puede construir sobre ruinas, lo correcto y seguro sería remover escombros y sembrar cimientos nuevos que soporten lo que se pretenda construir, razón por la que cualquier plan país necesita de una nueva constitución que nos asegure una sólida Tercera República.
Los Comentarios son responsabilidad de los que lo publican, por lo tanto no nos haremos responsables de su contenido.