GANÓ  ARGENTINA, Interesante enfoque de Raquel Eugenia  Consigli y Horacio Martínez - TicoVisión
Escrito en 08/07/10 a 19:56:27 GMT-06:00 Por Administrador
Opinión-Análisis
GANÓ  ARGENTINA, Interesante enfoque de Raquel Eugenia  Consigli y Horacio Martínez - TicoVisión


Don Diego, después de violentarse con algunos  simpatizantes alemanes, se retiró humillado del estadio. Nosotros nos  hemos sentido humillados desde...

8 de Julio de 2010
TicoVisión

Redacción.- No dudamos de que el título y el  desarrollo de este artículo van a ser polémicos.

A pesar de  haber caído por goleada alemana en el campeonato mundial de fútbol de  Sudáfrica 2010, Argentina ha ganado.

Perdió un seleccionado que  llevaba nuestros colores por fuera, pero que tenía la impronta  kirchnerista por dentro. La señora presidente soñaba con la Plaza de  Mayo atestada de incondicionales admiradores (de los que vienen por el  "jornal" de vino y sándwich), y un balcón compartido con Néstor,  Maradona y Estela de Carlotto, entre otros emblemas de la "cultura"  nacional actual. Una imagen que quedaría en la memoria colectiva por  años y años. Choripán y circo del bicentenario. Ni pensar lo que hubiera  sido el palco en Johannesburgo, con el discurso de la victoria del  "modelo económico, político, social y deportivo" de Cristina -que todo  el planeta debería implementar inmediatamente-, en caso de haber ganado  el campeonato.

El fútbol es un deporte y, esencialmente, un  juego. Pero ciertos países -y el nuestro no es la excepción- lo toman  como una guerra, en la que los triunfos significan una conquista  incuestionable del "modelo de gobierno" de turno. Así en 1978 como en  2010.

No. Argentina no perdió. Ha obtenido un triunfo  resonante.

Don Diego, después de violentarse con algunos  simpatizantes alemanes, se retiró humillado del estadio. Nosotros nos  hemos sentido humillados desde el comienzo de esta ridícula puesta en  escena. Nos humillan los 600 millones destinados al fútbol y robados a  los jubilados. Nos humilla un presidente vitalicio de la AFA que no ha  hecho más que vivir del erario público. Nos humillan los cientos de  miles de decodificadores pagados con el sudor de los que trabajan y  distribuidos a la "clientela" electoralista. Nos humilla un director  técnico soberbio, pedante y maleducado, que está convencido de que es  dios. Nos humilla la presencia de Estela de Carlotto en Sudáfrica para  autopromover su indecente candidatura al Premio Nobel de la Paz. Nos  humillan los barrasbravas, cuya presencia en el continente africano  "nadie" puede explicar, como tampoco su conducta violenta y su  consecuente deportación.

Diego Armando Maradona fue en otra  época, y sin duda alguna, un superdotado en sus piernas, aunque los  dotes en el otro extremo de su cuerpo parecen inversamente  proporcionales. A él le debemos una copa mundial obtenida con trampa,  por la viveza criolla que pasó a la historia como "la mano de Dios", y  también la bochornosa expulsión de otro mundial a raíz de su adicción a  las drogas.

No llama la atención lo que los diarios del mundo  publican ahora sobre "el 10". Queda claro que es repudiado en todo el  universo, a excepción de su país natal. Simplemente está cosechando su  siembra: el fruto de su desprecio histórico hacia el resto de los  mortales.

Ser excluidos del campeonato mundial de fútbol  significó quitarles el caramelo de la boca al populista matrimonio  presidencial, al inmoral presidente de la AFA, a la dudosa abuela  Carlotto y al fracasado Director Técnico de la selección nacional.  

Maradona ha dejado sin libreto a la presidente y a su cohorte de  funcionarios inútiles y corruptos. ¿Qué hará ahora la primera  magistrada? ¿Cómo seguirá la obra? ¿A quién acusará de haberle  "secuestrado los goles"? ¿A la Fifa? ¿A los sudafricanos? ¿A  Messi?

A Maradona, ciertamente no.

A Maradona sólo le cabe  la derrota de la selección nacional en la copa del mundo e,  irónicamente, el extraordinario triunfo de  Argentina.


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