10 de enero de 2013.-   Atrás quedó la campaña de Berrocal en la que acusaba a sus adversarios con imágenes obvias de engañar y querer "aprovecharse" de los costarricenses, por lo que deberíamos cuidarnos el "trasero".

Don Johnny dejó de ser uno de los "malos". Ayer, Fernando Berrocal le aplicó el óleo sagrado y lo declaró digno pretendiente de ser el sucesor de doña Laura.

Así funcionan estos políticos ticos. Primero se acusan de traidores, de corruptos, de mentirosos y después se declaran "amor político eterno".

Y son capaces de decir sin el menor sonrojo, que el apoyo es de puro amor patriótico, desinteresado, que no hay pacto alguno bajo la mesa, que es de mera buena voluntad y convicción y que lo hacen a cambio de nada. No sabemos si alguien les cree, nosotros no.

Ahora hay que esperar que sanen las heridas al ego de los Arias para que salgan, también con "amor patriótico" y a cambio de nada a darle su apoyo a don Johnny.