Moscú, 19 de enero de 2013.-   Rusia se pronunció en contra de enviar el denominado "expediente sirio" a la Corte Penal Internacional (CPI) como lo demandó la Alta Comisionada de los Derechos Humanos de la ONU, Navai Pillay.

"La parte rusa considera inoportuno hacerlo, ya que lo principal es poner en marcha el proceso político", dijo a periodistas rusos el representante de Moscú ante la Organización de Naciones Unidas, Vitali Churkin.

Según el diplomático, de este modo Moscú reafirmó su actitud negativa ante esta iniciativa, cuya puesta en práctica puede "radicalizar" toda la situación, reportó la agencia rusa de noticias RIA Novosti.

En la reunión del Consejo de Seguridad del pasado viernes, Pillay pidió remitir a la CPI el tema de los crímenes de guerra en Siria, petición avalada por cinco de los 15 miembros del consejo: Francia, Luxemburgo, Gran Bretaña, Australia y Corea del Sur.

Los embajadores de estos países, en una declaración conjunta, apoyaron la idea de enviar a la CPI el "expediente sirio" para que investigue los crímenes de guerra cometidos durante el conflicto que desde marzo de 2011 se cobró 60 mil vidas, según estimaciones de la ONU.

Dado que Siria no es signatario del Estatuto de Roma, el convenio bajo el que se rige la CPI, sólo el Consejo de Seguridad podría referir la situación en países que no son parte de ese acuerdo con el objetivo de que se investiguen crímenes de lesa humanidad.