El dominio de Cuba sobre Venezuela - TicoVisión |
Escrito en 22/01/13 a 07:50:06 GMT-06:00 Por Administrador |
La oposición actúa como si necesitara afrontar mayores definiciones, como si fuese insuficiente lo que ocurre, en tanto no alcanzan las protestas por las designaciones que realiza Nicolás Maduro... 22 de enero de 2013 | TicoVisión | Redacción - | Análisis | San José, Costa Rica | Tribuna para el Libre Pensamiento El dominio de Cuba sobre Venezuela Por Carlos Manuel Acuña 22 de enero de 2013.- El manejo de Cuba sobre la política y las instituciones de Venezuela logró colocar en la presidencia a Nicolás Maduro y equilibrar -aunque sea transitoriamente- la competitividad entre el elegido de Hugo Chávez Frías y el titular electo de la Asamblea, que aspiraba al cargo por razones constitucionales. El problema, determinado por la muerte controlada del ex dictador, generó una serie de tensiones que amenazan con incidir inevitablemente sobre todo el escenario latinoamericano y tal vez algo más allá, como lo vamos a ver enseguida. Antes de avanzar en nuestro análisis informativo, debemos señalar que la Argentina, como parte de su retroceso en todos los órdenes, nada tiene que hacer en este peligroso proceso. Su anterior influencia fue convertida en un simple recuerdo por parte de quienes hemos vivido otras épocas que evocan, incluso, la amplia presencia cultural de nuestro país hasta el extremo norte de la América de habla española. Esto es así gracias a un notable proceso de decadencia, acelerado durante los últimos tiempos y quienes creyeron que la reciente visita de Cristina W. a La Habana por encima del pedido del gobierno cubano y de las autoridades venezolanas de facto, expresaba un movimiento demostrativo de una ambiciosa estrategia, se equivocan de medio a medio. La presidente Argentina voló para reflejarse mediáticamente pero también para acordar una recomendación médica ofrecida por los hermanos Castro, que ya había adelantado la necesidad de que ingrese en un período de descanso y distracción como lo expresaron los médicos argentinos. Agreguemos que lo mismo sostuvo la psiquiatra ofrecida por el gobierno chileno. De esta manera, dos países tan distintos pero importantes para nosotros -Cuba fue derrotada militarmente en los setenta y las relaciones con Chile siempre fueron difíciles- conocieron de esta manera las intimidades de nuestros objetivos si en realidad el país tiene alguno más o menos claro y ponderable. Ahora, Cristina viaja para distraerse y subir unos cuantos escalones en la kermesse de su gobierno gracias a la “Barbie” criolla que con un metro de estatura, ofrece su figura a la contemplación pública para satisfacer su ego; en realidad, para simular su propia existencia más allá de la figuración. El caso venezolano ya convirtió al país que más tradición constitucionalista registra en su historia, en una suerte de república bananera pero plagada de tensiones que prometen desbordarse. Es posible que por unos días se prolongue la ficción de la muerte controlada de Chávez, que podría convertirse en una verdadera obra teatral si es que prospera la idea de mostrarlo públicamente desde la suficiente distancia para que pueda creerse que está con vida, maniobra que podría enriquecerse con la corta actuación de un doble. Esto sería así siempre y cuando no logren superarse las diferencias internas, lo que se esperaba concretar este fin de semana. Entonces, Chávez moriría oficialmente después de unos días para tratar de disimular lo indisimulable. Ya lo repitió el diario español ABC y se lo comenta en todos los círculos diplomáticos que siguen con atención lo que sucede en medio del silencio de Washington, de los gobiernos europeos, de la OEA siempre celosa al evaluar otras situaciones como las vividas por la Argentina, Brasil, Chile, el Uruguay, Honduras o Paraguay, que debieron sacarse de encima a las izquierdas disolventes. Tampoco se ha definido en esta disyuntiva una organización supranacional como UnaSur, drásticamente influida por los bolivarianos, en tanto en las capitales se producen algunas movilizaciones minúsculas que siempre actúan en nombre del pueblo y de la democracia pese a la ausencia de respaldo popular masivo. La inacción es paralela a la falta de partes médicos oficiales o de certificaciones que siquiera profesionales dependientes del poder castrista están dispuestos a firmar. De todos modos, la ficción no puede prolongarse en demasía. El cuerpo del ex dictador “respira” únicamente gracias a las conexiones que soporta con el agregado de que si se las quitaran, ese resto artificial de vida terminaría en escasos siete minutos. Entre tanto, el Frente Institucional Militar, que reúne a oficiales de prestigio, retirados pero convertidos en referentes, aboga por una convocatoria constitucionalista que se extenderá durante los días venideros, mientras desliza la repulsa a los militares corruptos y mediocres con que se rodeó Chávez para poder dominar mejor su aparato político. Concurrentemente, los miembros de la organización de “Los Soles” -cuyo nombre alude a los distintivos del grado de generales chavistas- se disputan un porcentaje de poder con uñas y dientes hasta tal punto, que se produjeron enfrentamientos a tiros. No es para menos, pues están en danza los millones y millones de dólares que deja la droga. Por su parte, el Movimiento Venezuela Soberana, formado por civiles y militares, expresa un sentimiento de rechazo total a la ingerencia cubana, una actitud que es compartida por la mayoría de los otros grupos. Esa ingerencia es tan notable que hoy se gobierna desde La Habana, en tanto miles de agentes que operan como médicos o educadores despliegan un grado de infiltración de alcances inimaginables. Como telón de fondo, opera el conocido Foro de San Pablo y en un nivel superior el interés de Irán, que tanto inquieta a los Estados Unidos que, obviamente y pese a que no lo demuestra, debe seguir de cerca (por así decirlo) el desenlace de los hechos desordenados pero no desprovistos de coherencia. Pese a las simpatías que pudieran existir por parte de Hegel -el nuevo secretario de Estado admirador del demócrata Jimmy Carter- pese a que Obama finaliza este nuevo período sin reelección posible y, por lo tanto, con mayores posibilidades de despliegue ideológico, pese a estos componentes nada despreciables, se hace evidente que la evolución de la crisis puede derivar en una guerra civil que hasta ahora pudo evitarse a duras penas, no obstante la anarquía que se ha instalado entre quienes mueven los hilos en Caracas pero, sobre todo, en La Habana. La oposición actúa como si necesitara afrontar mayores definiciones, como si fuese insuficiente lo que ocurre, en tanto no alcanzan las protestas por las designaciones que realiza Nicolás Maduro por encima de la prohibición legal que lo impide taxativamente, mientras el factor del narcotráfico registra complicaciones adicionales a raíz del conflicto que se extiende en el norte de África y que los franceses tratan de superar. El tema parece relativamente simple, pero en realidad configura complicaciones imprevistas como, por ejemplo, que esa zona es una de las rutas más importantes que sigue el narcotráfico para llevar la droga más allá de las fronteras donde se la produce. Agreguemos que la que se envía desde la Argentina sigue por ese camino, lo que permite sostener que habrá cambios posiblemente violentos por parte de este comercio que parece imparable y que no se detiene ante nada. ¿Sabrán los popes cristinistas lo que se avecina? ¿Comprenden los alcances de las necesidades sociales que protestarán, inexorablemente, por las consecuencias de la inflación y la caída de los subsidios por la falta de recursos? Los interrogantes son infinitos y hacen directamente a la esencia del derrotero que tendrán los acontecimientos que se acentuarán después del verano. Pero este conjunto de sucesos y pulseadas deja una enseñanza nada despreciable y que debemos reiterar: se trata de la demostración palpable de que las izquierdas, cuando llegan al poder, no se detienen ante nada para conservarlo. |
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