La guerra del agua en Canarias: España - TicoVisión
¿cómo es posible que en estas islas aún se atrevan a privatizar el agua, un bien público y universal, haciendo de ello un negocio?
28 de enero de 2013 | TicoVisión | Redacción - www.sergiogarciacruz.com | Ambientales | San José, Costa Rica | Tribuna para el Libre Pensamiento
Por Sergio García de la Cruz
28 de enero de 2013.- Tenerife ha sido portada de la revista Interviú y, lamentablemente, no ha sido para dar cuenta de algo bueno, sino para mostrarnos otras presuntas irregularidades. Esta vez relacionado con un importantísimo recurso biológico como es el agua y, que en algunos sitios, es de dudosa potabilidad; y por la que encima te cobran unas cantidades desorbitantes, poniendo en grave riesgo nuestra salud. Cuando no hay un exceso de flúor, es por la presencia de boro, y así…
La guerra de poder por los recursos estratégicos no es cuestión específica de estas islas, sino que la misma prevalece mundialmente. Ahora nos encontramos en un mundo en que su escasez se ha incrementado y siendo como es un recurso vital para la subsistencia, algunos lo han aprovechado para convertirlo en el eje de sus operaciones de dinero y poder.
Ya, Collier y Hoeffer nos alentaron de la degradación de los recursos y del protagonismo que tiene el medioambiente; ellos determinaron que los Estados que poseían recursos susceptibles de saqueos tenían una probabilidad de padecer guerras cuatro veces superior a la de los que no poseían dichas materias primas. Esto explica muchos de los conflictos mundiales.
La guerra de poder por los recursos estratégicos no es cuestión específica de estas islas, sino que la misma prevalece mundialmente. Ahora nos encontramos en un mundo en que su escasez se ha incrementado y siendo como es un recurso vital para la subsistencia, algunos lo han aprovechado para convertirlo en el eje de sus operaciones de dinero y poder.
Ya, Collier y Hoeffer nos alentaron de la degradación de los recursos y del protagonismo que tiene el medioambiente; ellos determinaron que los Estados que poseían recursos susceptibles de saqueos tenían una probabilidad de padecer guerras cuatro veces superior a la de los que no poseían dichas materias primas. Esto explica muchos de los conflictos mundiales.
Somos una sociedad de riesgo debido a la alteración de nuestro hábitat, deteriorado principalmente por el crecimiento demográfico, una economía acelerada y el acceso desigual a los recursos, todo esto sobre un suelo que soporta una gran intensidad de usos.
Tenerife ha privatizado la gestión del agua. Estas mismas privatizaciones en numerosas ciudades de América Latina están creando conflictos de envergaduras equiparables a las del control de la producción y de las rutas de la droga. El agua está en peligro, en gran medida por el ritmo de consumo y contaminación actual al que está sometido. Cómo es posible que caigamos en la mercantilización y privatización de algunos servicios básicos, que lo único que provocan son relaciones de poder en cuanto a su gestión y control sobre algo tan necesario para a supervivencia.
Tenerife ha privatizado la gestión del agua. Estas mismas privatizaciones en numerosas ciudades de América Latina están creando conflictos de envergaduras equiparables a las del control de la producción y de las rutas de la droga. El agua está en peligro, en gran medida por el ritmo de consumo y contaminación actual al que está sometido. Cómo es posible que caigamos en la mercantilización y privatización de algunos servicios básicos, que lo único que provocan son relaciones de poder en cuanto a su gestión y control sobre algo tan necesario para a supervivencia.
A escala mundial, un grupo muy reducido de grandes empresas privadas se ha hecho con el control de este recurso esencial y con gran margen de beneficios, la mayoría de origen francés y entre ellas se reparten el 70 % del mercado mundial, operando en más de ciento cincuenta países. En Canarias, los beneficios de las empresas privadas que controlan la gestión del agua han ido decayendo, extraño pero de solución simple; el regreso a su legítimo gestor, y este es el pueblo.
En el mundo la preocupación por este oligopolio es tal que se ha establecido unos principios básicos en torno a él: primero, asegurar el derecho del agua para todos y considerarla como patrimonio común de la humanidad; el segundo, preservarla para las generaciones futuras, evitando usos no sostenibles y no democráticos que aumentan riesgos y desigualdades; tercero, luchar contra su privatización y mercantilización, reforzando su consideración como servicio público de primera calidad; y por último, promover un modelo innovador de servicio público, capaz de asegurar una gestión integral y más eficiente.
Visto todo esto, ¿cómo es posible que en estas islas aún se atrevan a privatizar el agua, un bien público y universal, haciendo de ello un negocio?
Tenerife ha privatizado la gestión del agua. Estas mismas privatizaciones en numerosas ciudades de América Latina están creando conflictos de envergaduras equiparables a las del control de la producción y de las rutas de la droga. El agua está en peligro, en gran medida por el ritmo de consumo y contaminación actual al que está sometido. Cómo es posible que caigamos en la mercantilización y privatización de algunos servicios básicos, que lo único que provocan son relaciones de poder en cuanto a su gestión y control sobre algo tan necesario para a supervivencia.
Tenerife ha privatizado la gestión del agua. Estas mismas privatizaciones en numerosas ciudades de América Latina están creando conflictos de envergaduras equiparables a las del control de la producción y de las rutas de la droga. El agua está en peligro, en gran medida por el ritmo de consumo y contaminación actual al que está sometido. Cómo es posible que caigamos en la mercantilización y privatización de algunos servicios básicos, que lo único que provocan son relaciones de poder en cuanto a su gestión y control sobre algo tan necesario para a supervivencia.
A escala mundial, un grupo muy reducido de grandes empresas privadas se ha hecho con el control de este recurso esencial y con gran margen de beneficios, la mayoría de origen francés y entre ellas se reparten el 70 % del mercado mundial, operando en más de ciento cincuenta países. En Canarias, los beneficios de las empresas privadas que controlan la gestión del agua han ido decayendo, extraño pero de solución simple; el regreso a su legítimo gestor, y este es el pueblo.
En el mundo la preocupación por este oligopolio es tal que se ha establecido unos principios básicos en torno a él: primero, asegurar el derecho del agua para todos y considerarla como patrimonio común de la humanidad; el segundo, preservarla para las generaciones futuras, evitando usos no sostenibles y no democráticos que aumentan riesgos y desigualdades; tercero, luchar contra su privatización y mercantilización, reforzando su consideración como servicio público de primera calidad; y por último, promover un modelo innovador de servicio público, capaz de asegurar una gestión integral y más eficiente.
Visto todo esto, ¿cómo es posible que en estas islas aún se atrevan a privatizar el agua, un bien público y universal, haciendo de ello un negocio?
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