6 de febrero de 2013.-   Ahora que los bancos están con las arcas llenas, que parecía que teníamos un respiro en la economía, el gobierno emite una directriz a los bancos par que endurezcan los requisitos para los solicitantes de créditos, ésta medida, que afecta para mal tanto a los bancos porque disminuye sus utilidades, como a las empresas porque limita su inversión, y a la gente común que pide un préstamo personal, algo que tiene muy confundida a la gente pues la hace pensar que el problema está en la falta de recursos, sin embargo es todo lo contrario.

Hay demasiado dinero y el gobierno no quiere que entre a la calle, más bien, como se diría vulgarmente, quiere evitar que la canalla se apodere de él, porque el asunto no es evitar que los ricos tengan acceso a los préstamos sino que los pobres nunca lleguen a tener la oportunidad de comprar porque pueden producir efectos nefastos a la economía (de los ricos por supuesto), porque pueden llegar a escasear los productos de la canasta básica, “produciendo inflación”. Entonces, entiéndase bien, no hay escasez de dinero sino exceso de él, y el problema sería que éste llegase a caer en malas manos, o sea, en manos de la gente común.

Esto me hace entender que el mundo está así porque queremos, que los pobres existan, porque a los ricos les conviene que existan y el problema nunca tendrá solución, porque no se le quiere buscar solución.