El Papa Negro: Jorge J. Cuadra V. - TicoVisión
El actual Padre General de los Jesuitas, es Adolfo Nicolás, quien desde hace dos días, ya no será llamado el Papa Negro, porque el Papa es un jesuita.
17 de marzo de 2013 | TicoVisión | Redacción - | Historia | San José, Costa Rica | Tribuna para el Libre Pensamiento
Por Jorge J. Cuadra V.
Orgullosamente ex alumno jesuita
17 de marzo de 2013.- Así llaman y ahora llamaban al Padre General de la Compañía de Jesús, no por malo y siniestro, sino porque su poder es tan grande como el del Papa mismo, pero no viste la sotana blanca del representante de Cristo en la tierra. Viste la sotana negra propia de casi todos los sacerdotes del mundo.
La Compañía de Jesús fue fundada por un militar y la orden que fundó tiene la estructura militar de los ejércitos. El padre General, es el General de cinco estrellas jefe de las fuerzas armadas del país.
La Compañía de Jesús tiene divisiones y batallones de soldados, pero son soldados de Cristo que evangelizaron Japón, parte de China y aquí en América, evangelizaron a los guaraníes con las misiones del Paraguay.
El nombre del nuevo Sumo Pontífice es Francisco y algo tiene que ver San Francisco Javier, jesuita como Jorge Mario Bergoglio, jesuita argentino, hoy el primer Papa jesuita y el primer americano en sentarse en la silla de San Pedro.
Anoche escuchaba al Dr. Arríen, que por aquello de sacerdotem in eternum, es jesuita y sabe todo lo de la orden religiosa más poderosa del orbe. Contaba que el
La Compañía de Jesús fue fundada por un militar y la orden que fundó tiene la estructura militar de los ejércitos. El padre General, es el General de cinco estrellas jefe de las fuerzas armadas del país.
La Compañía de Jesús tiene divisiones y batallones de soldados, pero son soldados de Cristo que evangelizaron Japón, parte de China y aquí en América, evangelizaron a los guaraníes con las misiones del Paraguay.
El nombre del nuevo Sumo Pontífice es Francisco y algo tiene que ver San Francisco Javier, jesuita como Jorge Mario Bergoglio, jesuita argentino, hoy el primer Papa jesuita y el primer americano en sentarse en la silla de San Pedro.
Anoche escuchaba al Dr. Arríen, que por aquello de sacerdotem in eternum, es jesuita y sabe todo lo de la orden religiosa más poderosa del orbe. Contaba que el
Papa Francisco había sido nombrado Obispo, Arzobispo, Cardenal antes de ser nombrado Papa, pese al voto de obediencia que los manda a no aceptar nombramientos pomposos. Pero, dijo el doctor Arríen, existe un voto más que es de obediencia ciega a lo que les ordene el Papa y los jesuitas con su característica inteligencia, dejan la puerta abierta para aceptar ser todo lo que sus votos les prohíbe.
Mi rector en el Colegio Centro América era el padre Manresa, que lo que tenía de pequeño, lo tenía de fuerte y sabio. Una mañana lo llamaron de Guatemala para que asumiera el obispado de Quezaltenango y Manresa partió a actuar para la mayor gloria de Dios, como lo específica el lema de la orden, AMGD.
Por eso, por el voto de obediencia al Papa que hacen los jesuitas, es que ahora tenemos un Papa latinoamericano. El Papa le ordenó aceptar ser Obispo, Arzobispo, Cardenal y el Espíritu Santo lo escogió como su representante en la tierra.
Wlodimir Ledochowsky era el Padre General durante la primera guerra mundial y parte de la segunda. Estuvo en el cargo hasta 1942 y debido a los años de terror y muerte, el cargo estuvo vacante por cuatro años. Los ejércitos de Loyola no tenían un General que los guiara.
En 1946, pasada la hecatombe mundial desatada por el fascismo, aparece de nuevo el Padre General en la persona de Jean-Baptiste Janssens, a quien con toda seguridad le tocó la reunificación de la Sociedad de Jesús y su engrandecimiento.
Se dan grandes cambios en la Compañía de Jesús y surge en 1965 Pedro Arrupe como padre General de los hijos de Loyola, sobreviviente de la bomba atómica que fue lanzada sobre Hiroshima el 6 de Agosto de 1945, por orden del Presidente de los Estados Unidos, para ponerle fin a una guerra que tenía que terminar.
“Estaba oficiando la misa cuando escuché un gran estruendo que me hizo caer al suelo.” El Padre Arrupe se encontraba en la propia ciudad, pero en las afueras y con sus conocimientos de medicina, hizo una gran labor en el “aftermath” del hongo atómico.
Con Arrupe como Padre General, se dan conflictos graves que promueven la deserción de cienes de sacerdotes. Cuando deja el cargo en 1983, después de dos años de incapacidad física, le sucede el sacerdote, Peter Hans Kolvenbach, quien renunció en 2008 al cumplir 80 años de edad, siendo la primera vez en la historia de los Jesuitas que un Padre General renuncia.
El actual Padre General de los Jesuitas, es Adolfo Nicolás, quien desde hace dos días, ya no será llamado el Papa Negro, porque el Papa es un jesuita.
El 2 de Diciembre de 1974 se convocó la 32ava Congregación General de la orden de los jesuitas. En ella queda establecido que: “La fe en Dios ha de ir insoslayablemente unida a la lucha infatigable para abolir todas las injusticias que pesan sobre la humanidad.”
Eso es lo que va a promover el Jesuita que está sentado en el trono de San Pedro y los injustos de la tierra tienen por qué empezar a temblar ante el poder de Dios.
Mi rector en el Colegio Centro América era el padre Manresa, que lo que tenía de pequeño, lo tenía de fuerte y sabio. Una mañana lo llamaron de Guatemala para que asumiera el obispado de Quezaltenango y Manresa partió a actuar para la mayor gloria de Dios, como lo específica el lema de la orden, AMGD.
Por eso, por el voto de obediencia al Papa que hacen los jesuitas, es que ahora tenemos un Papa latinoamericano. El Papa le ordenó aceptar ser Obispo, Arzobispo, Cardenal y el Espíritu Santo lo escogió como su representante en la tierra.
Wlodimir Ledochowsky era el Padre General durante la primera guerra mundial y parte de la segunda. Estuvo en el cargo hasta 1942 y debido a los años de terror y muerte, el cargo estuvo vacante por cuatro años. Los ejércitos de Loyola no tenían un General que los guiara.
En 1946, pasada la hecatombe mundial desatada por el fascismo, aparece de nuevo el Padre General en la persona de Jean-Baptiste Janssens, a quien con toda seguridad le tocó la reunificación de la Sociedad de Jesús y su engrandecimiento.
Se dan grandes cambios en la Compañía de Jesús y surge en 1965 Pedro Arrupe como padre General de los hijos de Loyola, sobreviviente de la bomba atómica que fue lanzada sobre Hiroshima el 6 de Agosto de 1945, por orden del Presidente de los Estados Unidos, para ponerle fin a una guerra que tenía que terminar.
“Estaba oficiando la misa cuando escuché un gran estruendo que me hizo caer al suelo.” El Padre Arrupe se encontraba en la propia ciudad, pero en las afueras y con sus conocimientos de medicina, hizo una gran labor en el “aftermath” del hongo atómico.
Con Arrupe como Padre General, se dan conflictos graves que promueven la deserción de cienes de sacerdotes. Cuando deja el cargo en 1983, después de dos años de incapacidad física, le sucede el sacerdote, Peter Hans Kolvenbach, quien renunció en 2008 al cumplir 80 años de edad, siendo la primera vez en la historia de los Jesuitas que un Padre General renuncia.
El actual Padre General de los Jesuitas, es Adolfo Nicolás, quien desde hace dos días, ya no será llamado el Papa Negro, porque el Papa es un jesuita.
El 2 de Diciembre de 1974 se convocó la 32ava Congregación General de la orden de los jesuitas. En ella queda establecido que: “La fe en Dios ha de ir insoslayablemente unida a la lucha infatigable para abolir todas las injusticias que pesan sobre la humanidad.”
Eso es lo que va a promover el Jesuita que está sentado en el trono de San Pedro y los injustos de la tierra tienen por qué empezar a temblar ante el poder de Dios.
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