Tu Quoque Esercito Nacionale: Resucitaron los generalotes - TicoVisión
Sin la coma y sin los signos de interrogación que les puso el editorialista de La Prensa en su editorial de hoy.
28 de abril de 2013 | TicoVisión | Redacción - | Opinión | San José, Costa Rica | Tribuna para el Libre Pensamiento
Por Jorge J. Cuadra V.
Sin la coma y sin los signos de interrogación que les puso el editorialista de La Prensa en su editorial de hoy.
Managua, 28 de abril de 2013.- Por supuesto que este artículo jamás será publicado en las páginas del diario del mártir de las libertades públicas, sin embargo, no hay que perder las esperanzas porque es necesario decir que es deplorable la forma en que los responsables de luchar por una democracia plena siguen manejando el problema. Ni porque existe el precedente de la muerte del Doctor Pedro Joaquín Chamorro Cardenal ordenada por la dictadura somocista debido a su postura indeclinable de luchador perenne por la libertad y la justicia, pueden entender que con las fuerzas armadas proclives a una dictadura no se puede tener actitudes razonables porque solo creen en el poder de las armas al servicio del poder dictatorial.
El anarquista ruso, Bakunín, lo dijo en el siglo XIX: -Los militares son entrenados para matar, por eso no pueden ser amigos de la población civil.- Decía que si no fuera por el hecho mortal que asesinan a la población civil, bien podrían pasar por payasos vestidos con sus uniformes ridículos cuajados de condecoraciones de hojalata.
No necesariamente tiene que ser el General Avilés el que expulse a los periodistas de La Prensa porque no son amigos de la dictadura. Los puede expulsar cualquier funcionario de cualquier institución de gobierno y cuentan con el beneplácito del ejército partidario. Con el poder que tiene, el General Avilés bien pudo evitar esa expulsión, inclusive pudo haber ordenado su reentrada, pero no lo hizo porque todas las instituciones de este gobierno están concatenadas para hacer preservar la dictadura y sus males.
El anarquista ruso, Bakunín, lo dijo en el siglo XIX: -Los militares son entrenados para matar, por eso no pueden ser amigos de la población civil.- Decía que si no fuera por el hecho mortal que asesinan a la población civil, bien podrían pasar por payasos vestidos con sus uniformes ridículos cuajados de condecoraciones de hojalata.
No necesariamente tiene que ser el General Avilés el que expulse a los periodistas de La Prensa porque no son amigos de la dictadura. Los puede expulsar cualquier funcionario de cualquier institución de gobierno y cuentan con el beneplácito del ejército partidario. Con el poder que tiene, el General Avilés bien pudo evitar esa expulsión, inclusive pudo haber ordenado su reentrada, pero no lo hizo porque todas las instituciones de este gobierno están concatenadas para hacer preservar la dictadura y sus males.
Si el Ejército Nacional estaba en entredicho antes de este atropello a la libre expresión, después de él su involucramiento con la dictadura es más evidente. Pero La Prensa no lo dice, dice lo contrario cuando habla de seguir manteniendo el respeto institucional por estas fuerzas armadas que hace ratos dejaron de ser neutrales.
La Prensa va más allá: -Confiamos en que la expulsión del periodista de La Prensa no se deba a que el Ejército ha hecho suya la hostilidad orteguista contra la prensa independiente.- ¿Y de donde puede salir esa confianza cuando vemos a miembros del Ejército tomarse tierras que no le pertenecen, encapuchados como bandas de forajidos? Yo voy a preguntarle a Jackeline Guevara, de la comarca del Pochote, qué opinión tiene al respecto. Ella nos puede repetir los momentos de angustia y temor que vivió al ser atacada por tropas del ejército usando pasamontañas para desalojarlos de lo que el gobierno les donó con títulos autenticados por uno de los nueve dioses del Olimpo, Jaime Wheelock Román.
Cuando los ejércitos se vuelven partidista al lado de los dictadores, pierden la confianza del pueblo y eso lo saben muy bien los funcionarios de La Prensa porque lo aprendieron de alguien que nunca confió en los dueños de las cañas huecas.
Estos son tiempos de lucha ideológica, civilista, contra una dictadura que se está tragando la Nación entera. No son tiempos de cortesía, ni de confianza para los que están ligados desde su origen con el dictador Ortega. Él se los recuerda y ellos acatan.
La Prensa va más allá: -Confiamos en que la expulsión del periodista de La Prensa no se deba a que el Ejército ha hecho suya la hostilidad orteguista contra la prensa independiente.- ¿Y de donde puede salir esa confianza cuando vemos a miembros del Ejército tomarse tierras que no le pertenecen, encapuchados como bandas de forajidos? Yo voy a preguntarle a Jackeline Guevara, de la comarca del Pochote, qué opinión tiene al respecto. Ella nos puede repetir los momentos de angustia y temor que vivió al ser atacada por tropas del ejército usando pasamontañas para desalojarlos de lo que el gobierno les donó con títulos autenticados por uno de los nueve dioses del Olimpo, Jaime Wheelock Román.
Cuando los ejércitos se vuelven partidista al lado de los dictadores, pierden la confianza del pueblo y eso lo saben muy bien los funcionarios de La Prensa porque lo aprendieron de alguien que nunca confió en los dueños de las cañas huecas.
Estos son tiempos de lucha ideológica, civilista, contra una dictadura que se está tragando la Nación entera. No son tiempos de cortesía, ni de confianza para los que están ligados desde su origen con el dictador Ortega. Él se los recuerda y ellos acatan.
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