es decir, que en promedio ocho niños al día van a parar al centro médico víctimas de algún tipo de agresión.

Solo para citar un ejemplo, un servicio como la Unidad de Quemados, con fuerte demanda del servicio de Trabajo Social no cuenta actualmente con la asignación de una profesional en ese campo, sino que es atendido por recargo debido a la carencia de recurso humano. Esto a pesar de la complejidad de las situaciones sociales que presentan los niños y las niñas a los que ahí se les brinda atención y donde el componente de negligencia se asocia a la ocurrencia de las quemaduras.

Con relación al tema de la complejidad debe destacarse que la violencia ha comprometido el valor vida de las personas menores de edad generando secuelas físicas, emocionales y sociales que exigen cada vez una mayor gestión por parte del servicio de trabajo social. Ejemplo de ello es que el 55% de la gestión de esa área está dedicada en forma exclusiva a la atención de situaciones sociales relacionadas con la violencia contra personas menores de edad.

“Esperamos que la Sala IV resuelva el amparo en favor de la niñez del país que requiere de más apoyo institucional siendo la intervención del departamento de Trabajo Social del Hospital de Niños fundamental, debido a la carencia de alternativas de protección gubernamentales destinadas para personas menores de edad con necesidades especiales, por sus cuadros clínicos o bien por la discapacidad adquirida posterior al evento de la agresión”, dijo esta mañana la Defensora de los Habitantes, Ofelia Taitelbaum.