Es un ridículo, es un total ridículo que teniendo nosotros funcionarios, y teniendo un staff de ingenieros, y teniendo una burocracia en el Ministerio de Obras Públicas y Transportes, y resulta ser que son personas y grupos organizados de este país los que le están y le tienen que decir a un presidente, en este caso a la señora presidenta, cómo tiene que hacer una carretera. Imagínese el montón de inútiles que hay ahí que no sirven para nada.

Bueno, en ese sentido, quiero decirles a ustedes también que así como el pueblo de occidente se organizó para revisar una concesión que a todas luces no resolvía el problema del occidente y de este país, porque el que va para esos lados va a tener que pasar por ahí necesariamente, viva en San Ramón, o viva en Naranjo, o viva donde quiera. Pero bajo esas circunstancias del manejo que ha tenido el Consejo Nacional de Concesiones que ya nadie cree en eso, ¿ah?, que ya nadie cree en eso y también el actuar de la Contraloría General de República, a quien no le ha temblado el pulso para refrendar contratos, vamos a tener que revisar el contrato de concesión de obra pública de la APM Terminal de Limón.

¡Ah!, vamos tener que revisar ese contrato, porque aquí más de veinticinco diputados les dijimos a la señora contralora en aquel tiempo, doña Rocío, que no le correspondía a la Contraloría dar una concesión donde se le estaba entregando a una trasnacional sesenta hectáreas dentro del mar, ¿no sé si ustedes sabían eso?

Veo que algunos diputados me vuelven a ver. ¿Ustedes sabían que el contrato de concesión… Diputado don Juan Bosco, usted que siempre está poniendo atención, no solo a mí persona si no a todos los demás. ¿Ustedes sabían que ese contrato le entrega a una empresa trasnacional dentro del mar sesenta hectáreas para que las rellene y construya ahí un puerto, ¡ah!, para cargar el cien por ciento de los contenedores de este país?

¿El cien por ciento de algo qué es? Sí, yo fui a la escuela, el cien por ciento de algo es todo, ¿no?, ¿y todo qué significa?, ¿no es monopolio?

Cuando usted tiene el cien por ciento de algo, usted tiene un monopolio, pues en una de las cláusulas del contrato del APM Terminal, que no estaba en el cartel de licitación porque una cosa es que usted concursa un cartel de licitación y luego la empresa le exige al Consejo Nacional de Concesiones que tiene que cambiar quince cosas.

Dentro de esas quince cosas, está exigiendo el cien por ciento de la carga de contenedores. Eso significa que no le está dando ni el manejo ni de un solo contenedor al muelle de Moín, que actualmente administra la Junta de Administración Portuaria Desarrollo Económico de la Vertiente Atlántica (Japdeva).

No solamente eso, ahí están corriendo para hacer una carretera que también se comprometió en una de esas cláusulas para hacer una carretera —escuchen costarricenses— de veinte millones de dólares a cuatro vías solamente para darle salida donde se va a construir este muelle del APM Terminal.

Tras de que les están dando la posta, tras de que les están entregando sesenta hectáreas dentro del mar, imagínense ustedes la barbaridad y están pasando esta carretera por zonas que son humedales, y están destruyendo el ambiente para hacer una carretera para una empresa de este tipo.

Aquí aprobamos nosotros… Diputados y diputadas, ¿ustedes se acuerdan aquí cuando aprobamos aquí un proyecto de ley de cincuenta y cinco millones para que se endeudara el Estado para fortalecer a Japdeva?, ¡ah!, ¿a dónde está esa plata?, ¿se acuerdan que yo les dije que era un saludo a la bandera?, ¿se acuerdan que les dije que no había un centavo?, ¿se acuerdan que les dije que estaban engañando al pueblo de Limón, mientras le daban tiempo para que salgan todas estas cosas y el APM Terminal comience a construir el nuevo muelle? Eso es burro amarrado contra tigre suelto.

Y eso es lo que está provocando que mucha gente en Limón se esté indisponiendo, los sectores sociales, porque usted no puede engañar a un pueblo como se le está engañando a Limón. No está, no hay un solo cinco.

¿Dónde está el Ministro de Hacienda diciéndoles a los costarricenses de dónde van a agarrar cincuenta y cinco millones de colones… eh, de dólares, perdón, de dólares para modernizar los muelles de Limón? Estamos esperando.

Antes yo iba a las reuniones, pero como hice control político aquí ya no me invitan, ni falta que me hace, ni falta que me hace, porque aquí no es a Walter Céspedes diputado que le tienen que dar explicaciones. A quien le tienen que dar explicaciones es a los limonenses y a los costarricenses, porque ese muelle si bien es cierto está en Limón pero le sirve a todo el país.

Y, por otro lado, yo veo que están diciéndoles a los costarricenses, o no, más bien a la presidenta cómo resolver el problema de la carretera Alajuela–San Ramón, pero no les han dicho a los diputados ni a los costarricenses cómo va a quedar el asunto con la OAS, con esta empresa, ¿cómo va a quedar?, ¿ah?

Doña Laura, dentro de sus apuros antes de que viniera Obama, les dijo a los costarricenses que se iba a hacer un finiquito entre las partes, pero después la empresa le dice: No, señora, disculpe, eso yo no lo he dicho, yo voy a cobrar lo que a mí me corresponde.

¿Cómo se va a pagar todo ese montón de millones?, ¿quiénes son los responsables?, ¿dónde estaban los que negociaron?, ¿dónde estaban los que permitieron que una empresa que nunca había invertido un solo cinco, es más no estaba ni en el país, que no participó en la licitación, venga y le compre el contrato a otra empresa que, por siete años, no pudo ni poner ni una piedra porque no tenía un cinco?

Le adjudicaron una concesión de más de doscientos cincuenta millones a un limpio y un vivón vino aquí y se aprovechó de las circunstancias de un Consejo Nacional de Concesiones para adjudicar una carretera que ya estaba hecha. La obra de concesión pública es para obras nuevas, amigas y amigos, diputados y diputadas.

Cómo usted va a adjudicar una carretera que hacía tres meses antes el Conavi le había invertido más de seis mil millones a una empresa que se encargó de asaltar esa ruta.

Hoy sí aparecen nuevos estudios diciendo que ahora se puede cobrar mil de ida y mil de venida; dos mil colones. ¿Y dónde estaban los estudios?, ¿dónde están montón ingenieros, de irresponsables del Conavi, que aprobaron?, ¿ah?, ¿y dónde estaban para decirle a esa empresa que eso no podía aprobar?, ¿dónde estaba la Junta Directiva?, ¿dónde estaba el ministro, que venía de trabajar y de ser consultor de la misma empresa que después le adjudican la concesión de obra?

Todavía hay mucho tema que hablar aquí. No hemos terminado aún y seguiremos hablando de este tema.