por las calles y pararse en las esquinas, entretenidos con sus vistosos teléfonos celulares enviando mensajes a diestra y siniestra, mientras la delincuencia común hace de las suyas, esos jóvenes oficiales de policía enfundados en sus azules uniformes, no tienen conciencia ni idea de lo que es ser un guardián del orden, en su publicidad millonaria el Ministerio de Seguridad Publica, pregona de los grandes avances en capacitación policial a que someten a esos cadetes, que vienen capacitados al mas alto nivel de la Academia Nacional de Policía, sin embargo la realidad es otra, como reitero esos jovenzuelos uniformados no tienen conciencia ni mística de lo que en realidad es un policía, hace unos días me encontré a una joven oficial de policía con su uniforme, jugando en las maquinas tragamonedas precisamente con otros jóvenes de las barriadas marginales de Guácimo de Limón, ampliamente conocidos como habituales delincuentes, y al preguntarle este servidor, que para ella que representaba el llevar puesto un uniforme y arma de reglamento, con todo desparpajo y cinismo me replico: “Para mi eso es pura vara, a mi lo que me interesa es la plata que recibo como sueldo.”

Si le hacemos un análisis o un chequeo a todas las notas de sucesos que se producen en todos los medios de comunicación, relacionados con sucesos en la provincia de Limón, con sorpresa encontraremos que quien sale en todos los medios de comunicación suministrando información es el señor Erick Calderón, subdirector de la Fuerza Publica en esa región, el flamante señor director Marlon Cubillo, que se dice ser abogado y que como tal debiera ser mas comunicativo, siempre se esconde y rehúye de la prensa, este señor no cumple entonces con las directrices del ejecutivo que es ni mas ni menos la rendición de cuentas a la ciudadanía que por imperio de ley se a ella se debe , ello demuestra la incapacidad de ese funcionario, que no solo es una persona grosera, arrogante y soberbia sino que ha demostrado durante los años de tener la dirección de la región Novena de la Fuerza Publica, que no tiene capacidad de planificación, ni cuenta con esquemas prácticos para detener la ola de violencia criminal que flagela la olvidada provincia del Caribe.

En horas de la mañana del día jueves de la semana pasada un humilde señor que recién abría su pulpería encontró la muerte frente a su hija por un sujeto que le esperaba que abriera su pequeño negocio, aunque el delincuente fue capturado tiempo después por la policía con ayuda de vecinos, ese espantoso hecho de sangre ocurrió a escasos trescientos metros donde se encuentra la Delegación de la Fuerza Publica. Ese humilde señor de la tercera edad que aquella mañana iniciaba su honesta labor, fue sorprendido por la muerte a manos de un facineroso, que presumo ya debe andar libre haciendo de las suyas, porque según el argumento de nuestros jueces las cárceles se encuentran saturadas de privados de libertad.

Es sumamente delicada la situación de seguridad en que se encuentra la provincia de Limón, todos los días nos enteramos de hechos violentos y crimines atroces, de nada vale el reforzamiento con mas policías si estos no están capacitados para hacerle frente al hampa organizada, tristemente los que vivimos en esta maravillosa región de Costa Rica nos encontramos secuestrados por el horror.