TicoVisión Costa Rica

Un Homenaje al Padre que se responsabiliza,
asume su rol y prevé el porvenir de su prole

Por Guillermo Carvajal Alvarado

16 de junio de 2013.- Ser padre no es solo procrear, no es fertilizar la semilla de la vida, lejos de eso, ser padre es formar parte de una colectividad social y asumir las múltiples tareas que esta condición tan especial y tan llena de aprendizajes y retos implica.

Padre, madre, hijos y familiares cercanos se constituyen en el grupo social de referencia d quienes desembarcamos a este mundo carente de toda noción de lo que es la vida. Por eso el recién llegado requiere desde el inicio de sus días del amor para entender el mundo. El amor, la ternura y cariño recibido en las fases iniciales son fundamentales para todos nosotros para forjar la noción de mundo. La construcción de esta perspectiva es fundamental en la formación de la personalidad de cada uno de nosotros, sin ella navegaremos por la vida por rutas inciertas.

Cuando pienso en el festejo del día del padre, lo veo como un acto social, lo pienso y lo siento a través de todos padres que han estado a mi lado, mis abuelos, figuras destacadas en la formación de mi carácter y de mi educación, mis tías y tíos, tuve tantos y por todos he guardado siempre una gran admiración y respeto, algunos fueron cercanos otros más lejanos porque así es la vida en las familias pobres y numerosas.

Mi padre José Guillermo Carvajal Cabezas, fue un zapatero, y cuando ya no se pudo seguir en el oficio hizo múltiples oficios, carpintero, albañil, fontanero. Hombre disciplinado, militante por las causas sociales. Mi padre fue un hombre sencillo, con una gran vocación al trabajo, un hombre profundamente inteligente que fue marcado por su las circunstancias de su época: el conflicto de 1948 lo que condicionó siempre su relación con las otras personas.

De mi padre aprendí a ver la vida como una gran lucha social, mis primeras lecturas fueron guiadas por su pensamiento. Y del aprendimos el sentido de superación. Mis padres, Guillermo y Flora siempre entendieron que era importante que sus hijos estudiaran de mis hermanos todas y todos pasamos por el colegio, algunos pudimos llegar hasta a la conclusión de nuestras carreras profesionales.

La vida es tan corta que cuando mis padres podían disfrutar de una vida más tranquila con sus hijos grandes y empezando a ver crecer a sus nietos sus vidas se fueron disipando hasta llegar a la partida final.

Para mi el recuerdo permanente de mis padres es una constante, mi vida no tendría sentido sin no entiendo el sacrificio de ellos en lograr el bienestar de todas y todos mi hermanos. Y no puede dejar de valorar la gran virtud que tuvieron en permitirnos estudiar aunque por las condiciones de pobreza quizá trabajar hubiera sido el remedio a la situación momentánea. Pero su visión de largo plazo los alumbró y nos permitieron seguir en el escalafón de la escolaridad.

Por eso, no puedo pensar en mi padre únicamente pienso en mi, ambos, padre y madre forjando el futuro sus hijos, y como hijo el mejor homenaje que puedo hacer es reconocer que soy su producto con mis virtudes y defectos pero que me debo a ellos aunque ellos ya no estén en el mundo terrenal.

Y deposito un beso y un abrazo que nos une por siempre y les evoco con amor y agradecimiento porque mi vida ha sido placentera gracias al esfuerzo que ellos hicieron.

* Dr. Guillermo Carvajal Alvarado: Estudió Géographie et amémagement du territoire en University of Toulouse II – Le Mirail. Profesor en la Universidad de Costa Rica, en el Truman Institut Israel y en Utah State University. Alcanzó el rango de Catedrático Universitario. Ha publicado numerosos articulos y libros sobre temas sociales de América Central. Vive en San José, Costa Rica y es Gerente Propietario de Editorial y Librería Alma Mater.