Las protestas se iniciaron el 6 de junio en São Paulo en respuesta a la decisión de las autoridades de aplicar un aumento en el precio del boleto del transporte colectivo.

En algunas manifestaciones se habrían reportado hechos aislados de violencia como la destrucción y quema de autobuses, saqueos y daño a edificios públicos, aunque la CIDH señaló que la gran mayoría de estas han sido pacíficas.

“La Comisión observa con preocupación que en el contexto de dichas manifestaciones, particularmente el 13 de junio, podrían haberse producido abusos por parte de agentes de la fuerza pública contra manifestantes y periodistas”, apuntó la comunicación.

Citó información según la cual en São Paulo al menos 200 personas habrían sido detenidas en las manifestaciones del pasado 13 de junio.

De acuerdo con los organizadores de las manifestaciones, más de 100 personas habrían resultado heridas por impactos de balas de goma y golpes o afectadas por bombas de gas lacrimógeno y spray de gas pimienta.

En una manifestación en Río de Janeiro, agentes de la Policía Militar habrían lanzado bombas de gas lacrimógeno contra manifestantes refugiados en un parque, afectando también a familias, niños y niñas que no participaban en esta.

La CIDH dijo haber recibido información sobre agresiones y detenciones contra periodistas que se encontraban realizando su labor informativa en el marco de las manifestaciones.

Uno de ellos, Pedro Ribeiro Nogueira, de Portal Aprendiz, habría permanecido tres días bajo custodia de las autoridades después de haber sido detenido en una manifestación el 11 de junio.

La CIDH también fue informada de que el jueves 13 de junio al menos 15 reporteros habrían sido agredidos por presuntos miembros de la Policía Militar y otros dos periodistas habrían sido detenidos.

Por separado siete reporteros del periódico Folha de São Paulo habrían resultado heridos por impactos de balas de goma o afectados por el gas pimienta, y dos de ellos, Fábio Braga y Giuliana Vallone, habrían recibido disparos con balas de goma en el rostro.

El fotógrafo Sérgio Silva, de la agencia Futura Press, enfrenta el riesgo de perder la visión de su ojo izquierdo luego de haber sido herido por una bala de goma.

Otro fotógrafo, Felipe Araújo, del periódico O Estado de São Paulo, habría sido atropellado por un vehículo de la policía cuando fotografiaba las manifestaciones.

Asimismo los días 16 y el 17 de junio dos periodistas habrían resultado heridos mientras cubrían manifestaciones en Rio de Janeiro y Belo Horizonte, a los que se sumaron otros tres agredidos por manifestantes en otras protestas.