''Que cada palo aguante su vela'': Diputada Venegas Renauld - TicoVisión
Las fichas en la mesa. El pueblo que quiso moverse fue el que las puso. No valen de ahora en adelante las quejas ni los lamentos de absolutamente nadie.
Por María Eugenia Venegas Renauld
Diputada por el PAC ante la Asamblea Legislativa
San José, 22 de julio de 2013.- Las fichas en la mesa. El pueblo que quiso moverse fue el que las puso. No valen de ahora en adelante las quejas ni los lamentos de absolutamente nadie. Los que fuimos, fuimos a decidir, los que se quedaron viendo el juego como si no fuera con ellos, "cuando les toque bailar que bailen con la música que les toquen". ¡Es tan fácil hacer análisis político desde afuera! Ya están todos los que aspiran a ser el presidente de una Costa Rica venida a menos que se envalentona con cualquier juego de media cancha, con puros hombres como siempre en el cuadrilátero. Bonita herencia nos dejó la administración actual a las mujeres. Para recomponer este desastre hace falta más que gana, falta algo que solo los años ayudan a masticar cerebralmente hablando.
Los años no pasen en el balde. Pero bueno, "para todos da la Trinidad", dicen gentes de antaño. En fin. A seguir en lo que toca en mi curul. "Que cada palo aguante su vela". Navegaremos en el mar de las exportaciones, en el revoltijo de las concesiones, en la repartidera de puestos, en los salarios desiguales, en la peonada sin cuartel, mantendremos aceras de muerte, seguiremos con proyectos
Los años no pasen en el balde. Pero bueno, "para todos da la Trinidad", dicen gentes de antaño. En fin. A seguir en lo que toca en mi curul. "Que cada palo aguante su vela". Navegaremos en el mar de las exportaciones, en el revoltijo de las concesiones, en la repartidera de puestos, en los salarios desiguales, en la peonada sin cuartel, mantendremos aceras de muerte, seguiremos con proyectos
de sociedad primaria y agotada con visiones de santidad cocida en el fetichismo y abundarán de hoy en adelante análisis debilitos, cuando la materia prima no da para más y los intereses ya están estratégicamente pagados.
En pocas semanas veremos levantadas banderas, las de siempre, camisetas y oficinas de los partidos, papeletas y planes de gobierno, plazas públicas, almuerzos y cenas en restaurantes caros, empresarios alistando chequeras, sueños de embajadores, becas y bonos listos, asoman ya las latas de pintura para las escuelas que habrán de pintarse con ese maquillaje de carnaval de cada cuatro años, apenas para la fachada para dar idea de que la escuela manda en el país, brazos levantados, esa levadura que por olor adormece y los sueños de grandeza acallarán realidades. Se botará plata, mucha plata como siempre. Ojalá yo me equivoque de cabo a rabo y ojalá y pase todo esto como un suspiro.
Me hubiera gustado ir a la calle con algo en las manos: un CV que invite a creer. Pero lo único cierto es que mi barrio se levantó hoy como si nada. Ladran afuera algunos perros, el camión recolectó la basura, los niños pasaron veloces a la escuela y los jóvenes al Liceo, cada quien corrió a sus trabajos, las señoras siguen en sus casas con la escoba y la regadera en la mano. El pulpero no abrió y las motos majaderas a escape libre, siguieron su marcha de ruido y humo. Es lunes y hay que hacer lo que se pueda. En Cuesta de Moras, lo de siempre.
En pocas semanas veremos levantadas banderas, las de siempre, camisetas y oficinas de los partidos, papeletas y planes de gobierno, plazas públicas, almuerzos y cenas en restaurantes caros, empresarios alistando chequeras, sueños de embajadores, becas y bonos listos, asoman ya las latas de pintura para las escuelas que habrán de pintarse con ese maquillaje de carnaval de cada cuatro años, apenas para la fachada para dar idea de que la escuela manda en el país, brazos levantados, esa levadura que por olor adormece y los sueños de grandeza acallarán realidades. Se botará plata, mucha plata como siempre. Ojalá yo me equivoque de cabo a rabo y ojalá y pase todo esto como un suspiro.
Me hubiera gustado ir a la calle con algo en las manos: un CV que invite a creer. Pero lo único cierto es que mi barrio se levantó hoy como si nada. Ladran afuera algunos perros, el camión recolectó la basura, los niños pasaron veloces a la escuela y los jóvenes al Liceo, cada quien corrió a sus trabajos, las señoras siguen en sus casas con la escoba y la regadera en la mano. El pulpero no abrió y las motos majaderas a escape libre, siguieron su marcha de ruido y humo. Es lunes y hay que hacer lo que se pueda. En Cuesta de Moras, lo de siempre.
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