Embarazo adolescente: un problema sin fronteras - TicoVisión
En Costa Rica es hoy, una emergencia nacional y así debe ser atendida. Uno de los casos más recientes, es el de una adolescente madre, quien abandonó las aulas del Colegio Superior de Señoritas, aduciendo que...
Por Ofelia Taitelbaum Yoselewich
Defensora de los Habitantes de la República
7 de agosto de 2013.- El embarazo en las adolescentes, es una realidad de la que el mundo ya no puede retraerse. Según datos de UNICEF, en América Latina y el Caribe, no hay políticas claras en materia de salud sexual y reproductiva para las adolescentes, pues no se valoran sus derechos. Los estudios indican que es una población que sufre mucho la presión social, el abuso sexual, el sexo como forma de paga por dinero, la curiosidad y la falta de orientación de sus progenitores. Esta maternidad suele reflejar situaciones de violencia que ejercen las personas adultas sobre ellas, en condiciones de evidente abuso de poder.
En Costa Rica es hoy, una emergencia nacional y así debe ser atendida. Uno de los casos más recientes, es el de una adolescente madre, quien abandonó las aulas del Colegio Superior de Señoritas, aduciendo que no la dejaban amamantar a su bebé. Para ella, la directora del colegio le impuso el horario para dar de mamar a su bebé, pese a que es a la madre a quien le asiste el derecho de escoger las horas para la lactancia de su bebé. Finalmente, la joven abandonó el colegio y afirmó que buscaría otra opción educativa que respete sus derechos y los de su hijo.
En la Defensoría, no conocemos las acciones concretas de la señora directora del Colegio en mención; sin embargo, debemos decir que ha sido cuestionada ante la Sala Constitucional desde el año 2005, por vulneraciones al derecho de petición y pronta respuesta, expedición de certificaciones y títulos, debido proceso, xenofobia, por no querer matricular jóvenes embarazadas y por discriminación por orientación sexual, este último ante nuestra institución.
En Costa Rica es hoy, una emergencia nacional y así debe ser atendida. Uno de los casos más recientes, es el de una adolescente madre, quien abandonó las aulas del Colegio Superior de Señoritas, aduciendo que no la dejaban amamantar a su bebé. Para ella, la directora del colegio le impuso el horario para dar de mamar a su bebé, pese a que es a la madre a quien le asiste el derecho de escoger las horas para la lactancia de su bebé. Finalmente, la joven abandonó el colegio y afirmó que buscaría otra opción educativa que respete sus derechos y los de su hijo.
En la Defensoría, no conocemos las acciones concretas de la señora directora del Colegio en mención; sin embargo, debemos decir que ha sido cuestionada ante la Sala Constitucional desde el año 2005, por vulneraciones al derecho de petición y pronta respuesta, expedición de certificaciones y títulos, debido proceso, xenofobia, por no querer matricular jóvenes embarazadas y por discriminación por orientación sexual, este último ante nuestra institución.
Por otro lado, sabemos que nuestro país ha procurado desde hace muchos años garantizar el derecho a la educación, pero ciertamente, tal cosa exige el cumplimiento de otros derechos, porque las adolescentes son más susceptibles de verse excluidas del sistema educativo al ser madres y tienen la responsabilidad del cuido de sus bebés. Por ello, el sistema diurno suele no ajustarse –y debería hacerlo sin titubeos- a las necesidades de estas mujeres, lo que las obliga a acudir al sistema educativo nocturno. Tampoco se puede dejar de lado que nuestra Sala Constitucional ha dicho reiteradamente, que a toda mujer debe garantizársele el derecho de amamantar a sus hijos, por ser esencial para una alimentación adecuada. Es decir, en esta problemática confluyen varios derechos. Se debe considerar el interés superior de la persona menor, toda vez que la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida, es un derecho de los niños, las niñas y de sus madres. Pero también, debe existir balance e integralidad para comprender que un centro educativo no es lugar idóneo para la permanencia de un bebé, aunque la lactancia debe garantizarse cuando la mamá está estudiando. Estamos, entonces, ante un asunto de derechos humanos de madre e hijo, donde su cumplimiento corre íntegramente por cuenta del Estado.
Por eso, urge una comprensión integral para la prevención del embarazo adolescente, impulsar políticas de educación para la sexualidad (esto ya se está implementando), acceso a servicios de salud, consejería materna y crear espacios aptos en las instituciones (así ordenó el MEP), para solventar las necesidades de estas madres para que puedan estudiar. Cierto que avanzamos, pero hace falta más. Por tal razón, una iniciativa valiosa, es el proyecto de ley que existe en la corriente legislativa (expediente n. 17.747), llamado Ley de Creación del Programa Nacional de Aulas-Cuna para Adolescentes Madres. Esta idea debería considerarse con premura para comenzar a hacer frente a una problemática que ya no podemos seguir tratando como un tema secundario para nuestra sociedad.
Por eso, urge una comprensión integral para la prevención del embarazo adolescente, impulsar políticas de educación para la sexualidad (esto ya se está implementando), acceso a servicios de salud, consejería materna y crear espacios aptos en las instituciones (así ordenó el MEP), para solventar las necesidades de estas madres para que puedan estudiar. Cierto que avanzamos, pero hace falta más. Por tal razón, una iniciativa valiosa, es el proyecto de ley que existe en la corriente legislativa (expediente n. 17.747), llamado Ley de Creación del Programa Nacional de Aulas-Cuna para Adolescentes Madres. Esta idea debería considerarse con premura para comenzar a hacer frente a una problemática que ya no podemos seguir tratando como un tema secundario para nuestra sociedad.
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