Evitar la solución para perpetuar el chorizo - TicoVisión
Como es costumbre en el Gobierno Neoliberal, el jerarca del Ministerio, Pedro Castro, primero anuncia la verdad disfrazada de solución real y permanente...
Por Reinhardt Acuña Torres
Consultor en Biotecnología Aplicada
18 de agosto de 2013.- Con respecto al Consejo Nacional de Concesiones, al que el Gobierno Neoliberal ni siquiera mencionó, siendo el principal responsable de los continuos y incrementados desfalcos a la hacienda pública, desfalcos que pagamos todos los costarricenses con nuestros impuestos y con respecto al Consejo, nuevamente el Gobierno Neoliberal evita dar una solución real y permanente al problema para perpetuar el chorizo en la concesión y el otorgamiento de obra pública e infraestructura a manos de empresas privadas.
Como es costumbre en el Gobierno Neoliberal, el jerarca del Ministerio, Pedro Castro, primero anuncia la verdad disfrazada de solución real y permanente “El Consejo Nacional de Vialidad (CONAVI) deberá enfocarse solo en obras de mantenimiento y dejar al Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) el manejo de los grandes proyectos nuevos.”, VERDAD ABSOLUTA.
Pero el diagnóstico y la solución al problema son totalmente erróneos y equivocados.
Como es costumbre en el Gobierno Neoliberal, el jerarca del Ministerio, Pedro Castro, primero anuncia la verdad disfrazada de solución real y permanente “El Consejo Nacional de Vialidad (CONAVI) deberá enfocarse solo en obras de mantenimiento y dejar al Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) el manejo de los grandes proyectos nuevos.”, VERDAD ABSOLUTA.
Pero el diagnóstico y la solución al problema son totalmente erróneos y equivocados.
El problema no es “los procesos de contratación y de adjudicación de las obras que tiene a cargo el CONAVI. Esto trae retrasos que se ven reflejados en las comunidades que urgen de obras nuevas”, como indicó Cristian Vargas, nuevo director del CONAVI (con apenas un mes de haber asumido el cargo); eso es un engaño, una farsa, una mentira.
El problema es que el Consejo Nacional de Vialidad (CONAVI) insiste en dar los procesos de contratación y de adjudicación de las obras que tiene a cargo a empresas privadas y no en ejecutarlos la propia institución, con personal y presupuesto propio como corresponde por ley y por obligación; “El CONAVI fue creado para dar mantenimiento a la red vial nacional.”
De ahí que en 2 administraciones y tras de casi 7 años de ejecución, el Consejo no haya podido solucionar el problema del “Puente de la Platina”; cuántas intervenciones se le han hecho, cuántos miles de millones se han gastado y el problema no se ha resuelto, ¿Por qué?, simple y sencillamente porque se insistido en dar los procesos de contratación y de adjudicación de las obras que tiene a cargo el CONAVI a empresas privadas… y lo peor de todo es que se sigue insistiendo y se sigue permitiendo.
Y es que precisamente por seguir insistiendo y seguir permitiendo los procesos de contratación y de adjudicación de las obras que tiene a cargo el CONAVI a empresas privadas es que tenemos casos como: la “Trocha” fronteriza y repetimos casos como el de la carretera a San Ramón y la refinería China con los contratos de concesión de obra pública de los muelles del Caribe a “APM Terminals”.
Tal y como lo señaló la Contraloría General de la República, la administración del conavi es deficiente; yo diría que más que deficiente, ineficiente, deprimente y sobretodo negligente, intencionalmente negligente.
“Claramente” (como dice Pedro Castro), el diagnóstico del CONAVI debería ser cerrar, clausurar ese Consejo de Vividores Públicos; trasladar al Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT), el manejo de los grandes proyectos nuevos, el diseño y construcción de los grandes proyectos nuevos en materia de infraestructura pública; mínimo, dejar al CONAVI solo en obras de mantenimiento; pero no, nunca, en modalidad de procesos de contratación y de adjudicación de las obras a empresas y contratistas privados; sí, siempre, realizados por la propia institución pública y con su propio personal, equipo, maquinaria y trabajadores.
El Consejo Nacional de Concesiones (CNC), debe DESAPARECER; en su lugar los procesos de contratación y de adjudicación de las obras a empresas y contratistas privados deben manejarse a nivel legislativo, previo la supervisión de la Contraloría General de la República, los colegios de ingenieros respectivos, las universidades públicas y aunque no sirva de mucho el SETENA, la CNE y las instituciones estatales contraloras y supervisoras respectivas.
El problema es que el Consejo Nacional de Vialidad (CONAVI) insiste en dar los procesos de contratación y de adjudicación de las obras que tiene a cargo a empresas privadas y no en ejecutarlos la propia institución, con personal y presupuesto propio como corresponde por ley y por obligación; “El CONAVI fue creado para dar mantenimiento a la red vial nacional.”
De ahí que en 2 administraciones y tras de casi 7 años de ejecución, el Consejo no haya podido solucionar el problema del “Puente de la Platina”; cuántas intervenciones se le han hecho, cuántos miles de millones se han gastado y el problema no se ha resuelto, ¿Por qué?, simple y sencillamente porque se insistido en dar los procesos de contratación y de adjudicación de las obras que tiene a cargo el CONAVI a empresas privadas… y lo peor de todo es que se sigue insistiendo y se sigue permitiendo.
Y es que precisamente por seguir insistiendo y seguir permitiendo los procesos de contratación y de adjudicación de las obras que tiene a cargo el CONAVI a empresas privadas es que tenemos casos como: la “Trocha” fronteriza y repetimos casos como el de la carretera a San Ramón y la refinería China con los contratos de concesión de obra pública de los muelles del Caribe a “APM Terminals”.
Tal y como lo señaló la Contraloría General de la República, la administración del conavi es deficiente; yo diría que más que deficiente, ineficiente, deprimente y sobretodo negligente, intencionalmente negligente.
“Claramente” (como dice Pedro Castro), el diagnóstico del CONAVI debería ser cerrar, clausurar ese Consejo de Vividores Públicos; trasladar al Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT), el manejo de los grandes proyectos nuevos, el diseño y construcción de los grandes proyectos nuevos en materia de infraestructura pública; mínimo, dejar al CONAVI solo en obras de mantenimiento; pero no, nunca, en modalidad de procesos de contratación y de adjudicación de las obras a empresas y contratistas privados; sí, siempre, realizados por la propia institución pública y con su propio personal, equipo, maquinaria y trabajadores.
El Consejo Nacional de Concesiones (CNC), debe DESAPARECER; en su lugar los procesos de contratación y de adjudicación de las obras a empresas y contratistas privados deben manejarse a nivel legislativo, previo la supervisión de la Contraloría General de la República, los colegios de ingenieros respectivos, las universidades públicas y aunque no sirva de mucho el SETENA, la CNE y las instituciones estatales contraloras y supervisoras respectivas.
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