La reacción popular ante el fusilamiento de Mora y Cañas en 1860 - TicoVisión |
Escrito en 21/08/13 a 17:12:45 GMT-06:00 Por Administrador |
Juan Carlos Solórzano Fonseca, meticuloso como es él se encontró un documento de la época que nos habla de algo de lo que la Historia oficial nos ha negado... La reacción popular ante el fusilamiento de Mora y Cañas en 1860 Por el Dr. Guillermo Carvajal Alvarado * 21 de agosto de 2013.- Costa Rica es un país extraño, esa idea me la formé en la escuela primaria y lo confirmé en la secundaria y a esa conclusión llegué cuando estudiábamos la "llamada Campaña Nacional de 1856". Para un niño escolar y colegial no cabía en la cabeza que quienes habían conducido al pueblo desde el Valle central hasta la pampa guanacasteca y luego hasta Rivas en Nicaragua y por las márgenes del rió San Juan hubieran sido exilados y luego fusilados, solo unos años después. La verdad me pareció un acto extraño que el presidente Juan Rafael Mora Porras y el General Cañas no cayeran por las balas del ejército de Williams Walker, sino por las mismas balas de los militares que los fusilaron cuando ambos ingresaron a Costa Rica vía marítima. Recuerdo que en la escuela el libro de texto tenía las proclamas de Juan Rafael Mora, estas proclamas eran realmente conmovedoras y advertían a la ciudadanía del peligro que significa que el ejercito de los filibusteros procedentes del sur de los Estados Unidos dominara ya el vecino país de Nicaragua. Y recuerdo de memoria aquella proclama: "A las armas ciudadanos, el momento que les anuncié ha llegado...” y me imaginaba al presidente en tono profético rodeado de campesinos emprendiendo la marcha hacia el norte, en defensa de la soberanía de nuestro país y de Centroamérica. Creo que ese episodio todos lo hemos estudiado bien, pero los historiadores y la misma tradición oral y escrita siempre nos ha quedado con una gran deuda: ¿Explicarnos como después de haber salido victoriosos de esa guerra tan desigual en un plazo de tiempo muy corto el Presidente Mora y el general cañas fueron fusilados? ¿Cómo es que país, dígase su ejercito, o su clase política es capaz de matar a un héroe, a un ex-presidente, y al gran general que comandó la guerra? Yo nunca entenderé a un país que fusila, que mata a sus héroes. Extraño país, porque recuerdo de niño haber visitado el parque que en honor a Mora y Cañas se erigió en la Ciudad de Puntarenas a tan insignes personajes. Por aquel entonces tendría yo unos 12 años, quizá concluía la escuela y mi tía Flora Carvajal nos llevó de vacaciones a Puntarenas. Mi tía organizada como era alquilaba anualmente una casa y se iba a vacacionar fuera de la capital, pero no siempre iban los mismos invitados, ese año me tocó a mí y de verdad que lo disfrute tanto y la casa que alquilamos estaba al costado del Parque dedicado a Mora y Cañas. No entendía yo como dos personajes insignes a quien se les rendía un homenaje, el parque pudiera estar tan abandonado. El parque recuerdo, era una manzana del centro de la ciudad, con un edificio y unas escalinatas que llevaban a una especie de cúpula, imposible de emprender el ascenso a visitar la cúpula, el lugar era un cagadero público. Recuerdo con nostalgia ver la escalinata y ver la cúpula de lejos y sentir desprecio por quienes no cuidaban y hacían de un lugar sagrado, un templo de la patria, en un lugar asqueroso. No entendía porque la propia ciudadanía no emprendía la limpieza. Nunca más volví al parque Mora y Cañas no se que habrá sucedido en estos últimos 35 años, espero que tantos años hayan pasado para bien y que el lugar este a la altura de los personajes. Pero muchos años después mi colega y el historiador Juan Carlos Solórzano Fonseca, meticuloso como es él se encontró un documento de la época que nos habla de algo de lo que la Historia oficial nos ha negado una explicación lógica, coherente y racional del conflicto interno en que entró Costa Rica después de la gesta heroica de 1856, episodio mayúsculo escrito en letras de oro en el pináculo de la Historia Nacional. El Dr. Solórzano Fonseca se encontró este documento que les adjunto a esta breve nota. Me imagino que Juan Carlos encontró el documento en el Archivo Nacional. Juan Carlos se sirve para explicarnos que durante esta época fue una tradición que los pensadores, escritores expresaron sus pensamientos en hojas de papel que ellos mismos distribuían. Juan Carlos los llamas los "los libelistas" de libelo que es un escrito periodístico, el nombre no me gusta porque un líbelo puede considerarse modernamente como un artículo ligero. Pero el asunto es que en la época cita Juan Carlos fueron frecuentes este tipo de escritos y que quienes los escribían como Zenón Castro terminaran en la cárcel. Hecho que nos revela que nuestra democracia siempre ha sido frágil, y que se sostiene con alfileres. Porque aquí de una u otra manera la libertad de expresión ha sido controlada y en períodos reprimida y por eso del conflicto interno después de 1956 poco sabemos, o solo sabemos lo que a la llamada una historia oficial le convino. De muchas manera me alegró saber que la muerte de Mora y Cañas no contó con el beneplácito de todo el pueblo costarricense, que hubo gente que así lo expreso como lo demuestra Juan Carlos Solórzona Fonseca. Y más recientemente una iniciativa del diputado Claudio Monge Pererira que restituye los honores al ex presidente Mora Porras y al general Cañas ambas. No obstante no dejo de pensar que somos un pueblo raro, muy extraño, tan extraño como que fusilamos a nuestros héroes: eso no lo entenderé, como tampoco entenderé las privaciones de la libertad de expresión que nos auto-imponemos, ni la censura previa de los periodistas, y de los funcionarios públicos. Y no entenderé tampoco esa fragilidad democrática, y esta democracia a veces de opereta donde algunos personajes se autodenominan héroes y se quedan permanentemente en sus cargos en nombre de la democracia. “LA VERDAD”: UN LIBELO SOBRE LA EJECUCIÓN DE MORA Y CAÑAS Werner Korte N. Hay un pueblo vil, aborto del infierno, sumergido en el abismo de la nada, notable solamente por su malignidad y sus crímenes: sediento de sangre humana, cual los moros en la Siria, sacrifica, por satisfacer viles e infames pasiones, a sus mismos bienhechores: Como la fiera sobre su presa no mira más que el presente, ese pueblo salvaje no lanza su vista al pasado ni al futuro, y en el furor de su carnívoro instinto inmola entre sus garras a los mismos que le dieron el ser. . . . ¡PUEBLO INFAME! si a vuestros padres sacrificáis, ¿qué buen sentimiento podéis abrigar? La maldad es vuestro estandarte, la ingratitud vuestra divisa, el crimen y la infamia vuestro elemento, y solas las riquezas forman vuestro Dios – ¡PUEBLO TRAIDOR! sólo sois sensible al retintín del dinero, y por él vendéis hasta vuestro honor, si es que alguna vez tuvisteis esa cualidad, que jamás imitasteis de vuestras víctimas. ¡PUEBLO SIN FE Y COBARDE!, arrancando vidas preciosas creéis incauto que salvaréis a la vuestra, sin considerar que a la voz de la venganza millares de cuchillas se levantarán para sacaros esas entrañas de hiena. ¡PUEBLO BARBARO! hueste imbécil de salvajes alimentados, quizá, con leche de fieras hircanas...! II. La sangre humeante aún del héroe Cañas y [del] expresidente Mora, y el recuerdo no menos vivo del asesinato del ilustre Morazán, publican de la manera más elocuente la maldad de Costa Rica, baldón de Centroamérica. – Mártires por la grandeza de ese pueblo ingrato, aquellos valientes sucumbieron a la rabia salvaje de sus beneficiados, como sucede a todo aquel que cae en garras de esas fieras hambrientas, extrañas a los sentimientos de la humanidad ¡Vivid, bárbaros, vivid para ejemplo de crueldad!, vivid para oprobio de vuestro suelo, vivid para recibir las maldiciones de los pueblos civilizados; y gloriaos en vuestro crimen, en tanto llega el momento no tardío, quizá, en que reparéis con vuestras cabezas ... ¡Ah, que no! vidas tan miserables, tan bajas e indignas, tan escuetas de generosidad, no bastarán a reparar sus crímenes horrendos! ¡Almas viles, mil y mil veces seáis malditas, y lo sea también hasta el suelo donde ponéis vuestra inmunda planta! – que vuestra vida sea de remordimientos; y el Cielo, justo vengador, haga que vuestra muerte sea la que merecéis, el resultado de todos los martirios imaginables…! Octubre 9 de 1860. "Un enemigo del crimen.” * Dr. Guillermo Carvajal Alvarado: Catedrático en la Universidad de Costa Rica. Estudió Géographie et amémagement du territoire en University of Toulouse II – Le Mirail. Profesor en la Universidad de Costa Rica, en el Truman Institut Israel y en Utah State University. Alcanzó el rango de Catedrático Universitario. Ha publicado numerosos articulos y libros sobre temas sociales de América Central. Vive en San José, Costa Rica y es Gerente Propietario de Editorial y Librería Alma Mater. |
Comentarios de este artículo: |
FUENTE OVEJUNA NO FUE |
Escrito en 22/08/13 a 13:22:22 GMT-06:00 Por CARLOS RAMIREZ |
NO ANALICE LO QUE HICIERON...EL GRAN DETALLE ES QUIENES LO HICIERON...LOS GOBERNANTES TIENEN INTERESES ECONOMICOS Y POLITICOS, REPRESENTAN A UNA CLASE SOCIAL ADINERADA...EL DINERO COMPRA TODO...A LOS ADINERADOS NO LES INTERESA UN PUEBLO FUERTE Y SOBERANO, MENOS A LOS GRINGOS IMPERIALISTAS Y DOMINADORES |
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