Las imprudencias del DICTADOR - TicoVisión |
Escrito en 24/08/13 a 14:21:39 GMT-06:00 Por Administrador |
“Hay que hacer una contramarcha contra la Chinchilla, para echarle en cara su mala administración.” El hijo de casa de ahorcado, hablando de sondalezas. Por Jorge J. Cuadra V. Managua, 24 de agosto de 2013.- Dejándose llevar por la necesidad congénita de sobresalir para proyectarse como un estadista a nivel latinoamericano, el Comandante Ortega se metió en los vericuetos de la historia ante sus queridos militares, de quienes quiere ser su benefactor y fundador único. “Podemos introducir una petición de recuperación del Territorio de El Guanacaste ante la CIJ,” sentenció el dictador, arrollando la historia y proyectándose como un bullyboy de la diplomacia internacional. El dislate histórico y diplomático estaba echado y la reacción de los dueños legítimos del territorio en cuestión, no se hizo esperar. Sin embargo, el siempre presto asesor económico del inconstitucional, salió al rescate, cual chapulín colorado (vestía de rojo) de su amado comandante. “Es que los ticos mucho joden (lo dijo de esa forma) y el Presidente quiso enviarles un aviso. Ignorante en historia el inconstitucional y grotesco y corriente el asesor, se confabularon para poner a Nicaragua ante el mundo como un país ridículo y vulgar. Hechos históricos: El Guanacaste nunca perteneció a Nicaragua, luego lo de la recuperación es una patraña de esas que utiliza el dictador para desviar la atención de los nicaragüenses y así cometer las aberraciones de todo tipo, a las que ya nos tiene acostumbrados. Cuando la Independencia de 1821, el partido de Nicoya decide, a través de un cabildo abierto realizado en 1824, pertenecer a la Provincia de Costa Rica y como los dos futuros Estados independientes respondían a la autoridad de la Capitanía General de Guatemala, elevan su petición a esas instancias y el congreso de la Federación Centroamericana, aprueba la petición de los representantes ticos y anexan oficialmente el partido de Nicoya a la Provincia de Costa Rica, incluido el territorio del Guanacaste, que presentaba una tendencia favorable a quedarse como parte de la Provincia de Nicaragua. El resto es historia bien conocida que se había perdido en la realidad nacional, hasta el día aciago en que el Presidente de facto demostró por un lado, su olvido histórico y por otro su costumbre de pulpo, de manchar las aguas para camuflar su retirada y en el caso del Presidente, sus abusos en contra de la soberanía nacional, de la Constitución de la República y de las leyes. En 1824 el cabildo abierto se decidió por Costa Rica, igual que si hubiera en 2013 un referéndum para dilucidar la misma decisión, el resultado sería el mismo: El Guanacaste, para los costarricenses. Los habitantes de El Guanacaste decidieron hacer una marcha para reafirmar el acto de soberanía que realizaron en 1824 y lo más lógico es que estuviera presente la Presidente Chinchilla como jefe de Estado. Ese hecho soberano bastó para que el siete veces tránsfuga se ganara su cargo de dragador oficial de El Río San Juan. “Hay que hacer una contramarcha contra la Chinchilla, para echarle en cara su mala administración.” El hijo de casa de ahorcado, hablando de sondalezas. Pero no paró ahí su asqueroso servilismo. Renunció públicamente a su participación de líder en la toma del Palacio Nacional, acto que le valió el título del último guerrillero de América y después de señalar de traidores a Dora María Téllez y Hugo Torres, a quienes acusó de haber abandonado el Palacio Nacional, nombró como el verdadero héroe de los sucesos del 22 de Agoto de 1978, a su querido presidente, Daniel Ortega. Vergüenza de vergüenzas de quien en su momento fue el muchacho de la película y ahora no es más que la versión del magistrado Escobar Fornos por la flexibilidad de su pescuezo. Como vamos a ser República seria y desarrollada con presidentes como Ortega, asesores presidenciales como Arce y próceres como el payaso desnucado de Pastora. Esa es una tarea para Superman. |
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