Coca no es cocaína: Repensar las estrategias de lucha - TicoVisión
Escrito en 28/08/13 a 21:37:15 GMT-06:00 Por Administrador
Guillermo Carvajal A
El aumento desenfrenado del consumo del alcaloide conocido como cocaína sigue siendo un mercado más o menos sofisticado en todo el mundo, pero al entrar...

Coca no es cocaína: Repensar las estrategias de lucha - TicoVisión


28 de agosto de 2013 | TicoVisión | Redacción TV | Análisis | San José, Costa Rica | Tribuna para el Libre Pensamiento




Coca no es cocaína:
Repensar las estrategias de lucha



Por el Dr. Guillermo Carvajal Alvarado *

San José, 28 de agosto de 2013.-  El consumo de la cocaína y las políticas gubernamentales para erradicar la producción de esta droga es uno de los problemas cruciales de nuestro continente americano, desde el norte en los casquetes polares de Canadá hasta el Sur en las tierras también frías del sur. Toda la región esta  inundada por la coca y sus derivados y esto incluye a  los mercados consumidores más grandes del mundo como lo son países como Canadá Y Estados Unidos.  

La inutilidad de las estrategias de erradicación del narcotráfico –tal y como se hacen hoy— no dejan espacio mas que para el dolor y la obviedad. La visión simplista Estadounidense a lo largo y ancho de sus programas y estrategias, como el Plan Colombia y su apéndice, la Iniciativa Mérida, tan solo implican una mayor presencia de ese país a otros países de América, -en términos de envíos de flotas, soldados, asesoría, equipo, entrenamiento y otros recursos— pero esto no garantiza una solución ni siquiera aporta una visión progresista a las acciones que han predominado desde hace décadas.

Ha cambiado el discurso, usan la semiótica para cambiar el sentido de las palabras para efectuar las mismas acciones; anuncian las novedad de los nuevos programas dirigiéndolos hacia un “enfoque social”. Señalan que no basta con enviar al ejercito o armas, o estrategias puramente delincuenciales para el combate al narcotráfico, sino que ahora abarcaran también el desarrollo económi -

co y social de los países afectados, pero la realidad es la misma, siguen enviando barcos, aviones y desplegando la fuerza bruta a países, como preludio a un mayor control de un país que desde dentro de sus entrañas no ha sabido resolver el problema de la demanda y su consumo.

Las justificaciones que el Plan Colombia argumento para su implementación, señalaba que países como Bolivia, --uno de los productores mas grandes de Coca y cocaína ilícitas—ocasionaba problemas económicos y sociales muy serios además que promovía la fragmentación regional. Señalaba que aún cuando Bolivia ha cultivado la coca para aplicaciones tradicionales por siglos y la Ley boliviana amparaba hasta 12 mil hectáreas, el Gobierno actual consideraba un limite de de 20 mil hectáreas para lo cual EU lo consideraba violatorio a los acuerdos internacionales. No obstante en un ultimo informe, señalaba que para 2005 habían aumentado la superficie hasta 26, 500 hectáreas.

Sin embargo, la coca no es cocaína. Es una planta cuyos orígenes en una región particular de la cordillera andina en América, que se ha cultivado desde tiempos remotos para satisfacer necesidades religiosas, sociales, culturales y medicinales que van desde la masticación, fricción, preparación de infusiones, y otros usos que no son considerados perniciosos y de hecho en los países productores no hay restricciones para que las poblaciones la cultiven y la consuman bajo los las formas ancestrales.

En toda América existen miles de especies con altos contenidos de alcaloides como la coca, sin embargo es en esta planta donde se han encontrado mayores concentraciones y su adaptabilidad a cultivarla bajo un sistema industrializado. Fuerzas económicas y de mercado, así como un conglomerado de grandes consumidores han permitido al conocimiento científico voltear a ver a la planta de coca como un proveedor de sustancias convertidas en dosis para otros fines: Tal y como Paracelso dijo: “Nada es inocuo, todo es veneno; sólo la dosis hace la diferencia". Las fuerzas del mercado asignan un valor muy diferente a la visión indígena de los productores andinos.

El uso de las hojas de coca como materia prima para producir la cocaína se conoció en Europa a finales y principios del siglo XX. Y su consumo se amplió desde los años de 1930 en el contexto de la gran depresión económica de 1930.

El consumo masivo y la demanda creciente por las hojas de coca creció fuertemente en los años 1950, pero su aumento exponencial se dio después de los años de 1970 en que se consolido un mercado mundial que demanda más y más hoja de coca para producir cocaína, a tal punto que hay períodos en que la hoja de coca para uso de la población aborigen se puede ver afectado.

Después de 1970 la demanda internacional de la cocaína no ha cesado de crecer, es uno de los productos agrícolas de mayor demanda internacional, y hoy día su cultivo no se circunscribe a los países andinos se produce en las islas del archipiélago septentrionales del O. Pacífico.

El incremento de la demanda sobre la hoja de coca en los años de 1970 produjo manera una clara división entre los países productores y los países consumidores. En general un porcentaje por encima al 90 por ciento de la producción de coca se destina a la exportación. En su mayoría la producción de coca que hoy se procesa ya en los mismos países productores de la hoja, como Bolivia, Ecuador, Perú, Colombia, y Brasil ya que en las primeras etapas la producción de coca fue un consumo de típico de las clases altas europeas y norteamericanas, hoy el perfil del mercado consumidor se ha ampliado y cubre todos los grupos sociales de las sociedades pos-industriales.

Las políticas iniciales del control por la exportación y salidas de la hoja de coca sociedades andinas produjeron que los países importadores trasladaran la producción del alcaloide hasta los países donde se producía la hoja de coca, fomentando un mayor beneficio económico en los países productores.

Y esto llevó necesariamente a la aparición de cuadros medios y profesionales que se van insertar en la economía exportadora del alcaloide. Surgen así las organizaciones verticalizadas, los llamados carteles de la droga que son grupos de producción y distribución del alcaloide que deben vigilar los procesos de producción y distribución venta e inserción del dinero en los circuitos económicos de la economía formal.

La producción de la hoja curiosamente se ha dejado en manos de las poblaciones aborígenes, las mismas que han experimentado una sobre- demanda de la hoja sin alcanzar los beneficios que genera el producto de mayor rentabilidad mundial.

El aumento desenfrenado del consumo del alcaloide conocido como cocaína sigue siendo un mercado más o menos sofisticado en todo el mundo, pero al entrar los cuadros profesionales al mercado de la droga se han producido sub.-productos de menor calidad y por ende de menor precio que pueden ser consumidos por sectores populares.

Así el crack que es el sub-producto de menor calidad se puede consumir en muchos países a un costo unitario muy bajo, cercano a un dólar la dosis, unos 500 colones la dosis. El crack o piedra tiene una capacidad adictiva excepcional está produciendo un tipo humano que en período muy corto se abandona así mismo y a los suyos.

Es un consumidor compulsivo que al abandonarse queda fuera del mercado laboral y debe robar, matar para obtener bienes materiales que vende solo para consumir, el consumo de piedra o crack se vuelve compulsivo y terriblemente adictivo. Su adicción lo lanza a la desesperación por dinero, y para ello debe delinquir pues al estar al margen del mercado laboral su único sustento es o pedir que le regalen dinero o robar para poder comprar las dosis diarias.

Por eso es indispensable pensar en la rehabilitación del individuo, en la rehabilitación de la sociedad y sus valores y re-encontrar nuevas formas de vida, en revisar el modelo de sociedad comunisionista y sus valores culturales implícitos.

En este escenario la lucha y las nuevas iniciativas deben ser hemisférica, pero no debe partir de las premisas guerreristas, deben surgir de los grupos sociales donde están inmersos los adictos y los traficantes. Hoy más que nunca tenemos que unir esfuerzos para reinventar nuestras unidad como pueblos. No es posible que en el momento actual en plena era de la comunicación y la tecnología sea el alcaloide conocido como cocaína el que esta desestabilizando las sociedades desde los casquetes polares al norte hasta el sur del continente americano.



*  Dr. Guillermo Carvajal Alvarado: Catedrático en la Universidad de Costa Rica. Estudió Géographie et amémagement du territoire en University of Toulouse II – Le Mirail. Profesor en la Universidad de Costa Rica, en el Truman Institut Israel y en Utah State University. Alcanzó el rango de Catedrático Universitario. Ha publicado numerosos articulos y libros sobre temas sociales de América Central. Vive en San José, Costa Rica y es Gerente Propietario de Editorial y Librería Alma Mater.

Comentarios de este artículo:
 
 Coca no es cocaina:repensar las estrategias de luc
Escrito en 01/09/13 a 20:23:36 GMT-06:00 Por Manuel Seminario Bis
Debemos incluir las Hojas y/o Harina de Coca en nuestro regimen alimentario como hace miles de años, la unica manera de recuperar nuestras Hojas hoy secuestradas por el narcotrafico es consumiendolas. Debemos tener la conviccion de que es un superalimento, quizas el mas importante en la region andino amazonica sino revisen los valores nutricionales encontrados por la Universidad de Harvard en 1973.

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