Redacción.- ¿Cuáles son las perspectivas para Costa Rica este año? Son muy buenas. Nosotros, desde el Banco Mundial, vemos a Costa Rica con mucha admiración. Es un país que tiene mucho qué ofrecer al mundo en términos de buenas políticas, también de resultados, particularmente en las áreas de política social, de endeudamiento y de apertura a la inversión extranjera directa.

En términos de la cartera, ¿qué mantiene el país con el Banco? Tiene una cartera de préstamos muy pequeña. El Gobierno costarricense siempre ha estado más interesado en el Banco como un socio en asesoría técnica, acceso a buenas prácticas y aprender de lo que funcionó en otros países , y no tanto en financiamiento.

Hay dos proyectos que son préstamos de desembolso diferido. El primero es para desastres naturales, que fue utilizado parcialmente por los eventos del año pasado, y el segundo es para reconversión de la deuda a mejores términos.

Los desembolsos son menos rápidos de lo que uno esperaría. El vicepresidente (Luis) Liberman lo ha dicho: está la dificultad de aprobación en la Asamblea (Legislativa).

Enfocándonos en los programas de desembolsos diferidos, ¿qué pasa si el país no necesita hacerlos? Si el país no los necesita, no importa y no paga nada. Es un crédito renovable hasta por 15 años. Puede utilizarlos de manera parcial o total. Creo que es algo muy bueno.