Somos pueblos surgidos del mestizaje étnico y cultural - TicoVisión |
Escrito en 04/09/13 a 16:11:46 GMT-06:00 Por Administrador |
Curiosamente de nuestra procedencia pocas veces tenemos conciencia de los diferentes elementos presentes en nuestra genética demográfica. Por el Dr. Guillermo Carvajal Alvarado * 4 de septiembre de 2013.- El tema de los desplazamientos de población es consustancial al ser humano; el ser humano se ha movilizado permanentemente a lo largo de historia. Desde el origen del proceso de hominización hasta hoy en que las tierras emergidas están sólidamente pobladas, La población está en un movimiento constante, por ello, es imposible hablar de poblaciones homogéneas, o de poblaciones cerradas, es decir, las poblaciones y todos nosotros somos producto del mestizaje entre migrantes. Y esta es una primera constatación que deberíamos entender antes de emitir un criterio sobre cualquier otro pueblo. Curiosamente de nuestra procedencia pocas veces tenemos conciencia de los diferentes elementos presentes en nuestra genética demográfica. Los estudios más recientes que nos dan luz sobres ¿Quiénes somos los costarricenses? El Dr. Ramiro Barrantes publicó un texto a todas luces esclarecedor para entender los aportes de muchos pueblos de los cuales nosotros somos su síntesis. Por ejemplo los costarricenses como pueblo es el producto del mestizaje de diferentes grupos étnicos que llegaron al país en diferentes momentos como la población indígena, el español que llegó con la expansión europea, el negro que vino de África, traído por el colonizador español. Cada uno de esos grupos se ha mezclado a lo largo de quinientos años de historia. Algunos grupos indígenas lograron superar el coloniaje español y mantenerse relativamente al margen de la sociedad colonial y hoy constituye el aporte más original de lo que somos como pueblo. Otros grupos como los negros presentes por toda la geografía patria, pero con una presencia muy fuerte en el principal puerto del Caribe. Otros grupos procedentes de países europeos cuando fueron asolados por crisis, guerras, epidemias, o la hambruna misma. Y otros llegaron porque desde 1830 en adelante hubo políticas de colonización agrícola y de poblamiento de tierras vírgenes. Así se fundaron colonias de franceses, de suecos, de españoles a través de pos-proyectos de colonización agrícola y de la apertura de fronteras a pueblos perseguidos como los “polacos” que son los judíos provenientes de Alemania y de Europa, notablemente de Polonia. Y hubo un flujo constante de italianos, y de franceses que fueron traídos en tiempos en que se decía que “gobernar es poblar”. Así como también a lo largo de toda nuestra historia ha habido migrantes de todos los países centroamericanos, los grandes proyectos de infraestructura del siglo XIX, los proyectos ferrocarrileros y la plantación bananero trajeron enormes contingentes de chinos, italianos, negros de Caribe insular y chinos. De manera que lo que podríamos llamar el costarricense es un pueblo conformado por la presencia de muchos movimientos migratorios, del aporte de muchas culturas de lo cual debemos sentirnos orgullosos. Pero la noción de identidad nacional que se formó entre siglo XIX y el XIX, dejó sus huellas en lo que somos hoy día como país, ya que hubo grupos cuya integración no fue propiciada por las políticas estatales como lo fue con los indígenas y con los afro-descendientes. Por otro lado la educación oficializó una visión idílica del ser nacional que engrandecían las visiones europeizantes y minimizaba los aportes culturales de otros pueblos. Así fuimos forjando un sentido de identidad y una imagen del ser costarricense que se distanciaba en mucho de la realidad y que se veía confrontaba por la realidad de un país multicultural. Curiosa el ser pueblos de confluencia, donde se enriquece nuestra cultural material y nuestro acervo de hábitos culturales y de prácticas venidas y aclimatadas en el mundo tropical que somos. Siendo la migración entonces algo relativamente frecuente en el ser humano, supondríamos un alto grado de comprensión cuando nos encontramos con una foráneo, pero resulta que no es así, y los que hemos sido migrantes por diversas razones sabemos que el sentimiento de ser extranjero está asociado, a una cierta añoranza de mi lugar de nacimiento y en ocasiones el migrante se encuentra ante la disyuntiva de no sentirse bien en su nuevo lugar de residencia pero además no quiere regresar al lugar de nacimiento porque su historia personal no fue satisfactoria ahí. Por eso debemos rendir tributo a todos aquellos pueblos que han venido a dejar su huella en lo que somos hoy día como pueblo, reconocer esto nos engrandece como seres humanos y como ciudadanos, negarlo nos vuelve mezquino y nos hace xenofóbicos. Por una Costa Rica cada día más inclusiva, más integradora y que propicie el florecer de cientos de aspectos culturales de tantos pueblos que han aportado a nuestro devenir histórico. * Dr. Guillermo Carvajal Alvarado: Catedrático en la Universidad de Costa Rica. Estudió Géographie et amémagement du territoire en University of Toulouse II – Le Mirail. Profesor en la Universidad de Costa Rica, en el Truman Institut Israel y en Utah State University. Alcanzó el rango de Catedrático Universitario. Ha publicado numerosos articulos y libros sobre temas sociales de América Central. Vive en San José, Costa Rica y es Gerente Propietario de Editorial y Librería Alma Mater. |
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