La disyuntiva de Obama en este momento está entre agredir “sin fundamento” a Siria, (lo que le condenaría ante la opinión internacional), o renunciar a dicha invasión y buscar una negociación por la vía del diálogo, misma que después de todo lo asegurado por él en todas sus apariciones públicas debilitaría a Estados Unidos ante los gobiernos de Siria, Irán, Rusia y China, y además ante organizaciones islámicas radicales como Al-Qaeda.

Habiendo sido abandonado por sus tradicionales aliados (excepto Francia), y aparentemente decidido a llevar a cabo la invasión contra viento y marea para evitar demostrar debilidad, ha decidido impulsar una poderosa campaña televisiva utilizando al jefe de gabinete de la Casa Blanca, Denis McDonough, quien presentó hoy una serie de argumentos en favor de un ataque estadunidense a Siria a través de todos los espacios noticiosos televisivos en vivo, tanto estadounidenses como internacionales, según revela la agencia “Notimex”.

McDonough dijo que el Congreso debe autorizar un ataque aéreo contra puntos sirios y advirtió que de llevarse a cabo ese ataque sin desplegar tropas en Siria, ese país posiblemente va a buscar algún tipo de represalia. Entonces se enfocó principalmente en una operación en la que no habría uso de tropas en el terreno (lo que en Iraq le produjo al pueblo estadounidense muchísimas más muertes que las reportadas oficialmente a los medios internacionales), “no es una extensa campaña aérea", insistió.

Las participaciones del jefe de gabinete coinciden con una gira del secretario de Estado, John Kerry, para conseguir apoyo de países árabes.

El presidente Barack Obama se dirigió a los estadunidenses en su mensaje sabatino en el que insistió que dejar a Siria sin sanción por el uso de armas químicas equivaldría a enviar un mensaje de que el uso de ese tipo de armas quedará impune. Pero nuevamente no demostró quiénes fueron los que las utilizaron.

Este martes el presidente hablará de nuevo por televisión a los estadunidenses para abordar el tema.