¿Qué está en juego en las elecciones de noviembre en Honduras? - TicoVisión
Honduras definirá el próximo 24 de noviembre su futuro político en unos comicios que se vislumbran parejos y marcados por las heridas que dejó el golpe de Estado contra Manuel Zelaya en 2009. Además, podrían significar la despedida del sistema bipartidista.
¿Qué se juega Honduras en
las elecciones de noviembre?
Por: Gustavo Arias R.,
Gustavo.Arias@estrategiaynegocios.net
17 de septiembre de 2013.- Honduras definirá el próximo 24 de noviembre su futuro político en unos comicios que se vislumbran parejos y marcados por las heridas que dejó el golpe de Estado contra Manuel Zelaya en 2009. Además, podrían significar la despedida del sistema bipartidista.
Las encuestas indican que la presidencia se definirá entre dos tendencias diametralmente opuestas. Por un lado, se encuentra la propuesta de continuidad del Partido Nacional, cuyo candidato es el diputado Juan Orlando Hernández (16,7% de la intención de voto en la última encuesta) y por el otro la del Partido Libre, encabezado por la esposa de Manuel Zelaya, Xiomara Castro (19,8% de la intención de voto).
Según el analista Marlin Ávila, el Partido Nacional propone profundizar el modelo de mercado con una participación importante de las corporaciones internacionales y un incremento de la militarización para combatir la criminalidad que golpea al país, mientras que Castro quiere un modelo más cercano a la izquierda latinoamericana con una reestructuración total a nivel institucional, empezando por la Constitución Política y el sistema jurídico.
Las encuestas indican que la presidencia se definirá entre dos tendencias diametralmente opuestas. Por un lado, se encuentra la propuesta de continuidad del Partido Nacional, cuyo candidato es el diputado Juan Orlando Hernández (16,7% de la intención de voto en la última encuesta) y por el otro la del Partido Libre, encabezado por la esposa de Manuel Zelaya, Xiomara Castro (19,8% de la intención de voto).
Según el analista Marlin Ávila, el Partido Nacional propone profundizar el modelo de mercado con una participación importante de las corporaciones internacionales y un incremento de la militarización para combatir la criminalidad que golpea al país, mientras que Castro quiere un modelo más cercano a la izquierda latinoamericana con una reestructuración total a nivel institucional, empezando por la Constitución Política y el sistema jurídico.
En tercer lugar, y con pocas posibilidades de alcanzar el triunfo, está el Partido Liberal, encabezado por Mauricio Villeda (7% de la intención de voto) quien se identifica con un esquema tradicional de administración pública con cuotas altas de moralidad.
Poder fragmentado
En la contienda se elegirá además de presidente, tres vicepresidentes, 128 diputados al Congreso Nacional, 20 al Parlamento Centroamericano con sus respectivos suplentes y 298 corporaciones municipales.
A nivel de Congreso, el politólogo y relacionista internacional Alejandro Barahona, considera que se presentará un quiebre en el tradicional bipartidismo hondureño.
“Las encuestas muestran un cambio en las preferencias electorales ya que los históricos partidos Liberal y Nacional, que se repartieron el poder en el último siglo, no encabezan las listas de preferencia, lo que supone un cambio de un sistema bipartidista a uno pluripartidista, en el que las nuevas opciones son las que más crecen a medida que baja el porcentaje de indecisos”, dijo Barahona.
Dicho escenario supondría, necesariamente, un fraccionamiento en el poder político, ya que nadie tendría mayoría en el Plenario.
Nueve partidos compiten por alcanzar una cúrul en las próximas elecciones.
A la sombra del golpe
Un tema que es imposible de ignorar es la sombra del golpe de Estado que vivió el exmandatario Manuel Zelaya en junio de 2009 por su adhesión al Socialismo del Siglo XXI promovido por Venezuela, Cuba, Nicaragua y Ecuador.
Según los analistas, las heridas siguen abiertas y podrían desembocar en una campaña muy confrontativa, especialmente por la participación de Xiomara Castro. Además, si la candidata de Libre llega al poder existe la posibilidad de que se presenten roces con el ejército.
“Si Xiomara Castro resulta electa, sería el respaldo a una visión ideológica de centro-izquierda que supone una visión del desarrollo alternativo que no es la que procuran los sectores más favorecidos con el respaldo del ejército y aquí surge una nueva interrogante sobre el papel que juegue el ejército en caso de no resultar un partido tradicional y cuál sería el papel de la comunidad internacional”, comentó Barahona.
Poder fragmentado
En la contienda se elegirá además de presidente, tres vicepresidentes, 128 diputados al Congreso Nacional, 20 al Parlamento Centroamericano con sus respectivos suplentes y 298 corporaciones municipales.
A nivel de Congreso, el politólogo y relacionista internacional Alejandro Barahona, considera que se presentará un quiebre en el tradicional bipartidismo hondureño.
“Las encuestas muestran un cambio en las preferencias electorales ya que los históricos partidos Liberal y Nacional, que se repartieron el poder en el último siglo, no encabezan las listas de preferencia, lo que supone un cambio de un sistema bipartidista a uno pluripartidista, en el que las nuevas opciones son las que más crecen a medida que baja el porcentaje de indecisos”, dijo Barahona.
Dicho escenario supondría, necesariamente, un fraccionamiento en el poder político, ya que nadie tendría mayoría en el Plenario.
Nueve partidos compiten por alcanzar una cúrul en las próximas elecciones.
A la sombra del golpe
Un tema que es imposible de ignorar es la sombra del golpe de Estado que vivió el exmandatario Manuel Zelaya en junio de 2009 por su adhesión al Socialismo del Siglo XXI promovido por Venezuela, Cuba, Nicaragua y Ecuador.
Según los analistas, las heridas siguen abiertas y podrían desembocar en una campaña muy confrontativa, especialmente por la participación de Xiomara Castro. Además, si la candidata de Libre llega al poder existe la posibilidad de que se presenten roces con el ejército.
“Si Xiomara Castro resulta electa, sería el respaldo a una visión ideológica de centro-izquierda que supone una visión del desarrollo alternativo que no es la que procuran los sectores más favorecidos con el respaldo del ejército y aquí surge una nueva interrogante sobre el papel que juegue el ejército en caso de no resultar un partido tradicional y cuál sería el papel de la comunidad internacional”, comentó Barahona.
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