nes tienen serios cuestionamientos éticos, sin embargo el tratamiento al tema de la corrupción es totalmente diferente pues los mismos permanecen en sus candidaturas como si nada de ello tuviese importancia, muy diferente al dado por don José Miguel Corrales, quién en su postura de pensamiento y hechos de alto valor ético y moral, decide y toma la decisión de separarse de la contienda antes que manchar su nombre y su honor.

En días anteriores, quizá presagiando lo sucedido en la asamblea de PATRIA NUEVA, me permití escribir un artículo para la prensa, donde hice mención como en los partidos tradicionales y algunos de los llamados emergentes, las estructuras partidarias eran conformadas por las personas más incapaces y corruptas, precisamente como estrategia de las cúpulas para tener a personas dóciles dado a su escabroso pasado e incluso presente, con la intención de conformar un proyecto donde ningún político corrupto tuviese espacio alguno. Hoy don JOSE MIGUEL CORRALES, nos dio una cátedra de ética política, resumida en lo que debe ser la consecuencia con principios y con un ideario, donde la corrupción y el compadrazgo tiene que ser desterrados definitivamente de la política nacional. A partir de esta renuncia todos los aspirantes a cargos de elección popular deberán tener presente, como se dice en nuestro pueblo, “no tener rabo que le majen”, pues de lo contrario se verán sometidos al escarnio público como lo fue el caso del señor Álvaro Montero.

No obstante lo anterior, se impone hacer una reflexión de lo sucedido con el señor Montero, quien de inmediato en aras de los sagrados intereses de la Patria a la cual tanto ha invocado, debe renunciar, pues si por acción u omisión pecó al no reconocer los derechos laborales de un trabajador, el pecado se acrecentaría y su innegable trayectoria política iría a reposar al basurero de historia política de nuestro país, señalándolo como el responsable de que los bastardos intereses de los neo-liberales y corruptos se perpetúen en el poder.

Por su parte, don JOSE MIGUEL debe reconsiderar la renuncia, pues si en algún momento tomó la difícil decisión de abandonar la tranquilidad del hogar y la familia, para abrazar la cruzada que nos permitiría recuperar nuestro país de los tentáculos del neoliberalismo, la corrupción y la narco-mafia para construir una PATRIA NUEVA, el tema adquiere hoy mas vigencia que nunca.

Si el señor Montero no renuncia a su postulación, en mi criterio, le corresponde a don José Miguel ejercer su liderazgo en el Partido y en la Asamblea convocada para el próximo domingo 29, someter a conocimiento de los asambleístas una modificación del reglamento que le permita elegir al equipo de su confianza que lo acompañaría en las diferentes papeletas. Creo que don José Miguel, bien podría recurrir a los sabios consejos del General Chino, del siglo V, SUN TZU, que en su libro el Arte de la Guerra (que es algo más que un libro de practica militar), inspirador de grandes políticos nos dice: “ …Los buenos guerreros buscan la fuerza en la batalla a partir de la fuerza del ímpetu …son capaces de escoger a la mejor gente, desplegarlos adecuadamente y dejar que la fuerza del ímpetu logre sus objetivos.”

Adelante don José Miguel, no podemos dejar sin voz de aliento a los miles de ciudadanos que aspiran a una PATRIA NUEVA. Los niños y los jóvenes de esta Costa Rica, no tienen porque sufrir por los desafueros que cometió un solo individuo, quizá cegado por sus ambiciones personales.