La expoliación de las llamadas obras por concesión - TicoVisión
El proceso de entregar puertos, rutas, carreteras, aeropuertos, y todo cuanto genere riqueza ha dejado desprotegido de algo que conocemos la segura estratégica del Estado. Y debe ser una aspiración nacional recuperar...
La expoliación de las llamadas obras por concesión: del
viejo puerto de Puntarenas al actual puerto de Caldera
Por el Dr. Guillermo carvajal Alvarado *
Catedrático Universidad de Costa Rica
17 de octubre de 2013.- El puerto de Caldera fue nuestro primer contacto con el mundo colonial, en aquella años el comercio colonial se manejó por esta fachada del océano Pacífico, el comercio era entre asentamientos coloniales a lo largo del mar del sur. Curiosamente Caldera no logró consolidar una aglomeración de población y ya a principios del siglo XIX, el poblado de Puntarenas se fue consolidando como un centro de vida urbana, y se consolidó como tal con la construcción del ferrocarril Eléctrico al Pacífico, por las obras de relleno que se emprendieron en la zona para que el tren pudiera llegar hasta el nuevo puerto.
Caldera y el Puerto de Puntarenas fueron puertos coloniales, es decir, eran puertos pequeños, para naves de poca capacidad de almacenamiento por eso en la mente de los gobernantes siempre se mantuvo la idea de un proyecto portuario más acorde a las nuevas condiciones del comercio mundial.
El proyecto pasó de gobierno en gobierno, lentos avances, dudas, incertidumbres, opiniones encontradas. Pero el proyecto nunca se desecho del todo, porque estaba claro que un puerto moderno en el litoral del pacífico era una necesidad para la economía costarricense. Y a la vez ya se había visualizado la construcción de una ruta carretera que acortaría la distancia entre la capital San José y el puerto de Caldera.
Caldera y el Puerto de Puntarenas fueron puertos coloniales, es decir, eran puertos pequeños, para naves de poca capacidad de almacenamiento por eso en la mente de los gobernantes siempre se mantuvo la idea de un proyecto portuario más acorde a las nuevas condiciones del comercio mundial.
El proyecto pasó de gobierno en gobierno, lentos avances, dudas, incertidumbres, opiniones encontradas. Pero el proyecto nunca se desecho del todo, porque estaba claro que un puerto moderno en el litoral del pacífico era una necesidad para la economía costarricense. Y a la vez ya se había visualizado la construcción de una ruta carretera que acortaría la distancia entre la capital San José y el puerto de Caldera.
A finales de los años de 1960 se pensó en el traslado del puerto de Puntarenas, al viejo sitio del puerto colonial de Caldera. Muchos aspectos favorecían esta idea: el crecimiento poblacional alrededor del puerto de Puntarenense y del congestionamiento de buques, se manifestó la necesidad del desarrollo portuario, con miras a facilitar el comercio exterior del país, con zonas económicas con acceso por el Océano Pacífico. Durante la presidencia de Daniel Oduber se dio un fuerte impulso al proyecto de construcción a tal punto que la obra quedó concluida en sus aspectos más complejos. El puerto de Caldera fue construido como un puerto artificial en 1978, iniciando operaciones hasta 1981, luego de que fuera descontinuado el puerto de Puntarenas, para usos comerciales ya que resultaba pequeño y obsoleto para embarcaciones de gran calado.
El nuevo puerto de Caldera, localizado en la comunidad de Espíritu Santo de Esparza, representa el principal punto de importación y exportación de la costa del pacífico. Caldera es inaugurado oficialmente el 17 de diciembre de 1981, durante la administración del Presidente de la República Rodrigo Carazo Odio y 30 años después se concluyó la vía que enlaza este nuevo puerto con la capital, San José y el Valle central.
Puerto Caldera
tal costarricense, solo interesa el enriquecimiento personal y la usurpación de los bienes que deben estar en manos del Estado.
Esta es la gran lucha que debemos liberar quienes amamos este pedazo de suelo que nos vio nacer. Nuestra lucha es como lograr que el estado vuelva a asumir su responsabilidad ante un abandono de los neoliberales de las llamadas obras públicas.
El proceso de entregar puertos, rutas, carreteras, aeropuertos, y todo cuanto genere riqueza ha dejado desprotegido de algo que conocemos la segura estratégica del Estado. Y debe ser una aspiración nacional recuperar estas inmensas parcelas de poder que son hoy del dominio privado. Ha llegado el momento en que el Estado y con los gobiernos puedan actuar libre y soberanamente sobre los bienes que naturalmente deben estar bajo su dominio y administración.
* Dr. Guillermo Carvajal Alvarado: Catedrático en la Universidad de Costa Rica. Estudió Géographie et amémagement du territoire en University of Toulouse II – Le Mirail. Profesor en la Universidad de Costa Rica, en el Truman Institut Israel y en Utah State University. Alcanzó el rango de Catedrático Universitario. Ha publicado numerosos articulos y libros sobre temas sociales de América Central. Vive en San José, Costa Rica y es Gerente Propietario de Editorial y Librería Alma Mater.
El nuevo puerto de Caldera, localizado en la comunidad de Espíritu Santo de Esparza, representa el principal punto de importación y exportación de la costa del pacífico. Caldera es inaugurado oficialmente el 17 de diciembre de 1981, durante la administración del Presidente de la República Rodrigo Carazo Odio y 30 años después se concluyó la vía que enlaza este nuevo puerto con la capital, San José y el Valle central.
Si se revisa la historia de nuestras rutas de comunicación con nuestra fachada al océano Pacífico es notable la inversión pública, todos estos proyectos fueron construidos en diferentes administraciones, hubo grandes inversiones nacionales, estudios, consultorías y el proceso mismo de la construcción. ¿Por qué en la actualidad ambos proyectos están bajo la modalidad de obras por concesión?
Sencillamente por la única razón posible, la alianza de sectores del capital nacional con los agentes inversores internacionales. Y para estos grupos no existe la noción de soberanía nacional, ni la noción de Patria, lo único que existe es la apropiación del trabajo y el capi -
Sencillamente por la única razón posible, la alianza de sectores del capital nacional con los agentes inversores internacionales. Y para estos grupos no existe la noción de soberanía nacional, ni la noción de Patria, lo único que existe es la apropiación del trabajo y el capi -
tal costarricense, solo interesa el enriquecimiento personal y la usurpación de los bienes que deben estar en manos del Estado.
Esta es la gran lucha que debemos liberar quienes amamos este pedazo de suelo que nos vio nacer. Nuestra lucha es como lograr que el estado vuelva a asumir su responsabilidad ante un abandono de los neoliberales de las llamadas obras públicas.
El proceso de entregar puertos, rutas, carreteras, aeropuertos, y todo cuanto genere riqueza ha dejado desprotegido de algo que conocemos la segura estratégica del Estado. Y debe ser una aspiración nacional recuperar estas inmensas parcelas de poder que son hoy del dominio privado. Ha llegado el momento en que el Estado y con los gobiernos puedan actuar libre y soberanamente sobre los bienes que naturalmente deben estar bajo su dominio y administración.
* Dr. Guillermo Carvajal Alvarado: Catedrático en la Universidad de Costa Rica. Estudió Géographie et amémagement du territoire en University of Toulouse II – Le Mirail. Profesor en la Universidad de Costa Rica, en el Truman Institut Israel y en Utah State University. Alcanzó el rango de Catedrático Universitario. Ha publicado numerosos articulos y libros sobre temas sociales de América Central. Vive en San José, Costa Rica y es Gerente Propietario de Editorial y Librería Alma Mater.
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