Mi madre se fue para los Estados - TicoVisión |
Escrito en 29/10/13 a 23:32:14 GMT-06:00 Por Administrador |
Mamá no te conocí. Solo me contaron que cuando nací yo completaba el doceavo de los hermanos y que los cinquitos que ganaba Paa ya se hacían cada vez más escasos. Madre no te juzgo la idea inicial fue buena... Por el Dr. Guillermo Carvajal Alvarado * 29 de octubre de 2013.- Mamá no te conocí. Solo me contaron que cuando nací yo completaba el doceavo de los hermanos y que los cinquitos que ganaba Paa ya se hacían cada vez más escasos. Madre no te juzgo la idea inicial fue buena, te llegó una solicitud para irte a trabajar a los Estados Unidos y bueno, me cuentan que hablaste con Paa y que él llorando te dio el permiso que te pedía la embajada gringa para salir del país. ¡Sabes madre, no te conocí! Más extraño aún, tampoco nunca me enseñaron una foto suya. Reviso mis fotos y veo que en mis primeros años, en todas las fotos de cuando me bautizaron, cuando aprendí a caminar, siempre Paa es quien está a mi lado. Paa ha sido mi madre y padre, me ha dado todo, todo, todo. Sabes, la casita se hizo más grande y siempre está bien pintadita, Paa le dedica mucho tiempo a mis hermanos, bueno, ya algunos se casaron y se hicieron profesionales y otros son trabajadores. Madre yo pude estudiar porque Paa siempre estuvo a mi cuidado, bueno, era el menor y solo tenía 6 meses cuando te fuiste, no digo me dejaste porque ahora ya grande puedo entender que uno a veces sale y no sabe si va a regresar. Tampoco madre te juzgo. Mis hermanos los que te han visto me dicen que eres una mujer muy linda, que eres buena y que lo que pasó fue que allá en los Estados te volviste a enamorar y entonces bueno, ya no quisiste más venir a vivir al viejo barrio pobre. Madre, yo puedo entender por qué te fuiste, pues como estudié, he tenido que leer sobre esos temas. Claro, uno nunca piensa que en la vida le va a tocar a uno llevar esa marca. Claro, no entiendo por qué nos dejaste a todos solitos con Paa. Bueno, pero Dios nos dio la buena suerte de tener un gran Paa. Paa con todo y el gran dolor de verse solo y abandonado por su esposa nunca nos descuido, si viera usted como es de organizado en sus cosas y la casita de barrio sagrada Familia siempre la mantuvo linda. Paa siempre tuvo la casita, como un ajito decían las señoras del barrio y sí, con todas las comodidades que se ha prodigado en darnos. Pero la cosa es que desde hace unos años mis hermanos y yo ya no queremos vivir más en el barrio, es que se hizo un barrio feo y Paa se fue quedando sin clientes porque la zapatería ya no daba para vivir. Paa al final tenía la zapatería solo para entretenerse, pero es que ya la gente no quiere arreglar los zapatos. Figúrese madre que hasta los más pobres prefieren estrenar zapatos. Madre ya la gente no es como antes que usaba las cosas hasta el final, ahora se tiran las cosas o no se reparan. Madre sabes que ya han pasado 25 años, yo los cumplí el 18 de abril del 2011. Aquí nadie lo dice pero todos llevamos los días contados desde que usted se fue a trabajar a los Estados y nunca más volvió a la casa del barrio. Lo que siempre le incomodaba a Paa es que toda la gente le preguntaba al principio que cuando ibas a venir. Pero el siempre respondía, si un día de estos, es que esta juntando más billeticos verdes. Madre, y te quería contar que Paa es a la vez un gran padre y una gran madre, nunca dio explicaciones y dijo que te iba bien y que te habían prolongado el contrato de trabajo. Pero te voy a contar que muchos días he visto a Paa solito en su cuarto llorar. Sé que en los primeros años guardaba una foto suya que la tenía enmarcada y la ponía al lado de su cama, y veía la fotografía y te daba besos y después se ponía a llorar. Ya ahora Paa, no llora, solo dice que no querés volver y que por dicha los muchachos están grandes. Y bueno, si yo que soy el cumiche de todos ya me gradué de la Universidad de Costa Rica, porque Paa me dijo o te gradúas de esa gran universidad o mejor aprendes un oficio, no vamos a perder el tiempo y la plata. Y bueno viendo los esfuerzos que hizo Paa para que yo fuera a la escuelita Carolina Dent y después al Liceo del Sur, cuando entré a la Universidad de Costa Rica le puse muchas ganas y soy profesor de Español y Literatura Universal, y también hablo inglés y leo en latín. Sí, estudie latín porque Paa me decía que el no entendía las misas cuando ustedes iban juntos a la iglesia del barrio. Pero bueno, desde hace muchos años los curas dan las misas en español y el entiende todo, pero yo quería saber un poco de esa lengua por si Paa un día necesitaba una traducción. Madre, te contaba que tengo 25 años, ya tengo mi primer trabajo como profesor, si vieras que lindo doy clases en un colegio bilingüe y mis compañeros me quieren mucho, yo les he presentado a Paa que siempre está muy guapo y le gusta hablar. Pero yo se que Paa nunca amará a otra mujer en su vida, él se caso con usted madre y bueno, quería cumplir el mandamiento del matrimonio “los declaro marido y mujer hasta que la muerte los separé”. Paa ya ahora está muy bien, siempre ocupado haciéndole cositas a la casa y viendo los nietos y yo viendo mis sobrinos somos un montón, madre yo sé que hubieras sido muy feliz porque Paa es un gran hombre y los hermanos y hermanos todos salieron gente de bien. Madre, por mi no te preocupes, bueno, sé que después de tomar mi última ración de leche materna a los 6 meses empezó todo lo del viaje, yo no me acuerdo nadita de usted, Paa dice que una de las hermanas es igualita a usted. Pero como usted sabe me tuve que crear con mi padre y nunca supe lo que era vivir con usted. Y si los primeros años se hablaba de la falta que nos hiciste, de la cocina que preparabas, de lo bien que nos arreglabas, todos limpiecitos, porque eras muy dedicada a Paa. Bueno madre, quería decirte que no te preocupes que aquí todos los hermanos te recuerdan, yo no porque es una cosa rara, nunca me quisieron hablar de usted, pero a veces sin quererlo se escapa uno que otro detalle y siempre guardaba esos detallitos. Madre, si supieras que yo durante muchos años todas las noches rezaba para que vinieras, rezaba y me preguntaba: ¿Cómo será mi madre? Y te cuento que alguna peleílla tuve con los chiquillos del barrio cuando me decían hijueputa, vieras como me enojaba. Porque yo se que te fuiste a trabajar en cosas buenas y hasta me he peleado a golpes y patadas por defender tu nombre. Madre, pero ya ahora que soy un hombre, un profesional, he aprendido a no pensar más en nada de lo que pasó con el matrimonio de ustedes ¡Que Dios la juzgue! Yo sé que de seguro nunca quisiste hacer daño a tus hijos. No te preocupes para eso tuvimos un súper Paa. Y ahora que terminaba la carta, no sé donde mandarla porque nadie tiene tu dirección. Bueno la dejo terminada porque uno no sabe en la vida si algún día alguien te hace llegar esta cartita que ahora que soy adulto puedo entender. Pero puedes estar tranquila, aquí en casa nunca se habló del tema de tu partida y todos agradecemos que los primeros años ayudaras a Paa para que todos pudiéramos estudiar y que la casita se hiciera más bonita. Pero idiay, al final Paa ya la vendió, cosas de la vida. ¡Que Dios la bendiga por darme la vida! Pero sobre todo que: ¡Que Dios la bendiga por haber elegido un hombre tan bueno como Paa que fue mi padre y madre y mi maestro! Tu hijo el menor de todos. * Dr. Guillermo Carvajal Alvarado: Catedrático en la Universidad de Costa Rica. Estudió Géographie et amémagement du territoire en University of Toulouse II – Le Mirail. Profesor en la Universidad de Costa Rica, en el Truman Institut Israel y en Utah State University. Alcanzó el rango de Catedrático Universitario. Ha publicado numerosos articulos y libros sobre temas sociales de América Central. Vive en San José, Costa Rica y es Gerente Propietario de Editorial y Librería Alma Mater. |
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