Corrales, Correa y una Asamblea Constituyente – TicoVisión |
Escrito en 03/11/13 a 11:15:28 GMT-06:00 Por Administrador |
Para nadie es un secreto que la candidatura de don JOSE MIGUEL CORRALES y el Partido PATRIA NUEVA, ha estado llena de obstáculos y vicisitudes, unas originadas internamente y otras derivadas de factores exógenos... 3 de noviembre de 2013.- Para nadie es un secreto que la candidatura de don JOSE MIGUEL CORRALES y el Partido PATRIA NUEVA, ha estado llena de obstáculos y vicisitudes, unas originadas internamente y otras derivadas de factores exógenos donde adquieren sin lugar a duda relieve las intromisiones del Tribunal Supremo de Elecciones y la evidente complicidad de los medios de comunicación colectiva y las encuestadoras que han hecho causa común a efecto de invisibilizarlo de cara a las próximas elecciones y negarle el acceso a los créditos bancarios. Sobre los obstáculos internos, bien podríamos reconocerlos como normales en el desarrollo de una organización social, (a los partidos debemos entenderlos como tales) conformada por seres humanos, algunos llenos de envidias y frustraciones otros generosos y solidarios. Por ello es entendible que a la sombra de un liderazgo fuerte construido durante muchos años, como el de don José Miguel aparezcan oportunistas que pretendan beneficiarse de su limpia trayectoria, tal y como sucedió en el caso de un aspirante a diputado que con sus antecedentes manchaba la imagen del partido y don José Miguel sencillamente no aceptó y en forma tajante sostuvo que él no podría participar a la par de alguien que hubiese incumplido sus obligaciones con la seguridad social de este país, concretamente adeudara dineros a la CCSS. Es obvio, que don José Miguel se planteó la pregunta ¿cómo podría darle la cara a los costarricenses, si al hablar de recuperar a esa benemérita institución que es la CCSS, si uno de los prominentes miembros del partido y candidato a diputado es precisamente un evasor de esas obligaciones? Nadie podrá dudar que esa decisión de don José Miguel generó una crisis en el partido PATRIA NUEVA, pero sería muy mezquino quien no reconociera en ello una demostración de verdadero compromiso con el pueblo costarricense y sus instituciones, pues más allá del interés que pudiere tener para ejercer la primera magistratura de la República, en don José Miguel prevalecieron los principios éticos que constituyen su principal caballo de batalla para redimir al pueblo costarricense de la galopante corrupción que carcome nuestra sociedad desde la cúspide de los tres poderes de la República y el TSE. No pocas personas, fundamentalmente en las redes sociales, se han manifestado diciendo que el asunto del señor Montero era de poca monta y que no ameritaba habérsele dado un tratamiento como el dado por don José Miguel al asunto y ello es entendible precisamente porque en la mayoría de los otros partidos eso si acaso seria “pecata minuta”, pues podemos observar los cuestionamientos realizados de índole penal por ejemplo a los señores Araya, Guevara, Orozco y a los partidos PLN, PUSC, PAC, ML y PRC, los cuales son bastante más graves que los imputados al señor Montero Mejía. Pero el asunto para don José Miguel y para quienes lo apoyamos no se trataba del tamaño del pecado, sino que sencillamente no cabía pecado alguno, si en verdad queríamos construir una PATRIA NUEVA y queríamos ser consecuentes entre lo que se decía y lo que se hacía y en eso estoy seguro que cualquiera que tenga un poquito de sentido común lo entendería. Ahora bien, sobre los aspectos exógenos que se originan en una campaña organizada por los grandes medios de prensa para invisibilizar a don José Miguel, estimo que ésta tiene serias limitaciones, pues conforme avance el proceso electoral y de continuar los medios en esa postura, al igual que se hizo en la lucha contra el NO al TLC, la información se desbordará por las redes sociales como una avalancha y no tendrán más remedio que reconocer su fuerza electoral. Finalmente sobre la participación del TSE en los fueros del Partido Patria Nueva, desconociendo las decisiones que internamente se tomaron estableciendo como candidato al objetado Montero Mejía, quien ha sido desconocido como candidato del Partido Patria Nueva y en una forma mecánica pasando al cuarto lugar a quien resultó electo en el segundo y así sucesivamente es una aberración jurídica, al grado que el señor Aguilar Bulgarelli quien resulto nominado por el TSE al cuarto lugar, ha sido enfático en señalar que no acepta esa arbitraria designación. Que ello nos lleva a considerar, que no le será posible a don José Miguel impulsar las candidaturas a diputado de su Partido, en el tanto las mismas han sido impuestas por el TSE en forma fraudulenta. Desde esa óptica tampoco sería razonable aceptar la conformación de un parlamento espurio, al contar entre sus miembros a alguien que ni siquiera fue nombrado por su Partido. Que sin entrar a realizar valoraciones, sobre si existió la “mano peluda” de Rohrmoser; lo que ha quedado claramente evidenciado son las falencias del sistema y la ley electoral costarricense, que al igual que el Poder Judicial, el Poder Legislativo y de la mayoría de las instituciones creadas para regular la vida de todos los costarricenses, han sido deformadas a tal grado que hoy solo sirven para favorecer a un sector privilegiado de la sociedad dejando a las grandes mayorías desamparadas. Consecuentemente con lo anterior, el problema que padece Costa Rica, no es simplemente de forma o de quien represente el gobierno, el asunto es más grave y se encuentra en las entrañas del sistema y por ello considero se requiere de cirugía mayor, sea nos corresponde retroceder en el tiempo, sea, volver al punto de inicio de nuestra democracia y desde ahí construir el país que las mayorías costarricenses requieren. Por eso, a forma de propuesta le sugiero a ese reconocido patriota que es don José Miguel Corrales, continuar con su candidatura tal y como lo hizo en la hermana República del Ecuador en el año 2006, el señor Rafael Correa, sin candidatos a diputados y con una sola consigna: que una vez ganadas las elecciones se convocara a una Asamblea Constituyente que haga una nueva Constitución Política que permita realizar las transformaciones políticas, institucionales, económicas y sociales que el país necesita. Por demás señalar que contamos con los instrumentos jurídicos necesarios para ello, tales como el referéndum y la ley de Iniciativa Popular, pero fundamentalmente con un pueblo asqueado de tanta porquería. |
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