No hay pueblos ni países ingobernables, lo que hay son malos gobernantes - TicoVisión
La ingobernabilidad de nuestro país ha sido un tema ampliamente tocado por la clase política, los partidos y los líderes de opinión. Algunos de ellos lo hacen desde la cúspide del poder y otros desde la...
No hay pueblos ni países ingobernables,
lo que hay son malos gobernantes
lo que hay son malos gobernantes
Por el Dr. Guillermo Carvajal Alvarado *
San José, 20 de noviembre de 2013.- La ingobernabilidad de nuestro país ha sido un tema ampliamente tocado por la clase política, los partidos y los líderes de opinión. Algunos de ellos lo hacen desde la cúspide del poder y otros desde la llanura o desde sus asientos de burócratas. No hay pueblos ingobernables, menos aún un país como el nuestro que se ha blindado de un sistema normativo que cubre una amplia gama del espectro social, pocas actividades quedan fuera del ojo de la ley.
Nuestro sistema político está fundamentado en la división de poderes, Ejecutivo, Legislativo y Judicial, y acompañado de un Tribunal Supremo de Elecciones. Creo que la primera tarea proviene en identificar de dónde vienen las críticas, de qué poder y de qué funcionarios. Si es desde el Ejecutivo, presidente y ministros, creo que la crítica no se justifica, el mejor ejemplo en ocasiones es que se toman decisiones que bajan muy tarde a los otros poderes.
Si el ejecutivo no tuviera poder para acometer sus objetivos, viviríamos en una especie de limbo, nuestro régimen es presidencialista y se nota en las decisiones que se toman, por ejemplo; ¿cuántos supimos de la construcción de “la trocha” fronteriza? Un secreto custodiado por los tomadores de decisiones como respuesta a la invasión de la Isla Portillos (Calero). Aquí no fue gobernabilidad, ni falta de toma de decisiones, fue incompetencia por no tener sistemas de control
Nuestro sistema político está fundamentado en la división de poderes, Ejecutivo, Legislativo y Judicial, y acompañado de un Tribunal Supremo de Elecciones. Creo que la primera tarea proviene en identificar de dónde vienen las críticas, de qué poder y de qué funcionarios. Si es desde el Ejecutivo, presidente y ministros, creo que la crítica no se justifica, el mejor ejemplo en ocasiones es que se toman decisiones que bajan muy tarde a los otros poderes.
Si el ejecutivo no tuviera poder para acometer sus objetivos, viviríamos en una especie de limbo, nuestro régimen es presidencialista y se nota en las decisiones que se toman, por ejemplo; ¿cuántos supimos de la construcción de “la trocha” fronteriza? Un secreto custodiado por los tomadores de decisiones como respuesta a la invasión de la Isla Portillos (Calero). Aquí no fue gobernabilidad, ni falta de toma de decisiones, fue incompetencia por no tener sistemas de control
efectivos desde la casa presidencial, toda vez que era un proyecto de la oficina de la presidencia de la república. En este como en cientos de casos lo que falta no es gobernabilidad que sería la imposibilidad de poder ejecutar los planes de gobierno. Y ese no es el problema, no, el asunto que los mandatarios se sientan en sus cómodos asientos y no le dan seguimiento a sus planes proyectos y programas.
En el poder Ejecutivo en algunos casos no se toman decisiones para evitar confrontaciones, y en otros casos se crean instituciones paralelas para no tocar el interés de otros grupos anclados en el poder. Voy a poner un ejemplo para visualizar mi punto de vista; en 1954 se creó el Instituto nacional de Vivienda y Urbanismo, con dos funciones fundamentales 1) Dotar de vivienda a amplios sectores de la población 2) Velar por el urbanismo y planeamiento urbano.
El INVU, como institución, fue dotada de un presupuesto con su respectiva ley y su reglamento, con estos elementos esta institución cumplió su misión durante largos años de manera exitosa en proyectos como: los Hatillos, las Gravilias, el Roble, Purral y tantos otros nombres más.
Después de 1970, aparece el Instituto Mixto de Ayuda Social el (IMAS), su objetivo es apoyar a las poblaciones más pobres y se le dotó de la potestad de poder participar en la construcción de la ciudadela 15 de Julio en San Sebastián, que fue un proyecto de vivienda para los sectores más pobres, ya para esta época la población pobre se organiza en grupos pro- vivienda y aparecen grupos que organizan y fomentan las tomas de tierras y se construyen ranchos (precarios) como soluciones parciales, casos como Los Guidos y Los Cuadros. Gracias a Dios y a nietos de Carazo y Gloria bejarano. Ya para entonces tenemos tres actores sociales y todos con acceso directo a la presidencia de la república, más otras instituciones con la Caja Costarricense del Seguro Social y su Departamento de Vivienda.
Pero bueno, y ya para coronar una amplia gama de instituciones que “se majan la manquera”, se crea luego un ministerio de vivienda que tiene que existir, claro, pero uniendo todas esas parcelas desarticuladas creadas anteriormente. Pero no, el Ministerio de Vivienda y Asentamientos Humanos se impuso como principal actividad vigilar el accionar del INVU. Pero no todo concluye ahí, pues se crea el sistema financiero de la vivienda, articulado por el Banco Hipotecario de la Vivienda que administra los recursos financieros para ese sector.
Y para cerrar con broche de oro, las municipalidades que son por ley verdaderos gobiernos locales, también ejercen potestades sobre las la construcción de la viviendas, ya sea en la fase de apoyo a proyectos construidos en sus territorios, ya sea en la dotación de permisos para construcción reparaciones de vivienda.
Y bueno, ¿quiénes crearon este abigarramiento institucional?, pues la clase política, los diputados, los ministros y la y los presidentes, ese es solo un ejemplo de por qué este país es tan difícil de gobernar. Empero, no obstante, este tupido marco institucional se lo puede brincar un presidente que tenga voluntad y deseos de dejar obra, lamentable mente la presidenta lo tuvo con la construcción de la Ruta 1856 o la llamada el atisbo de ir contrapelo y echarse bajo sus espaldas la construcción de "la trocha", pero la obra le quedó mocha. ¿Y en esto qué tuvo que ver el pueblo?, pues nada, absolutamente nada, tan solo saber que sus dineros habían sido mal gastados, tirados en cientos de kilómetros de lastre que fueron barridos por las primeras lluvias.
De lo anterior concluyo como empecé: no hay pueblos ingobernables, solo hay malos gobernantes, y no voy a entrar en discusiones sobre conceptos como gobierno, poder, gobernanza; esos son artilugios para escamotear el problema central el poder que el pueblo entrega a los gobernantes al otorgarle la responsabilidad de administrar los destinos del Estado.
* Dr. Guillermo Carvajal Alvarado: Catedrático en la Universidad de Costa Rica. Estudió Géographie et amémagement du territoire en University of Toulouse II – Le Mirail. Profesor en la Universidad de Costa Rica, en el Truman Institut Israel y en Utah State University. Alcanzó el rango de Catedrático Universitario. Ha publicado numerosos articulos y libros sobre temas sociales de América Central. Vive en San José, Costa Rica y es Gerente Propietario de Editorial y Librería Alma Mater.
En el poder Ejecutivo en algunos casos no se toman decisiones para evitar confrontaciones, y en otros casos se crean instituciones paralelas para no tocar el interés de otros grupos anclados en el poder. Voy a poner un ejemplo para visualizar mi punto de vista; en 1954 se creó el Instituto nacional de Vivienda y Urbanismo, con dos funciones fundamentales 1) Dotar de vivienda a amplios sectores de la población 2) Velar por el urbanismo y planeamiento urbano.
El INVU, como institución, fue dotada de un presupuesto con su respectiva ley y su reglamento, con estos elementos esta institución cumplió su misión durante largos años de manera exitosa en proyectos como: los Hatillos, las Gravilias, el Roble, Purral y tantos otros nombres más.
Después de 1970, aparece el Instituto Mixto de Ayuda Social el (IMAS), su objetivo es apoyar a las poblaciones más pobres y se le dotó de la potestad de poder participar en la construcción de la ciudadela 15 de Julio en San Sebastián, que fue un proyecto de vivienda para los sectores más pobres, ya para esta época la población pobre se organiza en grupos pro- vivienda y aparecen grupos que organizan y fomentan las tomas de tierras y se construyen ranchos (precarios) como soluciones parciales, casos como Los Guidos y Los Cuadros. Gracias a Dios y a nietos de Carazo y Gloria bejarano. Ya para entonces tenemos tres actores sociales y todos con acceso directo a la presidencia de la república, más otras instituciones con la Caja Costarricense del Seguro Social y su Departamento de Vivienda.
Pero bueno, y ya para coronar una amplia gama de instituciones que “se majan la manquera”, se crea luego un ministerio de vivienda que tiene que existir, claro, pero uniendo todas esas parcelas desarticuladas creadas anteriormente. Pero no, el Ministerio de Vivienda y Asentamientos Humanos se impuso como principal actividad vigilar el accionar del INVU. Pero no todo concluye ahí, pues se crea el sistema financiero de la vivienda, articulado por el Banco Hipotecario de la Vivienda que administra los recursos financieros para ese sector.
Y para cerrar con broche de oro, las municipalidades que son por ley verdaderos gobiernos locales, también ejercen potestades sobre las la construcción de la viviendas, ya sea en la fase de apoyo a proyectos construidos en sus territorios, ya sea en la dotación de permisos para construcción reparaciones de vivienda.
Y bueno, ¿quiénes crearon este abigarramiento institucional?, pues la clase política, los diputados, los ministros y la y los presidentes, ese es solo un ejemplo de por qué este país es tan difícil de gobernar. Empero, no obstante, este tupido marco institucional se lo puede brincar un presidente que tenga voluntad y deseos de dejar obra, lamentable mente la presidenta lo tuvo con la construcción de la Ruta 1856 o la llamada el atisbo de ir contrapelo y echarse bajo sus espaldas la construcción de "la trocha", pero la obra le quedó mocha. ¿Y en esto qué tuvo que ver el pueblo?, pues nada, absolutamente nada, tan solo saber que sus dineros habían sido mal gastados, tirados en cientos de kilómetros de lastre que fueron barridos por las primeras lluvias.
De lo anterior concluyo como empecé: no hay pueblos ingobernables, solo hay malos gobernantes, y no voy a entrar en discusiones sobre conceptos como gobierno, poder, gobernanza; esos son artilugios para escamotear el problema central el poder que el pueblo entrega a los gobernantes al otorgarle la responsabilidad de administrar los destinos del Estado.
* Dr. Guillermo Carvajal Alvarado: Catedrático en la Universidad de Costa Rica. Estudió Géographie et amémagement du territoire en University of Toulouse II – Le Mirail. Profesor en la Universidad de Costa Rica, en el Truman Institut Israel y en Utah State University. Alcanzó el rango de Catedrático Universitario. Ha publicado numerosos articulos y libros sobre temas sociales de América Central. Vive en San José, Costa Rica y es Gerente Propietario de Editorial y Librería Alma Mater.
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