Me gusta José María porque tiene mucho del populismo del viejo calderonismo y los programas de atacar la pobreza; me gusta su visión y misión del gobierno que lo ve como un ente responsable de asumir y no de delegar, y eso lo acerca al fuiguerismo, al figurerismo maduro de la nacionalización y de la defensa de la Patria.

Me gusta José María, porque ilusiona y porque sin medios ha hecho una campaña grandiosa debido a que sus palabras son sencillas, fáciles de comprender y porque es un hombre profundo que amalgama lo mejor del ser costarricense. Pero me gusta porque sus orígenes costarricenses y suramericanos me hablan de un joven con visión continental que me recuerdan el aprismo de Haya de la Torre, me gusta su visión latinoamericanista porque está en su sangre y es natural y comulga con el ser costarricense.


Me gusta este joven que me devuelve la ilusión y quiero que les guste por ser un hombre auténtico, honesto, librepensador, demócrata; de carrera limpia, que da la cara y dice lo que piensa sin necesitar hacer campaña, porque su campaña la hacen sus seguidores porque ven un hombre inteligente y bueno del que todos hablan y todos tenemos mucho que decir.

José María, en noche buena y en navidad y en el mañana, es la ilusión que nos infundes en tu pensamiento sabio y certero, sin muchas palabrerías complejas como en los viejos tiempos del partido fundado por Manuel Mora, cuando todo se dirimía en familia.

Como quisiera que mi viejo estuviera vivo para que te oyera y pudiera extasiarse de tu sabiduría, de manera de ver la política como en los viejos talleres de la zapatería. José María, anoche te sentí cercano y me siento obligado a  decirte que la esperanza, ya no solo es de los jóvenes, también es de los intelectuales hijos de obreros que sabemos que darás prioridad a la educación a la salud y a la familia respetando las mejores y más limpias propuestas de la cristiandad moderna, con apertura todos los sectores, a nuestros campesinos, a nuestros trabajadores asalariados, pero sobre todo, a nuestros jóvenes hombres y mujeres que han nacido sin esperanza en una sociedad donde los políticos corruptos solo buscan enriquecerse durante su mandato y seguir conectados, y que los dineros del bienestar social no lleguen donde deben llagar.

Me gusta este joven José María Villalta porque es inclusivo y entiende que siendo muy costarricense hemos cambiado y que hay que hacer política para que todos participen con iguales de derechos y obligaciones en la reconstrucción de una nueva Costa Rica. José maría gracias por ser la ilusión, la esperanza en un época llena de desesperanza.

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*  Dr. Guillermo Carvajal Alvarado: Catedrático en la Universidad de Costa Rica. Estudió Géographie et amémagement du territoire en University of Toulouse II – Le Mirail. Profesor en la Universidad de Costa Rica, en el Truman Institut Israel y en Utah State University. Alcanzó el rango de Catedrático Universitario. Ha publicado numerosos articulos y libros sobre temas sociales de América Central. Vive en San José, Costa Rica y es Gerente Propietario de Editorial y Librería Alma Mater.