Políticos con niveles de vida inexplicables en Costa Rica - TicoVisión
Los niveles de corrupción de Costa Rica son enormes y a vista y paciencia de un Ministerio Público tolerante con la impunidad de cuello blanco, y me duele que de oficio algunos costarricenses disculpen o justifiquen...
inexplicables en Costa Rica
Por Alberto Rodríguez Baldi *
San José, 30 de diciembre de 2013.- En realidad me sorprendió como algunas costarricenses de manera inexplicable saltan en defensa de un político, cuando se le cuestiona por su nivel de vida, el origen sospechoso de sus cuantiosos bienes habiéndose dedicado durante toda su vida y a tiempo completo vivir de la política y de un salario. Nos sorprenden con sus viviendas en los mejores barrios cuyo valor supera el millón de dólares o quinientos millones de colones, además poseen otros bienes que no encuentran relación con la totalidad de sus ingresos percibidos en la administración pública.
Esa defensa oficiosa de algunos no tiene sustento, por cuanto todo ciudadano tiene el derecho de cuestionar el comportamiento privado y público de los funcionarios pagadas por todos los costarricenses, el origen y cuantía de sus bienes, y empezando por el gobernante, ministros y demás funcionarios públicos empleados todos del estado ineludiblemente tienen que rendirnos cuentas, eso se llama transparencia.
La función pública es para servir, y no como ha ocurrido en los últimos años para servirse y enriquecerse con la coima producto de los sobreprecios que se pagan complacientemente al amigo proveedor de servicios al Estado. Precisamente ese nivel de corrupción es lo que produce pobreza y los déficits fiscales, los cuales nunca se saciarán con nuevos impuestos, toda vez que la voracidad de la corrupción siempre encontrará el mecanismo para saquear las arcas del país.
Esa defensa oficiosa de algunos no tiene sustento, por cuanto todo ciudadano tiene el derecho de cuestionar el comportamiento privado y público de los funcionarios pagadas por todos los costarricenses, el origen y cuantía de sus bienes, y empezando por el gobernante, ministros y demás funcionarios públicos empleados todos del estado ineludiblemente tienen que rendirnos cuentas, eso se llama transparencia.
La función pública es para servir, y no como ha ocurrido en los últimos años para servirse y enriquecerse con la coima producto de los sobreprecios que se pagan complacientemente al amigo proveedor de servicios al Estado. Precisamente ese nivel de corrupción es lo que produce pobreza y los déficits fiscales, los cuales nunca se saciarán con nuevos impuestos, toda vez que la voracidad de la corrupción siempre encontrará el mecanismo para saquear las arcas del país.
En Costa Rica todos nos conocemos y sabemos quien recibe una herencia, quien se sacó la lotería, quien hace un buen negocio o lo tiene, y producto de su trabajo o profesión, de manera justificada se encuentra una razonabilidad del ingreso en relación a los bienes y su nivel de vida.
Todos conocemos a estos políticos de nuestra cooperativa de corrupción que viven en los mejores barrios, en casas de millones de dólares, con un nivel de vida injustificado, cuya única explicación posible es el dinero negro proveniente del ejercicio del abuso del poder político y el cobro de favores o coimas.
Es muy fácil en nuestras ciudades, barrios y campos observar como determinados políticos de tiempo completo poseen a su nombre, de su cónyuge, hermano o parientes bienes millonarios, fincas que antes pertenecían al I.D.A., y participación en sociedades que evidentemente provienen de dineros mal habidos.
Yo no estoy en contra de que una persona se supere, tenga bienes, gane dinero, pero eso sí, que tenga origen lícito y una explicación plausible de donde proviene esa riqueza. Pero rechazo de manera frontal, por citar un ejemplo, el enriquecimiento de directores de la banca del Estado, que de pronto compran plantaciones agropecuarias en millones de dólares de manera inexplicable.
Los niveles de corrupción de Costa Rica son enormes y a vista y paciencia de un Ministerio Público tolerante con la impunidad de cuello blanco, y me duele que de oficio algunos costarricenses disculpen o justifiquen a estos políticos, definitivamente malos costarricenses.
Hace unos días el gobierno de Chinchilla promovía una Ley de desposesión por crecimiento injustificado de un patrimonio, en mis adentros me reía porque estoy seguro se estrenaría con algún político enriquecido sin justificación alguna, de los cuales los costarricenses conocemos domicilios, bienes y derroche.
Como siempre, en mi caso que me registren, mi negocio es público, su movimiento económico gracias a Dios es de conocimiento en mí comunidad en la Fortuna de San Carlos, a la que agradezco el apoyo a mí emprendimiento, y mis libros están a disposición de su escrutinio porque no tengo secretos inconfesables.
YO INVITO A TODOS LOS COSTARRICENSES QUE CONOZCAN DE ESOS ENRIQUECIMIENTOS SIN CAUSA DE POLITICOS, LOS DENUNCIEN EN ESTA PÁGINA, Y ASI CONSTITUYÉNDONOS EN FISCALES DE LA FUNCION PUBLICA, EJERCEMOS NUESTRO DERECHO INALIENABLE DE CUIDAR DEL PATRIMONIO COMUN QUE SON LOS BIENES DEL ESTADO, Y DEMOSTRAREMOS QUE NO NOS PODRAN CALLAR CON QUERELLAS Y LEYES MORDAZA.
* Alberto Rodríguez Baldi: Abogado y empresario hotelero. Graduado en la Facultad de Derecho de la Universidad de Costa Rica. Trabaja en Baldi Hot Springs Hotel Resort & Spa
Todos conocemos a estos políticos de nuestra cooperativa de corrupción que viven en los mejores barrios, en casas de millones de dólares, con un nivel de vida injustificado, cuya única explicación posible es el dinero negro proveniente del ejercicio del abuso del poder político y el cobro de favores o coimas.
Es muy fácil en nuestras ciudades, barrios y campos observar como determinados políticos de tiempo completo poseen a su nombre, de su cónyuge, hermano o parientes bienes millonarios, fincas que antes pertenecían al I.D.A., y participación en sociedades que evidentemente provienen de dineros mal habidos.
Yo no estoy en contra de que una persona se supere, tenga bienes, gane dinero, pero eso sí, que tenga origen lícito y una explicación plausible de donde proviene esa riqueza. Pero rechazo de manera frontal, por citar un ejemplo, el enriquecimiento de directores de la banca del Estado, que de pronto compran plantaciones agropecuarias en millones de dólares de manera inexplicable.
Los niveles de corrupción de Costa Rica son enormes y a vista y paciencia de un Ministerio Público tolerante con la impunidad de cuello blanco, y me duele que de oficio algunos costarricenses disculpen o justifiquen a estos políticos, definitivamente malos costarricenses.
Hace unos días el gobierno de Chinchilla promovía una Ley de desposesión por crecimiento injustificado de un patrimonio, en mis adentros me reía porque estoy seguro se estrenaría con algún político enriquecido sin justificación alguna, de los cuales los costarricenses conocemos domicilios, bienes y derroche.
Como siempre, en mi caso que me registren, mi negocio es público, su movimiento económico gracias a Dios es de conocimiento en mí comunidad en la Fortuna de San Carlos, a la que agradezco el apoyo a mí emprendimiento, y mis libros están a disposición de su escrutinio porque no tengo secretos inconfesables.
YO INVITO A TODOS LOS COSTARRICENSES QUE CONOZCAN DE ESOS ENRIQUECIMIENTOS SIN CAUSA DE POLITICOS, LOS DENUNCIEN EN ESTA PÁGINA, Y ASI CONSTITUYÉNDONOS EN FISCALES DE LA FUNCION PUBLICA, EJERCEMOS NUESTRO DERECHO INALIENABLE DE CUIDAR DEL PATRIMONIO COMUN QUE SON LOS BIENES DEL ESTADO, Y DEMOSTRAREMOS QUE NO NOS PODRAN CALLAR CON QUERELLAS Y LEYES MORDAZA.
* Alberto Rodríguez Baldi: Abogado y empresario hotelero. Graduado en la Facultad de Derecho de la Universidad de Costa Rica. Trabaja en Baldi Hot Springs Hotel Resort & Spa
Comentarios de este artículo:
Su comentario de hoy me parece muy acertado y ..."Su comentario de hoy me parece muy acertado y muy cierto.
Creo que lo menos que esperamos los costarricenses de alguien que nos quiere representar es la transparencia y de hecho, me sorprende mucho que ninguno de los candidatos haya ofrecido que se le haga una auditoría de sus declaraciones de la renta y cotejarlas contra su patrimonio.
Me llama también la atención que la Contraloría General de la República no haya hecho ninguna gestión cuando salió la publicación del Semanario Universidad, ya que se supone que los funcionarios públicos del nivel del Sr. Araya deben declarar sus bienes y debería ser muy sencillo comparar sus declaraciones contra su patrimonio actual.
Además, creo que en este momento, ya el Ministerio de Hacienda y el Ministerio Público deberían haber iniciado una investigación de todos los candidatos para determinar si ha existido defraudación al fisco. Por supuesto debemos tener en consideración que el Fiscal General sólo aparece cuando le conviene y el Sr. Ayales se dice que seguirá en su puesto.
Deseo nuevamente felicitarlo por su gran labor."
Felicitaciones Políticos con niveles de vida inexplicables en CoPero ni ministerios ni contralorías van a cambiar esta mentalidad, eso requiere un cambio profundo de educación, y darle vuelta a este ciclo vicioso, donde vemos a los políticos enriquecerse y todo el mundo quiere hacer lo mismo. Es un cambio a largo plazo, pero con la educación de la gente y con miles de migrantes no se va a poder.
Sólo nos queda denunciar, pero casi que es arar en el desierto.
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