PLN) en tildar de “comunista” a José María Villalta, aunque éste ya había fijado con determinación no estar ligado ni tomar como modelo a ningún país de América del Sur, en cambio afirmó admirar el socialismo de los países escandinavos, e insistió que lo que quiere es recuperar la “Social Democracia” que el Partido Liberación Nacional abandonó a cambio del NEOLIBERALISMO que nos tiene sumidos en la debacle económica que afecta a los que menos tienen.

Los señores Guevara y Araya hacían caso omiso de las respuestas de Villalta y ripostaban afirmando con planes que no existen (o sea mentiras) que Villalta era comunista. En esas re-intervenciones, Guevara se refirió al término de “impuesto progresivo” como un elemento típico de los comunistas, cuando en realidad es todo lo contrario. Casualmente, en 1998 o 99, que fue mi última asistencia a los cursos libres en INCAE, tocamos el tema de la conveniencia del “impuesto progresivo” como una conveniencia para que el estado obtenga mayores ingresos sin maltratar a los que menos ganan e incrementar la “brecha social” que ya, desde ese año, se venía venir.

Impuestos progresivos y regresivos.

Hay muchos tipos de impuestos o tasas impositivas, pero me referiré a estos dos y sus diferencias, por ser los que han salido a relucir polémicamente en los debates. Ambos impuestos, he de decir, nacen con Adam Smith (1793-1790), padre del “Liberalismo Clásico”. Luego tocaré su pensamiento, pues es a esa época que quiere regresar don Otto Guevara.

Impuesto progresivo. Significa que a mayor ganancia o renta, mayor es el porcentaje de impuestos sobre la base. Dicho en las palabras de don José María Villalta “que los que más ganan, paguen más; y que los que menos ganan, paguen menos impuestos”.

Impuesto regresivo. Significa que cuando mayor es la ganancia o renta, menor es el porcentaje de impuestos que debe pagarse sobre el total de la base imponible. Dicho en las palabras de don José María Villalta “que los que más ganan, paguen menos; y los que menos ganan, paguen más”.

Evolución de la aplicación del Impuesto Progresivo.

Los pensadores “Liberales Clásicos” nunca pudieron implementar el impuesto progresivo, justamente por las mismas causas que hoy influyen en verlo con “terror” los grandes millonarios que, demagógicamente hablan de estar a favor de una mejor distribución de la riqueza, pero cada uno individualmente no quiere contribuir con su riqueza a esa equidad y han terminado uniéndose como un solo “bloque” y para evitar que la idea progrese argumentan que es una “medida comunista”.

En realidad, el impuesto progresivo se logra implementar en muchos países con la “Social Democracia” que surge de las luchas entre los obreros socialistas y las grandes oligarquías capitalistas liberales a finales del siglo XIX y principios del XX. Sí, esa misma “Social Democracia” en la que se fundamentó la “Segunda República” con orígenes en las luchas de la década de los cuarenta y el “Pacto Social” entre Don Rafael Ángel Calderón Guardia, Don Manuel Mora Valverde y Monseñor Víctor Manuel Sanabria Martínez. “Social Democracia” mantenida y complementada por Don José Figueres Ferrer, padre fundador del Partido Liberación Nacional; de ese mismo partido que hoy únicamente conserva el nombre, pues desde la década de los ochenta inició a apartarse de la “Social Democracia” para caer en el NEOLIBERALISMO en que nos introdujo el descendiente de una de esas oligarquías, don Óscar Arias Sánchez. Irónicamente, en Centroamérica, el Liberal Anastasio Somoza Debayle, logró en Nicaragua implementar no solo el “Impuesto progresivo”, sino que también un excelente sistema de “recaudación fiscal” evitando la evasión fiscal de los grandes poderes económicos. Justamente a este señor (en el fondo) quienes lo derrocan no fueron los del pueblo, sino el capital valiéndose del pueblo. Pero ese tema lo tocaré en otro momento.

Adam Smith, Otto Guevara y el impuesto regresivo.

Adam Smith: Defendía que la mejor forma de capitalismo, la más eficaz, es aquella en la que el Estado no interviene en la economía. Este será el principio fundamental del liberalismo clásico. El mercado debe regirse sólo por la libre actuación de la las leyes de mercado, como la ley de la oferta y la demanda. Si hay desequilibrios, estos se reajustaran de manera automática, ya que de esto se encarga una providencial mano invisible. Estaban convencidos de que la búsqueda del beneficio particular acaba beneficiando a todo la sociedad.

Escuchar a Smith, es como estar escuchando a Otto Guevara, que nos quiere llevar a esas ideas retrógradas y obsoletas agregando las matráfulas derivadas de la “Globalización” que nos ha hecho caer en ese nuevo liberalismo (Neoliberalismo), palabra que personas como Guevara han satanizado, cuando no tiene otro significado que “una nueva forma de liberalismo” más atroz que el de Smith y que el Beato Papa Juan Pablo Segundo llegó a calificar como “Capitalismo Salvaje”.

Algunas matráfulas del señor Guevara consisten en querer aplicar el “impuesto regresivo” que como antes dijimos, es hacer que los pobres paguen más, y los ricos paguen menos impuestos.

La otra es la “PRIVATIZACIÓN DE LAS EMPRESAS ESTATALES”. Solo que ahora y ante el fracaso político por haber expuesto esas ideas en campañas anteriores, disimula la “PRIVATIZACIÓN” dividiéndola en dos etapas, siendo la primera la “apertura de mercados a la competencia” para luego caer en la “PRIVATIZACIÓN”.

Para cerrar; traigo a colación algo chistoso ocurrido en el debate de Teletica de anoche, cuando don José María Villalta le leyó a don Otto unas palabras recién manifestadas por el Papa Francisco sobre la “teoría del derrame” económico, que a todas luces Guevara desconocía lo dicho por el Papa y de inmediato le dijo al señor Villalta… “eso es comunismo”.