Lo que viene... Costa Rica - TicoVisión
Hay cosas que suceden porque así tiene que ser. No porque fatalmente deban ser, o por alguna voluntad divina o extraterrenal, sino porque la suma de componentes de esas cosas apuntan claramente en esa dirección.
Por Sergio Erick Ardon Ramirez
30 de marzo de 2014.- Hay cosas que suceden porque así tiene que ser. No porque fatalmente deban ser, o por alguna voluntad divina o extraterrenal, sino porque la suma de componentes de esas cosas apuntan claramente en esa dirección.
El desgaste del PLN, su rampante corrupción, las políticas privatizadoras y de abandono de lo social, un muy mal candidato, inconsecuente, escurridizo, falto de agallas, no podían tener otro resultado. El desenlace de la segunda ronda electoral estaba cantado. Luis Guillermo Solís será nuestro próximo presidente, montado sobre unas circunstancias favorables, que no tienen que ver con la fuerza de su partido, verdadera tierra de nadie, sino más bien con esas circunstancias favorables de que hablamos.
El malestar de las gentes y la imperiosa necesidad de corregir el rumbo que puso a José María Villalta en las preferencias electorales en diciembre, la reacción virulenta de quienes se sintieron amenazados y volcaron sus recursos y sus medios para frenar el inminente peligro de un gobierno de izquierda, aunado a ese deterioro y desgaste del liberacionismo, urgido de reinventarse, crearon las condiciones para que los próximos cuatro años tengamos un gobierno diferente.
El desgaste del PLN, su rampante corrupción, las políticas privatizadoras y de abandono de lo social, un muy mal candidato, inconsecuente, escurridizo, falto de agallas, no podían tener otro resultado. El desenlace de la segunda ronda electoral estaba cantado. Luis Guillermo Solís será nuestro próximo presidente, montado sobre unas circunstancias favorables, que no tienen que ver con la fuerza de su partido, verdadera tierra de nadie, sino más bien con esas circunstancias favorables de que hablamos.
El malestar de las gentes y la imperiosa necesidad de corregir el rumbo que puso a José María Villalta en las preferencias electorales en diciembre, la reacción virulenta de quienes se sintieron amenazados y volcaron sus recursos y sus medios para frenar el inminente peligro de un gobierno de izquierda, aunado a ese deterioro y desgaste del liberacionismo, urgido de reinventarse, crearon las condiciones para que los próximos cuatro años tengamos un gobierno diferente.
No tan diferente como muchos hubiéramos preferido, y como necesita el país. Será un gobierno honesto, dialogante, como es el talante de Luis Guillermo, pero no estará en capacidad de emprender e impulsar las transformaciones estructurales que Costa Rica requiere para comenzar a convertir esta sociedad enferma, en una saludable, que reafirme derechos e igualdades.
Dependerá de la habilidad y tino con que los sectores progresistas, fuera y dentro del parlamento, sepan hacer las cosas, que este proceso de reconstrucción nacional que con Solís tendrá un atisbo, se consolide y podamos seguir avanzando. Mucho está por verse, y lo que hagamos y cómo lo hagamos será lo determinante. Aquí no hay espacio para casualidades.
Dependerá de la habilidad y tino con que los sectores progresistas, fuera y dentro del parlamento, sepan hacer las cosas, que este proceso de reconstrucción nacional que con Solís tendrá un atisbo, se consolide y podamos seguir avanzando. Mucho está por verse, y lo que hagamos y cómo lo hagamos será lo determinante. Aquí no hay espacio para casualidades.
Comentarios de este artículo:
CommentarioJelentkezzen be hozzánk vevőként, amennyiben befektetőként eladó vállalkozás keresése iránt érdeklődik.
re: CommentarioLos Comentarios son responsabilidad de los que lo publican, por lo tanto no nos haremos responsables de su contenido.