Otro acto inescrupuloso y además preocupante es el llamar a los fiscales y miembros de mesa del PAC para desmovilizarlos. La única razón por la cual un partido querría que los fiscales y miembros de mesa de otro no asistieran a ejercer sus funciones es si tuvieran planeado realizar un chorreo de votos sin supervisión. He aquí no sólo una terrible ironía histórica, sino una grave afrenta a nuestra democracia de parte del partido que se fundó en defensa de la transparencia electoral. Ya en el 2006 se denunció una amplia cantidad de irregularidades electorales en mesas, especialmente de zonas costeras. Esto es un insulto a la memoria de don Pepe y de los que murieron en la guerra del 48.

Inclusive en Tibás la dirigencia local del PLN pagó un perifoneo y repartió volantes pidiendo a la gente que votara por el PLN para evitar que volviera el problema de la basura, tema sensible para los tibaseños. Esto, aún a sabiendas de que había sido durante una administración de un alcalde PAC que se resolvió el problema de recolección de derechos sólidos y que ellos lo saben, sumado al hecho de que la gestión municipal no tiene que ver con las elecciones nacionales. ¿Cómo podemos confiar y votar por un partido cuya dirigencia miente consciente y deliberadamente? Si no se tiene honestidad durante la campaña, no se puede esperar que sean honestos en el poder.

Sobra decir que todas estas bajezas no funcionaron dados los resultados que vimos el 6 de abril, quizás incluso tuvieron el efecto opuesto de incrementar la indignación de muchos ticos y de dañar aún más la imagen del PLN.

Pero, si bien es cierto, estas acciones antiéticas provienen de dirigencias locales y es imposible probar si las autoridades nacionales tuvieron conocimiento de ellas, hay cinco mentiras directas que ha promovido el PLN desde el Balcón Verde y mediante el comando de campaña que podemos señalar directamente a su candidato, equipo y directorio político. Veamos.

      1. “Queremos volver a los principios socialdemócratas”

Araya y muchos de sus voceros más cercanos como don Fernando Berrocal a menudo acuñaron la frase de que el PLN estaba volviendo a sus principios socialdemócratas. De que querían rescatar la socialdemocracia histórica que los identificó y volver a ser un partido progresista. Pero pasada la segunda ronda, Araya contradice completamente está postura tratando –sin éxito– de apropiarse del voto fundamentalista cristiano de extrema derecha, acogiendo posturas ultraconservadoras. Manifestándose en contra del matrimonio igualitario y del derecho al aborto; dos temas que han sido defendidos por los partidos socialdemócratas de todo el mundo y por la Internacional Socialista como conjunto. ¿Entonces? ¿Desde cuando existe ese oximorón tan raro de socialdemócratas conservadores?

Interpelados sobre esta contradicción en un debate de juventudes que fue transmitido por canal 15, el representante de la Juventud Liberacionista manifestó que ayudar a disminuir la pobreza también es luchar por los derechos humanos y, me parece, dio a entender que era más importante esto que los derechos humanos de la comunidad sexualmente diversa y las mujeres que requieren un aborto por situaciones de salud física o mental. Perfecto, todo muy bien si tan solo el PLN no hubiera aumentado catastróficamente la pobreza en los últimos ocho años dejando al país con la mayor cantidad de pobres en la historia. Si al menos hicieron eso, pues su argumento sería más legítimo.

      2. “Queremos un gobierno de unidad nacional”

Don Johnny habló mucho de sus deseos de realizar un gobierno de unidad nacional en donde, se asume, hubiera nombrado ministros de todos los partidos. Pero pasó toda la campaña atacando y ofendiendo a los otros candidatos. Acusando al FA de comunista, chavista y radical, al ML de vendepatrias y ultraderecha y al PAC de inexperto, anticristiano y (lo más gracioso quizás) acusándolo tanto de estar vinculado a la extrema izquierda como de querer recortar ayudas sociales (algo propio de la derecha), como si no pudiera decidir realmente de que forma iba a atacar al PAC en segunda ronda, al haber agotado su credibilidad atacando ya antes al FA y al ML de todas las formas posibles.

Sabemos bien, porque fue denunciado, que el PLN pagaba sumas onerosas mensualmente a ciertas páginas de Facebook para que atacaran a sus contrincantes, especialmente al FA. Pasada la primera ronda incluso surgieron un montón de estas enfocadas en atacar al PAC con acusaciones mutuamente contradictorias a un nivel tan espectacular de ridiculez que resultaba chistoso. Dinero desperdiciado pues evidentemente no funcionó. ¿Es esa la actitud que tendría un partido que busca un acuerdo nacional y un gobierno de unidad? ¿Atacar a todos los demás partidos, insultar a sus líderes y ofender a sus bases y dirigencias? ¿Qué partido abría aceptado formar parte del gabinete de Araya después de haber sufrido una multimillonaria campaña sucia?

Más aún, la actitud poco conciliadora de la bancada electa del PLN al aducir que no votará por el PAC para directorio parlamentario demuestra que todo fue un engaño, una más de las acostumbradas promesas vacías que no pensaban cumplir.

      3. “Es culpa del PAC”

Algo que incluso generó chota en redes sociales, las salidas del ministro de economía frustrado don Leiner Vargas y otros voceros liberacionistas, aduciendo que era culpa del PAC la subida del dólar, y no de las prácticas cuestionables del BCCR cuya junta directiva pertenece al PLN. Empezaron a endilgarle al PAC todos los yerros del gobierno actual desde las variables en la economía monetaria hasta la salida de Intel, como si el PAC, y no el PLN, fuera el que estuviera en el poder, echándole más carbón a la hoguera de indignación ciudadana que se sentía burlada por estas estrategias deleznables.

      4. “El PAC es obstruccionista”

Tema ampliamente difundido por el PLN y por algunos medios cómplices. Incluso el mismo Araya en su discurso de aceptación de la derrota con cierta amargura tiró la piedra. En efecto, la fracción del PAC y del FA se han opuesto a muchas cosas: a la ley mordaza, al aumentazo de salarios, a la ley de biomédicas a la cual se oponen organizaciones de defensa de las personas con discapacidad, al pago a OAS y al chorizo de la trocha, entre otros. Obstruir ese tipo de cosas lejos de molestarme como ciudadano me alegra. Ese es un “obstruccionismo” al cual el PLN no está acostumbrado, pues en los viejos tiempos del bipartidismo el PUSC lejos de obstruir simplemente habría pedido una tajada del chorizo, igual que lo habría hecho el PLN de estar en oposición. Para el PLN aún es incomprensible por qué el PAC y el FA no tranzan como lo hacían antiguamente sus interlocutores rojiazules dejando de oponerse a cambio de estirar la mano y repartirse los beneficios. Esa actitud le desconcierta y la única forma que tiene de responder es aduciendo que entorpecer los chorizos es obstruccionismo.

      5. “Renuncio”.

Podríamos darle el beneficio de la duda a don Johnny sobre si su renuncia fue honesta, pero una serie de situaciones ambivalentes generaron la sospecha legítima de que aquello era una treta con dobles intenciones. Si bien el que Pattoni y el directorio político encabezado por Bernal Jiménez mantuvieran la campaña viva al lado de la militancia más fanática no se le puede achacar a Araya, pocos días antes del final de la contienda electoral vimos varias cosas sospechosas: la candidata vicepresidencial Silvia Lara quien se había retirado de la campaña regresa aduciendo que se había visto a las bases tomar nuevos bríos, Pattoni afirma que Araya aún pretende ser presidente y Araya asegura que Solís no aceptó su llamado a un acuerdo nacional y que por ello asumiría la presidencia de ganar. Pero lo más significativo, fue la reacción de Araya ante los resultados de la segunda ronda. No era la reacción esperable de quien hubiera honestamente renunciado a la campaña y esperado perder. Se notaba su decepción y desilusión.

Siendo algo maliciosos, podría pensarse que su renuncia y des-renuncia al mejor estilo hernandiano, podía responder a motivos más oscuros como: picar a las bases fieles liberacionistas para que votaran por el partido y no por el candidato que nunca las logró entusiasmar, desmovilizar el voto antiliberacionista y/o deslegitimar el mandato de Solís haciéndolo ganador por escasos votos… evidentemente ninguna de las tres dio resultado.

Y es que esta ha sido la campaña de las pifias y los tiros por la culata en prácticamente todas las estrategias usadas por el PLN. Podría usarse para dar cátedra de qué no hay que hacer en una campaña electoral.

Hace algunas décadas es probable que nadie se hubiera imaginado unos comicios tan atípicos y sorpresivos. ¿Quién hubiera pensado en los noventas que algún día los candidatos del PUSC y del PLN renunciarían a sus candidaturas? ¿O que ninguno de los dos partidos ganaría? ¿O que la izquierda tendría 17% de los votos? ¿O que la derecha sufriría tales palizas, como demostraron los pobres resultados recibidos por el ML y la posterior tunda del PLN?

Si bien se confirmó lo que ya muchos sabían sobre la llamada “maldición de los Araya” y es que dicha familia nunca ha contado con el respaldo de las bases del PLN, y por ellos vota sólo el núcleo más duro y leal, insuficiente para ganar, también se sumaron otros muchos factores como la pesada sombra de la administración Chinchilla, la salida a la luz del viaje en avión con el presidente de MECO antes de las elecciones y algunos elementos más propios del ser costarricense como que al tico le gusta votar a ganar y tiene una especie de temor inconsciente arraigado tras el trauma del 48 a que un partido gobierne por más de dos veces consecutivas. Pero también en ello estuvieron implicados muchos desaciertos del propio candidato que nunca logró presentarse como una figura cercana al pueblo. Desde tomarse una foto en el camerino de la selección hasta llamar al ministro de Hacienda porque le cobran impuestos (dos cosas que el costarricense ordinario no puede hacer, reforzando así el sentimiento de prepotencia y lejanía del candidato), errores que en la era de las redes sociales se pagan caros y son “memetizados” de inmediato. Sumado esto a que el PAC logró presentar un candidato que era lo opuesto en este sentido y que logró proyectarse como alguien cálido, honesto, simpático y sencillo, extraído de la clase media y nada ostentoso, junto a la mejor estrategia de comunicación y redes sociales que ningún otro partido en esta campaña tuvo y que debería ser objeto de estudio obligatorio de todos los partidos para el 2018.

Pero quizás otra cosa que confirmó esta elección es otra regla no escrita de la política costarricense y es que al tico promedio no le gusta la campaña sucia. Si bien la campaña de miedo les funcionó con éxito en el referéndum y probablemente afectó a Villalta en estos comicios, no dejó de ser un boomerang que se devolvió violentamente. Guevara y su partido se enfocaron enardecidamente en hundir al FA dilapidando una fortuna que el pueblo les cobró. Sí, quizás afectó a Villalta pero el más flagelado fue el ML con los humillantes resultados obtenidos para presidente y diputados. También afectó a Araya y al PLN en primera ronda, para luego sufrir un muy merecido tsunami kármico como vimos en la segunda. En ambos casos el invertir en campaña sucia contra los otros partidos no sólo no dejó réditos electorales sino que los dejó económicamente quebrados y endeudados. Atinado escarmiento y sabio castigo del electorado tico, esperemos hayan aprendido la lección y las campañas sucias y del miedo hayan terminado con esta elección, aunque dudo que así sea.

Finalmente, en la Asamblea el voto decisivo pertenecerá al PUSC. Bien sabemos que el PLN tendrá un bloque con sus turecas, mientras que el FA probablemente coincidirá más frecuentemente con el PAC. Si el PUSC se plegara al PLN estaría tirando por la borda la oportunidad de redimirse justo ahora que estaba empezando a resurgir. Los dos principales aliados legislativos del PLN por los últimos años han sido el ML y el PASE y esto les salió caro, el votante los castigó como vimos con la reducción en el tamaño de sus bancadas. Si bien la oposición socialcristiana estos años no ha sido tan fuerte como la del PAC y el FA, al menos en el imaginario popular no se le asocia tanto con la postura servil de las turecas cristianas y libertaria. Si el PUSC va por el mismo camino se arriesga al mismo escarnio.

A don Luis Guillermo nos resta desearle mucha suerte y sabiduría. Ojalá logre aprovechar sabiamente el capital político que tiene como el presidente más respaldado en la historia de Costa Rica y quizás uno de los respaldos porcentuales más grandes recibidos por un candidato en cualquier país democrático. Nada mal para quien empezó la contienda compitiendo con el margen de error.