Redacción.- En las últimas dos décadas El Salvador ha estado entre los países con tasas más altas de crecimiento, en términos de libertad económica, productividad, competitividad, exportaciones y crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) por habitante.

En todas estas dimensiones, la trayectoria del país se ubica como una de las más estables y pujantes, según indica un estudio del economista Manuel Enrique Hinds, denominado ¿Por qué invertir en El Salvador? Trayectoria de largo plazo, de agosto de 2010.

El análisis de crecimiento económico del país fue elaborado con datos del PIB por habitante en dólares con Paridad de Poder de Compra (PPP), constante de 2005. (ver recuadro). De acuerdo con el índice PPP, lo importante a la hora de medir el desarrollo no es la producción total sino el cociente por habitante. En ese sentido los dólares PPP compensan la diferencia del poder de compra de los dólares en los distinto países. En palabras más sencillas se puede afirmar que los PPP son los dólares universales.

En Centroamérica, El Salvador fue el país que más creció en el producto por habitante, en donde se ubica con el promedio más alto y estable frente a sus vecinos.

El crecimiento del país se fundamenta en la productividad y en la eficiencia con que se usan los factores de producción mano de obra, maquinaria, capital, etc. De acuerdo con un reporte del Banco Interamericano de Desarrollo, de 2010, el país ha logrado situarse en el sexto lugar en la región latinoamericana, en cuanto a productividad, con un porcentaje del 60.7%, muy encima del promedio de la región.

Se destaca además entre los avances del país, la libertad económica y la competitividad, pues el país se encuentra entre las economías más libres y más competitivas de la región.

Específicamente ha sido clasificada por la Fundación Heritage, como la segunda economía más libre de toda la región. Esto confirma su clasificación entre los países con la productividad total de los factores más alta de la región.