La cultura chatarra: Era del conocimiento humano - TicoVisión
Escrito en 26/05/14 a 05:06:49 GMT-06:00 Por Administrador
Guillermo Carvajal A
Dr. Guillermo Carvajal Alvarado: El mundo pasó de ser un mundo donde el objetivo de la educación era aprender a través de la lectura y su discusión y reflexión posterior para convertirse en un mundo frases hechas citadas...

La cultura chatarra: Era del conocimiento humano - TicoVisión


26 de mayo de 2014 | TicoVisión | Redacción; TicoVisión | Sociales | San José, Costa Rica | Tribuna para el Libre Pensamiento




La cultura chatarra



Por el Dr. Guillermo Carvajal Alvarado *

    26 de mayo de 2014.-  Seguro que es una gran contradicción propia de nuestros tiempos, cómo explicar que  en la llamada “era del conocimiento humano”, hay un predominio de ilustres ignorantes alfabetizados.  La sociedad actual se caracteriza por esas dicotomías profundas y en el campo del conocimiento es fácilmente observable como al lado de un mundo tecnificado, con un predominio de la Internet y en plena era de la información y del conocimiento hay grandes segmentos de la población que reciben una cultura de consumo rápida. Nunca como antes la gente citó tantas veces  a los grandes pensadores en los famosos “posteos”  en las redes sociales, donde abundan las citas de Albert Einstein, Albert Camus, Isabel Allende, Gabriel García Márquez, Octavio Paz,  de los escritores famosos,  y en general de los grandes pensadores.

Es muy posiblemente que  un ciudadano promedio de hoy tenga información pero esa información no le es útil porque él no sabe cómo utilizarla, como potenciar su capacidad creativa para hacer de esa información un instrumento real de aprendizaje, vivimos en la época de los bárbaros alfabetizados, es decir, ciudadanos con capacidad de reflexionar que no piensan, es el tiempo de los hobbies culturales, de personajes exotéricos, de temas superficiales que se ponen de moda a través de la llamada cultura espectáculo, si de esa forma de  de  mercantilización de la cultura que los especialistas llaman cultura del entretenimiento.

Los consumidores de la industria cultural buscan escapar al aburrimiento, pero ni quieren ni son capaces de invertir el esfuerzo y la seriedad que serían necesarias para realizar nuevas experiencias que les interesasen más que de manera sólo fugaz. Todo cuanto se resiste contra lo fácil, superficial y conformista tiende a ser neutralizado y se puede dar el caso que puedan saber mucho de un tema, pero que fuera de él están perdidos en el mundo.

Quizás nos encontramos entonces frente a  una “cultura chatarra”, una cultura de consumo rápido y que como la “comida chatarra” es desechable, una que no le interesa que la gente sepa lo importante, llena de distractores, sistemas económicos que sacan lo peor de las personas, convirtiéndolas en consumidores o consumidos, en dónde  se debe  elegir entre las opciones que nos muestran, se debe vivir incluso como los demás digan, y  se deben hacer las cosas como todos las hacen, sino, aparecerás como un ser complicado, una persona que no sabe vivir decentemente, un antisocial.

El mundo pasó de ser un mundo donde el objetivo de la educación era aprender a través de la lectura y su discusión y reflexión posterior para convertirse en un mundo frases hechas citadas una y otra vez en los post de las redes sociales. Y ningún nivel de la educación está de la superficialidad con que se aborda el proceso cognitivo, los  profesionales y hasta las artes y oficios. Vivimos una etapa de profundas desigualdades en el conocimiento y en la forma en él  como se conoce. Grupos de trabajo en corporaciones privadas  y en institutos universitarios se han quedado con la tarea de dotar al mundo de los avances tecnológicos más novedosos.  

Los nuevos medios de aprendizaje como lo pueden ser la radio la televisión, el cine, el libro llevados a extremos abundantes han dejado al libre albedrio la elección de que es lo que es culturalmente aceptable y que no lo es.  Saber por saber nunca fue importante, hoy mucha gente sabe de mucho, pero ese saber no tiene aplicaciones. Nuestros jóvenes tienen un inmenso conocimiento del dominio de los juegos, del uso de aparatos tecnológicos cada vez más complicados pero esto no los hace más inteligentes que los niños que en1950 jugamos con carritos hechos con latas de atún.

Repensar nuestros tiempos posmodernos e introducir las mejoras necesarias para poner la tecnología en manos de un ser humano  más creativo, más crítico y a la vez más racional será una nueva tarea que debemos emprender para que la cultura chatarra no se apodere de las mentes de nuestros jóvenes.

Si de algo hay abundancia hoy es de medios de comunicación, en promedio un ciudadano costarricense puede tener acceso a más de 150 canales de televisión, no obstante es frecuente que no encuentre el programa adecuado en el momento en que los busca. Y resulta toda una contradicción porque según los especialistas vivimos en la “época del conocimiento”,  y nunca quizá como antes se publicaron  libros en el mundo, las famosa zaga de Harry Potter, figura entre los libros más en el planeta, los autores firman contratos anuales con las casas editoriales donde se obligan a escribir al menos un libro por año. De manera que hay libros de autores que son verdaderos pasquines y otros que pueden ser obras de arte, esa diferencia en  la calidad en la producción de libros de un mismo autor es producto  de  un mercado consumidor que obliga a las autores y las grandes casas editoras a producir en cantidades exorbitantes.

De manera que en cualquier campo del conocimiento nos vamos a encontrar con una abundante cantidad de literatura pero el lector debe buscar la aguja en el pajar, debe revisar con detenimiento y esto lo lleva en ocasiones en caer en pérdidas de tiempo para aprender sobre un tema.

De igual manera en nuestra época la posesión de un título universitario tampoco garantiza la calidad del profesional, desde las ya viejas prácticas de la educación a distancia hasta la existencia de centros de educación universitaria carentes de bibliotecas y de buenos maestros produciendo profesionales para un mercado ya por si saturado.

En la era del conocimiento se ha llegado a banalizar el concepto de universidad y con este, el propio  concepto de conocimiento. En un pequeño país como Costa Rica coexisten 53 universidades entre públicas y privadas, el número de abogados, médicos, científicos sociales es abundante, lo cual ha traído el desempleo profesional o el ingreso tardío al mercado laboral.

Cine, radio, televisión, libros, periódicos nos llenan nuestras mentes de imágenes que nos golpean de momento, la prensa se centra en los sucesos, el cine y la televisión en las zagas de personajes ficticios alejados de  nuestra propia realidad, libro s y revistas están consagrados a personajes del mundo del espectáculo y sus disparatadas vidas cotidianas. Hasta los mismos personajes  finalmente son absorbidos para ese mundo superficial y son quizás las mayores víctimas de esa fama que los hizo ser personajes de nuestro cotidiano.

Por eso nunca como antes se hizo más necesario la organización del conocimiento para no terminar siendo absorbidos por esos grandes monopolios culturales, son retos que nos presenta nuestros tiempos.  Asumirlos es una lucha cotidiana, no ser absorbidos por ese mundo exterior sórdido un esfuerzo individual y a la vez colectivo que nos lleve a ser más cada y a la vez participar de la cultura socializada.



*  Dr. Guillermo Carvajal Alvarado: Catedrático en la Universidad de Costa Rica. Estudió Géographie et amémagement du territoire en University of Toulouse II – Le Mirail. Profesor en la Universidad de Costa Rica, en el Truman Institut Israel y en Utah State University. Alcanzó el rango de Catedrático Universitario. Ha publicado numerosos articulos y libros sobre temas sociales de América Central. Vive en San José, Costa Rica y es Gerente Propietario de Editorial y Librería Alma Mater.

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