Abuso en ventanilla PREFERENCIAL del Laboratorio Hospital México - TicoVisión
Si desconocen sus derechos ante la CCSS, por favor busquen la literatura o asesoría correspondiente para que sepan exigir esos derechos, pues al igual que este señor de la ventanilla “PREFERENCIAL”, existen...
del Laboratorio en el Hospital México
Por el Lic. Julian Frech Ayub
20 de junio de 2014.- Recién regreso de hacerme los exámenes de sangre en el laboratorio del Hospital México. Me topé con inconvenientes en la ventanilla preferencial y es mi obligación como ciudadano conocedor de sus derechos, DENUNCIARLO PÚBLICAMENTE. Ello, principalmente porque si la población calla, los desórdenes y corrupción continuarán indefinidamente.
Cuando llegué me encontré con que la fila hacia la ventanilla preferencial, es decir, la ventanilla para Personas de la Tercera Edad o pacientes graves, estaba llena de jóvenes en su inicio y un montón de señores y señoras de la tercera edad detrás de ellos. Entonces me dirigí (portando mi cuello ortopédico y mi bastón) hacia la ventanilla, la cual estaba siendo atendida por un señor de unos treinta años de edad, más ó menos.
Al encargado de la ventanilla le di respetuosamente los buenos días y le entregué los documentos, me volvió a ver con cara irreverente y me dijo “¿ya le pidió permiso a la joven?” (Una muchacha guapa de unos veinte años con cuerpo capaz de correr en una maratón), y le respondí “¡No tengo por qué pedírselo, es usted quien tiene que pedirme disculpas a mí!” Por supuesto que no se dis -
Cuando llegué me encontré con que la fila hacia la ventanilla preferencial, es decir, la ventanilla para Personas de la Tercera Edad o pacientes graves, estaba llena de jóvenes en su inicio y un montón de señores y señoras de la tercera edad detrás de ellos. Entonces me dirigí (portando mi cuello ortopédico y mi bastón) hacia la ventanilla, la cual estaba siendo atendida por un señor de unos treinta años de edad, más ó menos.
Al encargado de la ventanilla le di respetuosamente los buenos días y le entregué los documentos, me volvió a ver con cara irreverente y me dijo “¿ya le pidió permiso a la joven?” (Una muchacha guapa de unos veinte años con cuerpo capaz de correr en una maratón), y le respondí “¡No tengo por qué pedírselo, es usted quien tiene que pedirme disculpas a mí!” Por supuesto que no se dis -
culpó, pero entonces continué diciéndole “cuando lo colocaron en este puesto, ¿usted no leyó primero lo que dice el rótulo sobre la ventanilla? Entonces respondió con tono más fuerte “¡Tiene que pedirle permiso a la joven que está de primera en la fila!”, a lo que respondí “le repito señor, no tengo por qué pedírselo y usted tiene que atenderme ya, o iré a poner la queja correspondiente y consultaré a un abogado si lo puedo demandar en la Corte, pues soy un paciente que además de ser mayor, estoy en etapa terminal y casi no puedo mantenerme de pie.
El hombre me atendió a regañadientes y pegando las etiquetas correspondientes de mal modo y con fuerza, estaba que se lo llevaba el diablo. Me dio la ficha treinta y dos, pero inmediatamente una joven microbióloga que andaba entre las filas, me tomó del brazo y me dijo “disculpe señor, véngase conmigo”, entonces y antes de dejarme llevar por ella, voltee la mirada hacia la fila y en voz alta manifesté “¡señoras y señores de la tercera edad o pacientes graves, pasen por favor al frente de esta fila pues estos jóvenes tienen que irse hacia las otras!
La joven microbióloga me condujo hacia la puerta del laboratorio muy amable y finamente, de igual manera el enfermero o encargado de conducir a los pacientes a la mesa de sangrado correspondiente. Un hombre súper activo y amable al igual que el resto del personal. Es un excelente laboratorio y felicito a todos con la esperanza de que ellos mismos se encarguen de que se elimine a esa mala simiente que atiende la ventanilla “PREFERENCIAL”.
Algo que me extraña muchísimo, es que durante los treinta años que tengo de visitar el Hospital México, siempre ha habido un guarda en las filas del laboratorio que se encarga de poner el orden y hasta preguntar la prioridad de cada paciente, hoy brilló por su ausencia, no sé si es que ya no es la práctica o que simplemente hoy no estaba, algo que indagaré posteriormente.
Estimados lectores, si desconocen sus derechos ante la CCSS, por favor busquen la literatura o asesoría correspondiente para que sepan exigir esos derechos, pues al igual que este señor de la ventanilla “PREFERENCIAL”, existen otras malas semillas que abusan de los mansos y, nosotros los pacientes, debemos ser respetuosos, pero jamás permitir que se nos trate como miserables pidiendo favores y mucho menos que nos vean la cara de MENSOS.
Somos nosotros, los ciudadanos, quienes tenemos el poder de corregir las anomalías y la corrupción siempre y cuando conozcamos nuestros derechos, pues el desconocimiento de los mismos contribuye a que la corrupción continúe avanzando.
El hombre me atendió a regañadientes y pegando las etiquetas correspondientes de mal modo y con fuerza, estaba que se lo llevaba el diablo. Me dio la ficha treinta y dos, pero inmediatamente una joven microbióloga que andaba entre las filas, me tomó del brazo y me dijo “disculpe señor, véngase conmigo”, entonces y antes de dejarme llevar por ella, voltee la mirada hacia la fila y en voz alta manifesté “¡señoras y señores de la tercera edad o pacientes graves, pasen por favor al frente de esta fila pues estos jóvenes tienen que irse hacia las otras!
La joven microbióloga me condujo hacia la puerta del laboratorio muy amable y finamente, de igual manera el enfermero o encargado de conducir a los pacientes a la mesa de sangrado correspondiente. Un hombre súper activo y amable al igual que el resto del personal. Es un excelente laboratorio y felicito a todos con la esperanza de que ellos mismos se encarguen de que se elimine a esa mala simiente que atiende la ventanilla “PREFERENCIAL”.
Algo que me extraña muchísimo, es que durante los treinta años que tengo de visitar el Hospital México, siempre ha habido un guarda en las filas del laboratorio que se encarga de poner el orden y hasta preguntar la prioridad de cada paciente, hoy brilló por su ausencia, no sé si es que ya no es la práctica o que simplemente hoy no estaba, algo que indagaré posteriormente.
Estimados lectores, si desconocen sus derechos ante la CCSS, por favor busquen la literatura o asesoría correspondiente para que sepan exigir esos derechos, pues al igual que este señor de la ventanilla “PREFERENCIAL”, existen otras malas semillas que abusan de los mansos y, nosotros los pacientes, debemos ser respetuosos, pero jamás permitir que se nos trate como miserables pidiendo favores y mucho menos que nos vean la cara de MENSOS.
Somos nosotros, los ciudadanos, quienes tenemos el poder de corregir las anomalías y la corrupción siempre y cuando conozcamos nuestros derechos, pues el desconocimiento de los mismos contribuye a que la corrupción continúe avanzando.
Comentarios de este artículo:
A parar con empleados de la CCSS irrespetuosos.Los Comentarios son responsabilidad de los que lo publican, por lo tanto no nos haremos responsables de su contenido.