Mi impresión general es que era importante conocer este informe que el presidente deseaba dar a conocer. Mucho de lo expuesto se ha venido viendo, no tanto en acciones y políticas públicas, sino en discusiones, ahora se deben pasar los casos al ministerio público para que se proceda a establecer las sanciones de ley.

Resumiría este informe como el cierre necesario de una larga campaña política y el inicio, ahora si, del acto de gobernar. De hecho la discusión y la crítica fueron muy benevolentes, pareció una obra de teatro ya de previo ensayada.

Resulta claro del informe, que dentro de la administración pública y el sistema institucional costarricenses hay pivotes (poderes económicos) que no dejan gobernar, son viejas piezas del museo de la corrupción que impiden las acciones de cambio. Muertos que cobran pensiones, asesores sin horario que cobran horas extras, robo de vehículos (117 solo de Casa Presidencial),  y tantos hechos reseñados en un informe valiente donde al final presidente Luis Guillermo Solís Rivera pide a las viejas cúpulas políticas que lo dejen gobernar.

Y este era un objetivo primordial del informe de los cien días, develar a la ciudadanía que la corrupción no se ha saneado del todo; piezas estratégicamente colocadas impiden llevar a los corruptos hasta los estrados judiciales. Don Luis Guillermo Solís Rivera quiere ejercer su mandato libremente, pero ¿Quiénes son esas figuras públicas que tienen al  aparato estatal tomado por los cuernos?  Esa es una gran incógnita que deberá irse revelando en los próximos días y meses.


Balance general de la comparecencia del Presidente Solís Rivera.

El acto mismo, que fue boicoteado por la fracción del PLN (uno de los actores de esa corrupción), buscando cambiar las fechas y luego haciéndolo más largo para convertirlo en un tinglado politiquero. El Presidente tuvo que presentarse en el teatro Mélico Salazar, hecho que al final resultó mejor porque es al pueblo al que debe rendírsele cuentas y dejó Don Luis Guillermo muy en claro que esa será la tónica a seguir en sus próximas comparecencias. Mi impresión general es que hubo algo de teatral en el formato de diseño del programa, a mi me lo sugirió así, otros lo ven como un lienzo o pintura. Digo obra de teatro e incluyo al público y a quienes preguntaron, todas y todos fueron complacientes con el informe, más que una discusión fue una gran reunión de asiduos ciudadanos que le dan el visto bueno hasta lo ahora realizado por Luis Guillermo Solís.

Pero bueno, al menos nos enteramos que están en la preparación del Plan de Gobierno, que ya tienen una hoja de ruta inicial y que este no será necesariamente el Plan que fue entregado en campaña por el PAC como consecuencia de los entuertos encontrados.  De ahora en adelante seremos más críticos en aras de una búsqueda de mayor entrega de muchos ministros y ministras que apenas han calentado la silla. Llegó la hora de gobernar y de asumir el compromiso formal de gobernar para el pueblo y con la participación del pueblo. Ya sabemos lo que nos heredaron 25 años de gobiernos neoliberales. Esperemos que las acciones que han de tomarse puedan desmantelar esa institucionalidad  neoliberal y podamos justamente ir en busca de la “vía costarricense” tal y como lo indicó don Luis Guillermo Solís Rivera.

Después de este recorrido solo me salta una contradicción fundamental, que tiene que ver con la posición de muchos asambleístas del PAC, éste no es un gobierno PAC, y si la corrupción era tan extrema y abusiva me pregunto ¿Por qué recurrir al viejo expediente de las figuras políticas que habían participado en gobiernos anteriores, esos que nos tienen al punto del descalabro? Nadie se atrevió a preguntarle al presidente esa contradicción, ya que al usar esos viejos cuadros políticos con ellos vienen el virus de la corrupción, pues o fueron omisos, o fueron parte de la rampante corrupción política que como señala el informe, ha sido por décadas.

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*  Dr. Guillermo Carvajal Alvarado: Catedrático en la Universidad de Costa Rica. Estudió Géographie et amémagement du territoire en University of Toulouse II – Le Mirail. Profesor en la Universidad de Costa Rica, en el Truman Institut Israel y en Utah State University. Alcanzó el rango de Catedrático Universitario. Ha publicado numerosos articulos y libros sobre temas sociales de América Central. Vive en San José, Costa Rica y es Gerente Propietario de Editorial y Librería Alma Mater.