Señor Presidente, duerma con un ojo abierto que hay serpientes en el bosque – TicoVisión
Según la “leyenda urbana” a uno de los mejores presidentes de este país, de apellido Carazo, y a otro con miras a serlo y de apellido Pacheco, los picaron estas venenosas serpientes; las serpientes no...
Señor Presidente, duerma con un ojo abierto
...que hay serpientes en el bosque
Por el Lic. Julian Frech Ayub
Don Luis Guillermo, desde que despertó el dinosaurio y salió de su cueva, y al mismo tiempo retornó una extraña serpiente que habla inglés y come “tamales con llanto”, se alborotó el bosque de donde surgieron sus crías malcriadas, pero prestas “pa las que sea” (dicho en buen costarriqueñismo); pero ojo Señor Presidente, que son “serpientes” y no “culebras”, es decir, tienen veneno y dicen que de color verde y que destila olores de confabulación para anular su labor y por ende aniquilarlo políticamente ante la población. Algunos suelen llamarle “Golpe de Estado a la Tica”. Pero usted Don Luis Guillermo, duerma con un ojo abierto para no dejarse picar y mantener su mente fresca continuando la labor trazada para podar la maleza que permita penetrar el sol, ¡dejando ver un cambio en el paisaje! (que algunos le llaman Claridad y Transparencia).
Más extrañamente, de ese mismo bosque Don Luis, surgió de nuevo “El Señor de los Anillos”, que aunque algunos dicen que fue despedido del serpentario, otros afirman que extraña una silla que quiere retomar y que es estratégica para cooperar con sus hermanas (las serpientes). Algunos llaman a esta silla “La Silla de las Luces”, no por lámparas y bombillos que brillen, sino porque allí todo lo que brilla es oro.
Más extrañamente, de ese mismo bosque Don Luis, surgió de nuevo “El Señor de los Anillos”, que aunque algunos dicen que fue despedido del serpentario, otros afirman que extraña una silla que quiere retomar y que es estratégica para cooperar con sus hermanas (las serpientes). Algunos llaman a esta silla “La Silla de las Luces”, no por lámparas y bombillos que brillen, sino porque allí todo lo que brilla es oro.
Foto cortesía de Jupifotos.com
Recuerde usted varias cosas Señor Presidente:
1.- Según la “leyenda urbana” a uno de los mejores presidentes de este país, de apellido Carazo, y a otro con miras a serlo y de apellido Pacheco, los picaron estas venenosas serpientes; las serpientes no piensan y mucho menos en PATRIA… solo pican para poder avanzar, lograr su presa y sobrealimentarse incansablemente.
2.- Según la misma “leyenda urbana”, hace pocos días apareció una rara serpiente más oscura y hasta con un pelaje parecido al del puercoespín y una mirada que semejaba otra leyenda de alguien de apellido “Corleone”; dice la leyenda que dirigía una banda que pretendía adelantar el “golpe” desde un lugar que suelen llamar “parlamento”, donde se acostumbra mucho la parla… Y parla tras parla hasta que suene el timbre de salida, si no es que se escapan antes como niños de escuela.
3.- Avance usted por los parajes Señor Solís, pero cutacha en mano y fíjese antes donde pone los pies; no lo vayan a picar antes de poder defenderse.
4.- Recuerde usted, Señor Presidente, tanto sus promesas de cambio como que aún existe un pueblo que, si bien lo critica en sus errores, también está dispuesto a quemar el serpentario y donar las serpientes al Instituto Clodomiro Picado en la UCR para elaborar el suero adecuado que contrarreste ese extraño “veneno verde”.
1.- Según la “leyenda urbana” a uno de los mejores presidentes de este país, de apellido Carazo, y a otro con miras a serlo y de apellido Pacheco, los picaron estas venenosas serpientes; las serpientes no piensan y mucho menos en PATRIA… solo pican para poder avanzar, lograr su presa y sobrealimentarse incansablemente.
2.- Según la misma “leyenda urbana”, hace pocos días apareció una rara serpiente más oscura y hasta con un pelaje parecido al del puercoespín y una mirada que semejaba otra leyenda de alguien de apellido “Corleone”; dice la leyenda que dirigía una banda que pretendía adelantar el “golpe” desde un lugar que suelen llamar “parlamento”, donde se acostumbra mucho la parla… Y parla tras parla hasta que suene el timbre de salida, si no es que se escapan antes como niños de escuela.
3.- Avance usted por los parajes Señor Solís, pero cutacha en mano y fíjese antes donde pone los pies; no lo vayan a picar antes de poder defenderse.
4.- Recuerde usted, Señor Presidente, tanto sus promesas de cambio como que aún existe un pueblo que, si bien lo critica en sus errores, también está dispuesto a quemar el serpentario y donar las serpientes al Instituto Clodomiro Picado en la UCR para elaborar el suero adecuado que contrarreste ese extraño “veneno verde”.
Comentarios de este artículo:
De serpientes y otros. re: De serpientes y otros.Julian frech Ayub
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