Costa Rica: El tugurio y el paisaje urbano 1960- 2015 - TicoVisión |
Escrito en 18/04/15 a 05:21:53 GMT-06:00 Por Administrador |
El tema de la vivienda ha sido al menos una constante entre 1902 y la actualidad, justamente en 1902 se dictó una ley para combatir los “chinchorros” de barrio la Caridad, pero igual había ya en esta época chinchorros... Costa Rica: El tugurio y el paisaje urbano 1960- 2015 Por el Dr. Guillermo Carvajal Alvarado * La Costa Rica agroexportadora: café, banano, cacao, azúcar, se empieza a extinguir entre 1960-1970. La entrada en el “Mercado Común Centroamericano” favoreció la aparición de las llamadas zonas industriales: la Valencia, Calle Blancos- La Uruca. El sector agroexportador se mantuvo estable con tendencias a la baja por consumo de tierras agrícolas para la expansión urbana. Lo que trajo como consecuencia una elevación del precio de la tierra y la imposibilidad de poder hacer crecer las fincas agrícolas. Una solución para paliar la crisis en la zonas peri-urbanas fue la venta de lotes en casos y en otros la ocupación de las tierras por sectores menesterosos que habían surgido como producto del empobrecimiento del viejo sector artesanal en franca crisis. Al tenor de un crecimiento demográfico muy pujante, con tasas de reproducción de 4.2 por ciento. El crecimiento demográfico tuvo un efecto tajante en la segmentación social de nuestra sociedad, la sociedad ya no fue nunca más de sabaneros, campesinos, de artesanos y profesionales, surgen nuevos elementos aparecen en el entramado social: caso del habitante del tugurio. La palabra “tugurio”, muy propia del habla de los especialistas sociólogos y científicos sociales, se refiere a una realidad constructiva improvisada, hecha con materiales de desecho, es una construcción en base a residuos notablemente las latas de zinc y las viejas maderas que resultan de la destrucción o remodelación de viejas casonas. El tema de la vivienda ha sido al menos una constante entre 1902 y la actualidad, justamente en 1902 se dictó una ley para combatir los “chinchorros” de barrio la Caridad, pero igual había ya en esta época chinchorros en el Paso de la vaca y en las afueras del casco urbano de la pequeña ciudad de san José. En el paisaje del centro de la ciudad lo que se encontraba eran los famosos pasajes, que eran viviendas segregadas en tantas partes como fuera posible y albergaban en el centro de la ciudad a cientos de familias que escondían su pobreza detrás del portón principal que al cerrarse invisibilizaba la pobreza, en realidad esos pasajes eran cuarterías, pero se alquilaban por habitación y era un negocio muy rentable para los propietarios. Recuerdo por el viejo barrio La Dolorosa el pasaje Reccia, un bastión por cierto en la lucha por la dignificación de la vivienda, pero los hubo y los hay aún en el centro de San José y en los barrios que hoy están cercanos al centro comercial más activo de la ciudad de Ciudad de San José. Con todo esto queremos decir que la pobreza urbana, la marginalización de grupos sociales más o menos extensos ha estado presente en el paisaje urbano. No obstante se han dado cambios en este paisaje que han tendido a aumentar de población en condiciones de extrema pobreza que viven hacinadas, marginalizadas, excluidas de los circuitos económicos de la economía urbana. El habitante del tugurio, puede hacerlo en pareja, en familia, solo, en grupos de nacionalidades pero el distintivo es el mismo vivir en entornos constructivos frágiles, con materiales de segunda o tercera, vulnerables a las inundaciones, sin calles y más grave aún sin servicios de buena calidad, ya que se puede cocinar con leña utilizando el canfín, aguarrás, u otros combustibles de alta peligrosidad. Algunos re cuelgan de las líneas primarias de la Compañía nacional de Fuerza y Luz y reciben luz eléctrica y por medio de cocinas pueden tener alumbrado interno y cocinar con una cocina. En los años de 1980, el tema de la vivienda y del tugurio estuvo en la palestra política y surgieron los llamados grupos “viviendistas” al calor de la lucha política electoral. Ofertas iban y venían para transformar esa realidad concreta que es el tugurio en una solución de vivienda, si de hecho esa fue la palabra usada con más frecuencia, “buscar soluciones de vivienda”. En 1982 el candidato presidencial Oscar Arias Sánchez lanzó su proyecto para transformar ese paisaje de tugurios en viviendas llamadas dignas, como soluciones surgieron lotes con servicios, y de ahí en adelante el movimiento “viviendista” cobró fuerza y una cuota de poder en el espectro político. Se crearon organizaciones sólidas como el frente por la Vivienda, otros sectores de las nuevas izquierdas propusieron alternativas a través de los frentes de vivienda. Sin embargo entre 1985-1990 crecieron mucho las tomas de tierras urbanas y la proliferación de concentraciones de tugurios en todo el paisaje urbano del Valle Central, ocupando sitios sometidos con riesgo de inundaciones, deslizamientos de tierras y propensos a incendios. Esta realidad del tugurio produjo a su vez su efecto sico-social sobre el habitante de estas zonas, generalmente población excluida del mercado laboral formal, vulnerable económicamente, y se convirtieron en centros de concentración de inmigrantes provenientes de las guerras centroamericanas de los1980 y 1990 en Centroamérica. En la actualidad esa poblaciones bajo riesgo social han sido víctimas de los nuevos zares de las drogas que utilizando su vulnerabilidad social la contaran para tareas de sicariato, prostitución de todo tipo y el deterioro social ha ido en aumento y convierte estos lugares en puntos urbanos que causan temor e impiden la integraciones de los barrios donde se encuentran. Hasta la fecha sigue siendo un tema relegado que los políticos no deben olvidar porque fue a través de ellos que estas concentraciones urbanas de paisaje deteriorado cobraron fuerza y fueron el caballo de batalla en las luchas por alcanzar el poder político. El tugurio como tal es una realidad cotidiana, compleja, marcada por reglas de vida comunitaria, donde el silencio, la violencia, la drogadicción, la delincuencia, campean y se han convertido en guaridas de malhechores que en este ámbito sociológicamente complejo encuentran solidaridades. * Dr. Guillermo Carvajal Alvarado: Catedrático en la Universidad de Costa Rica. Estudió Géographie et amémagement du territoire en University of Toulouse II – Le Mirail. Profesor en la Universidad de Costa Rica, en el Truman Institut Israel y en Utah State University. Alcanzó el rango de Catedrático Universitario. Ha publicado numerosos articulos y libros sobre temas sociales de América Central. Vive en San José, Costa Rica y es Gerente Propietario de Editorial y Librería Alma Mater. |
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