Los llamados gobiernos locales o municipalidades - TicoVisión |
Escrito en 15/08/15 a 04:14:20 GMT-06:00 Por Administrador |
Las municipalidades no presentan alternativas ante los grandes problemas de la vida ciudadana, hemos llegado casi a la encrucijada de preguntarnos si en verdad vale la pena mantener esa institución, cuyos gastos se van en... Por el Dr. Guillermo Carvajal Alvarado * Pese al impulso que se ha dado desde los años de 1970 y al calor de las ideas del gran municipalista que fue don Armando Arauz, la dotación de las reformas al código electoral y al escalonamiento de las elecciones municipales, la verdad es que en realidad las municipales no se han cumplido. Hay muchos factores intervinientes en la calidad de los regidores, síndicos que en general son personas poco calificadas y que ven a lo local- comunal y no a lo local-municipal; la corrupción en la función pública, notoria desde alcaldes hasta empelados de los menores escalafones salariales. En verdad no hay un gobierno local, hay una institución que succiona impuestos y los despilfarra a diestra y siniestra. Los nuevos proyectos de seguridad ciudadana cubren solo las partes más céntricas de los cantones, mientras el resto de los territorios están desprotegidos. Las municipalidades dejaron de construir obras y proyectos que impliquen grandes inversiones, han incurrido en carencia de visión política, saqueo de los presupuestos municipales, incumplimiento absoluto del código municipal. Deficiencias en los programas de software moderno para llevar una actualización de los mapas catastrales. Las municipalidades no presentan alternativas ante los grandes problemas de la vida ciudadana, hemos llegado casi a la encrucijada de preguntarnos si en verdad vale la pena mantener esa institución, cuyos gastos se van en el pago de planillas, viáticos, fiestas y eventos etc., y demasiado poco en inversiones. Nuestros sistemas de ciudades, son un desastre, por todo lado abundan los problemas de desechos sólidos, de recolección de basura; en todas las municipalidad es notable la desidia para realizar pequeñas obras. Nos quedamos sin grandes personalidades que pensaran la política a escala local, sí, a esa escala de un verdadero gobierno local y a una integración del ciudadano a los comités e instancias comunales con capacidad resolutiva. A la municipalidad la está ahogando la burocracia, planillas monstruosas y la carencia de una visión moderna de los que es la gobernanza a la escala local. Ordenamiento territorial y régimen municipal Se ha dicho que las municipalidades representan el poder local, así lo establece la legislación y así fue desde la herencia colonial española. Costa Rica dividió las competencias en 3 ámbitos de expresión territorial: la provincia, el municipio y el distrito. El municipio era en general un conglomerado de distritos que eligen a los regidores municipales y a los síndicos. El siglo XIX y principios del XX fue un período prolifero en la creación de entes municipales. Para aquella época, estamos hablando de una Costa Rica muy concentrada en el Valle Central y poco poblada en las zonas periféricas. La autoridad territorial se la dividían los llamados “Ejecutivos Municipales”, a nivel de la territorialidad definida para la circunscripción municipal y ese poder lo ejecutaba el Concejo Municipal, que era la Asamblea de los representantes de cada cantón en proporción a la municipalidad. Luego venía la autoridad que era la unión de los cantones y de sus autoridades que eran los gobernadores, 1 para cada una de las provincias. Entre 1940 y 1980, hubo un fuerte deterioro del régimen municipal; el viejo código municipal ya no parecía responder a los dictados de la época. Aparecen nuevas institucionalidades como el Instituto de Fomento y Ayuda Municipal (IFAM), con potestades especiales para regular las funciones municipales. Luego vinieron desde 1970 la creación de regiones, y los decretos de división territorial. Al tenor de la ayuda internacional se organizará el subsistema nacional de Planificación Urbana. Los años han pasado y las municipalidades, el IFAM, y los decretos de regionalización languidecen por falta de una visión moderna sobre cómo enfrentar la territorialidad. Las nuevas tecnologías han permitido una elaboración de mejor calidad de los mapas catastrales con propósitos siempre fiscalizadores, es decir, con fines impositivos. Las municipalidades del país según su grado de organización, reciben cada una de ellas un presupuesto que se genera básicamente en los recursos que logra captar a través de las tasas impositivas. Aún así y con presupuestos relativamente elevados, las municipales mejor dotadas de fondos no logran satisfacer las necesidades de los habitantes. Hay en el sistema hoy muchas incongruencias que afectan la vida municipal y por ende ciudadana. Muchos de los dominios definidos en el nuevo código municipal, chocan con la eclosión de instituciones surgidas en los últimos 30 años. Por ejemplo; resulta ilógico el sistema de división de los sistemas vial del país, existen rutas las rutas nacionales y rutas municipales, existen proyectos culturales y deportivos que se traslapan con las funciones de los respectivos ministerios. Todo ello ha incidido en un deterioro del quehacer municipal Repensar las municipalidades es una tarea prioritaria. Por ahora, las elecciones municipales solo serán un buen pretexto para planificar esa agenda de cambio. * Dr. Guillermo Carvajal Alvarado: Catedrático en la Universidad de Costa Rica. Estudió Géographie et amémagement du territoire en University of Toulouse II – Le Mirail. Profesor en la Universidad de Costa Rica, en el Truman Institut Israel y en Utah State University. Alcanzó el rango de Catedrático Universitario. Ha publicado numerosos articulos y libros sobre temas sociales de América Central. Vive en San José, Costa Rica y es Gerente Propietario de Editorial y Librería Alma Mater. |
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