Nunca olvidar cómo fue que llegó Luis Guillermo a la silla presidencial (1) - TicoVisión
Circunstancias favorables a Luis Guillermo se conjuraron para mantener su crecimiento electoral. Debe mencionarse la venida al país de “expertos internacionales” ex funcionarios de CNN en español como el zorro...
Nunca olvidar cómo fue que llegó
Luis Guillermo a la silla presidencial
Por el Dr. Guillermo Carvajal Alvarado *
Escritor
El pueblo de Costa Rica le dio en las urnas electorales el mandato de ejercer la presidencia durante 4 años al candidato que presentara el Partido Acción Ciudadana en Febrero del 2014. Los electores poco conocían la figura y el recorrido de Luis Guillermo Solís Rivera, que aunque ya había hecho su recorrido en el mundo de la política del poder, había ocupado solamente cargos de segundo orden.
Luis Guillermo no era a los ojos de los especialistas un candidato presidenciable, incrustado en la academia como profesor universitario había roto con el partido Liberación Nacional (PLN) y había iniciado su militancia en el Partido Acción Ciudadana, digamos con un bajo perfil.
Su candidatura tampoco fue vista como un peligro para romper la estabilidad y fortaleza del PLN en el poder y en los asuntos del manejo de la política en Costa Rica. Luis Guillermo Solís apareció siempre con pocas esperanzas de sentarse en la silla presidencial, los sondeos, encuestas y trabajos de grupo no demostraban que su figura de un hombre bonachón pudiera desestabilizar el bloque hegemónico de los Araya Monge en el PLN. En las primeras encuestas electorales, Luis Guillermo Solís siempre apareció con puntajes muy bajos, entre un 4 o 5 por ciento de las intenciones de voto. Todo se conducía cuesta arriba.
¿Qué cambio para que Luis Guillermo pudiera filtrar su mensaje?
Luis Guillermo no era a los ojos de los especialistas un candidato presidenciable, incrustado en la academia como profesor universitario había roto con el partido Liberación Nacional (PLN) y había iniciado su militancia en el Partido Acción Ciudadana, digamos con un bajo perfil.
Su candidatura tampoco fue vista como un peligro para romper la estabilidad y fortaleza del PLN en el poder y en los asuntos del manejo de la política en Costa Rica. Luis Guillermo Solís apareció siempre con pocas esperanzas de sentarse en la silla presidencial, los sondeos, encuestas y trabajos de grupo no demostraban que su figura de un hombre bonachón pudiera desestabilizar el bloque hegemónico de los Araya Monge en el PLN. En las primeras encuestas electorales, Luis Guillermo Solís siempre apareció con puntajes muy bajos, entre un 4 o 5 por ciento de las intenciones de voto. Todo se conducía cuesta arriba.
¿Qué cambio para que Luis Guillermo pudiera filtrar su mensaje?
Hubo cambios importantes en el equipo de campaña que fue romper con la línea de la verdad y sacar al candidato de las oficinas desde donde se hacía y llevarlo a la calle en las famosas “Caravanas de la alegría”, un artificio publicitario ideado en una empresa “Jaulares de Costa Rica” y al comando de los hermanos Ardón. El sacar a Luis Guillermo a caminar y correr el país le fue dando un perfil, le fue esclareciendo algunas ideas de lo que era la real política que debía aplicar para mejorar su posición en las encuestas y tratar de colocarse entre los tres candidatos con opciones electorales. Ya para el final de la campaña, en los meses de Noviembre y Diciembre del 2014, había alcanzado a romper el anonimato de su campaña y aparecía entre la lista de los elegibles.
Circunstancias favorables a Luis Guillermo se conjuraron para mantener su crecimiento electoral. Debe mencionarse la venida al país de “expertos internacionales” ex funcionarios de CNN en español como el zorro presentador Alberto Padilla, que entrevistó a algunos candidatos y se encargó en su amañada entrevista editada de desprestigiar los argumentos de José María Villalta, candidato del Frente Amplio y quien en algunas encuestas aparecía encabezando la lista de preferencia ante un Johnny Araya Monge del PLN, timorato, escurridizo, que no quería debatir y solo pedía el voto bajo el electoral fundamento de que en 22 años de ser alcalde la ciudad más fea del mundo había sido transformada, sí, esa era la carta de presentación del PLN, efectivamente una carta perdedora, una carta intoxicada de poder, sin ideas, ni equipo de trabajo, una campaña de improvisación dentro de un partido de una gran trayectoria.
Sumado a lo anterior, el PUSC se debilitó más de lo posible con la renuncia de su candidato, que en una carta que siempre hay que leer, señala cómo su campaña era boicoteada desde las esferas de poder del propio partido, ante una renuncia inusitada del ex candidato del PUSC, emerge un nuevo candidato para el PUSC y este sí que fue un candidato tardío, anodinado, con dirección en lo que serían sus comparecencias y debates, así Piza Escalante no pudo salvar al PUSC del descalabro electoral.
Por otro lado la ultraderecha, trato de presentar un Otto Guevara Guth, con nuevas ideas, y nuevas propuestas. Pero la verdad es que los libertarios estaban llenos de irregularidades, de procesos judiciales, de incumplimientos en su gestión por la Asamblea Legislativa, no pasará de ser más que el partido de Otto Guevara, un partido que se llama libertario pero sin rumbo político.
Y bueno, Luis Guillermo Solís y su equipo de las caravanas de la alegría, hicieron la lectura correcta que fue la entrada de política espectáculo en escena, ya no más ideas, menos programa y más circo fueron los factores que le dieron a Luis Guillermo el triunfo.
De camino y ante la crisis de poder, la mala imagen de los políticos y de la política en Costa Rica, a alguien se le ocurrió hablar de “cambio político”, de romper la hegemonía del PLN que presentaba al más holgazán de sus candidatos, el ausente en los debates, mientras la derecha y Alberto Padilla hacían el trabajo sucio, atacando a Villalta y a su equipo, dejando el campo libre a Solís Rivera.
Entonces llegó el primer domingo de Febrero del 2014 y ante la sorpresa de todos, Luis Guillermo le gana en el primer turno de las elecciones a Johnny Araya, por un margen estrecho, pero le gana y eso lo hace ir a una segunda ronda donde el más holgazán de los candidatos, en una lectura apresurada de su futuro político, renunció a presentarse en los dos meses de campaña, lo que le asegura el triunfo a Luis Guillermo Solís Rivera. El triunfo de Luis Guillermo fue saludado con alegría y al final, había logrado que esos aires de cambio ondearan por todo el territorio nacional como un estandarte de renovación.
Así llegó Solís Rivera al poder, aprovechando las circunstancias, la ingenuidad de un electorado que confió en un desconocido y que le abrió el gobierno al partido formado por Otón Solís Fallas. Ingenuidad porque desconocían la oscura carrera política de Solís Rivera al lado de los hermanos Arias Sánchez.
En la segunda parte de este artículo, veremos qué ha sido del rumbo de este gobierno y del recuento del camino andado por un hombre que nunca soñó, ni en la peor de las pesadillas, ser presidente de Costa Rica.
* Dr. Guillermo Carvajal Alvarado: Catedrático en la Universidad de Costa Rica. Estudió Géographie et amémagement du territoire en University of Toulouse II – Le Mirail. Profesor en la Universidad de Costa Rica, en el Truman Institut Israel y en Utah State University. Alcanzó el rango de Catedrático Universitario. Ha publicado numerosos articulos y libros sobre temas sociales de América Central. Vive en San José, Costa Rica y es Gerente Propietario de Editorial y Librería Alma Mater.
Circunstancias favorables a Luis Guillermo se conjuraron para mantener su crecimiento electoral. Debe mencionarse la venida al país de “expertos internacionales” ex funcionarios de CNN en español como el zorro presentador Alberto Padilla, que entrevistó a algunos candidatos y se encargó en su amañada entrevista editada de desprestigiar los argumentos de José María Villalta, candidato del Frente Amplio y quien en algunas encuestas aparecía encabezando la lista de preferencia ante un Johnny Araya Monge del PLN, timorato, escurridizo, que no quería debatir y solo pedía el voto bajo el electoral fundamento de que en 22 años de ser alcalde la ciudad más fea del mundo había sido transformada, sí, esa era la carta de presentación del PLN, efectivamente una carta perdedora, una carta intoxicada de poder, sin ideas, ni equipo de trabajo, una campaña de improvisación dentro de un partido de una gran trayectoria.
Sumado a lo anterior, el PUSC se debilitó más de lo posible con la renuncia de su candidato, que en una carta que siempre hay que leer, señala cómo su campaña era boicoteada desde las esferas de poder del propio partido, ante una renuncia inusitada del ex candidato del PUSC, emerge un nuevo candidato para el PUSC y este sí que fue un candidato tardío, anodinado, con dirección en lo que serían sus comparecencias y debates, así Piza Escalante no pudo salvar al PUSC del descalabro electoral.
Por otro lado la ultraderecha, trato de presentar un Otto Guevara Guth, con nuevas ideas, y nuevas propuestas. Pero la verdad es que los libertarios estaban llenos de irregularidades, de procesos judiciales, de incumplimientos en su gestión por la Asamblea Legislativa, no pasará de ser más que el partido de Otto Guevara, un partido que se llama libertario pero sin rumbo político.
Y bueno, Luis Guillermo Solís y su equipo de las caravanas de la alegría, hicieron la lectura correcta que fue la entrada de política espectáculo en escena, ya no más ideas, menos programa y más circo fueron los factores que le dieron a Luis Guillermo el triunfo.
De camino y ante la crisis de poder, la mala imagen de los políticos y de la política en Costa Rica, a alguien se le ocurrió hablar de “cambio político”, de romper la hegemonía del PLN que presentaba al más holgazán de sus candidatos, el ausente en los debates, mientras la derecha y Alberto Padilla hacían el trabajo sucio, atacando a Villalta y a su equipo, dejando el campo libre a Solís Rivera.
Entonces llegó el primer domingo de Febrero del 2014 y ante la sorpresa de todos, Luis Guillermo le gana en el primer turno de las elecciones a Johnny Araya, por un margen estrecho, pero le gana y eso lo hace ir a una segunda ronda donde el más holgazán de los candidatos, en una lectura apresurada de su futuro político, renunció a presentarse en los dos meses de campaña, lo que le asegura el triunfo a Luis Guillermo Solís Rivera. El triunfo de Luis Guillermo fue saludado con alegría y al final, había logrado que esos aires de cambio ondearan por todo el territorio nacional como un estandarte de renovación.
Así llegó Solís Rivera al poder, aprovechando las circunstancias, la ingenuidad de un electorado que confió en un desconocido y que le abrió el gobierno al partido formado por Otón Solís Fallas. Ingenuidad porque desconocían la oscura carrera política de Solís Rivera al lado de los hermanos Arias Sánchez.
En la segunda parte de este artículo, veremos qué ha sido del rumbo de este gobierno y del recuento del camino andado por un hombre que nunca soñó, ni en la peor de las pesadillas, ser presidente de Costa Rica.
* Dr. Guillermo Carvajal Alvarado: Catedrático en la Universidad de Costa Rica. Estudió Géographie et amémagement du territoire en University of Toulouse II – Le Mirail. Profesor en la Universidad de Costa Rica, en el Truman Institut Israel y en Utah State University. Alcanzó el rango de Catedrático Universitario. Ha publicado numerosos articulos y libros sobre temas sociales de América Central. Vive en San José, Costa Rica y es Gerente Propietario de Editorial y Librería Alma Mater.
Los Comentarios son responsabilidad de los que lo publican, por lo tanto no nos haremos responsables de su contenido.